
por Redacción
Este año puede ser crucial para el radicalismo, y depende de la óptica de cada dirigente cómo se construye el presente y futuro partidario.
Ayer, luego de salir de la Casa Rosada, el presidente del bloque de Diputados, Rodrigo De Loredo, confió que le propuso al gobierno de Javier Milei apoyar “a libro cerrado” el Presupuesto 2025, y además deslizó la posibilidad de un armado electoral con La Libertad Avanza, si es que los libertarios están dispuestos, y también con el expresidente Mauricio Macri y el PRO.
Sin embargo, De Loredo tiene fuerte oposición a su propuesta, entre ellos los alfonsinistas de Córdoba, su provincia, y también de su exsocio y presidente del Comité Nacional, Martín Lousteau, quienes prefieren la construcción de un polo progresista junto a otros sectores de lo que denominan “el campo nacional, popular y democrático”.
En La Plata, por su parte, la Junta Central de la UCR, que responde a Lousteau, podría converger en una alianza electoral con el intendente kirchnerista Julio Alak. De hecho, el jefe partidario radical platense, Pablo Nicoletti, ordenó a sus cinco concejales votar en consonancia con el alakismo durante todo el año 2024.
Desde La Libertad Avanza, el concejal Guillermo Bardón denunció a los radicales por tener un “pacto” con Julio Alak, situación que quedó evidenciada por la votación del Presupuesto local y la Ordenanza Fiscal Impositiva con fuertes subas en las tasas, incluso superiores a la proyección de inflación, a cambio de la Defensoría Ciudadana, cargo que finalmente recayó en la vicepresidenta de la Junta Central, Luciana Bártoli.
Se estima que en La Plata se hizo “un experimento” de radicales trabajando a la par del kirchnerismo, hecho que se puede replicar en armados territoriales bonaerenses en “auxilio” del gobernador Axel Kicillof.
Al ser desdoblada de hechos las elecciones, teniendo en cuenta que se votará con la Boleta Única de Papel (BUP) para cargos de diputados nacionales y por el otro con el sistema tradicional, mediante boleta “sábana” para elegir diputados provinciales y concejales, la UCR no tendría chances de conseguir más de dos o tres puntos por su propio medio en La Plata, lo que la dejaría expuesta a una situación incómoda, pero, en un armado con el kirchnerismo local, de la mano de Alak, podría darle al alcalde el sentido aperturista que tanto necesita para conservar en las elecciones de medio término una cuota de poder interesante.
En tanto, otro sector de la UCR platense, el que se identifica con el senador nacional Maximiliano Abad, está observando con mejores ojos a La Libertad Avanza, y en ese sentido, algunos dirigentes cercanos al platense Raúl “El Turco” Cadaá estuvieron participando de actividades partidarias libertarias.
Allí no termina la historia platense, debido a que un grupo interno de socios políticos de Nicoletti piensan en que lo más conveniente sería un nuevo acercamiento al PRO y recrear Juntos por el Cambio.
Final abierto para la UCR en todo el país.