
por Fabricio Moschettoni, editor de ImpulsoBaires / Twitter @FMoschettoni
Durante la pandemia, el mundo popularizó “la revolución del clic”, la magia que hacíamos para activar un mecanismo de adquisición de producto o servicio, en donde, en cuestión de ratos, teníamos toda una maquinaria logística dando respuestas, moviendo engranajes en todo el mundo, y dando un alivio provisorio al consumidor final. La pandemia y su horror fueron mejor llevados por los sobrevivientes gracias a la “revolución del clic”. Fue tan poderosa, que hasta nos imaginamos un futuro en donde la presencialidad laboral fuese prácticamente innecesaria. Fábricas robotizadas, depósitos robotizados, monedas virtuales, transacciones respaldadas por mecanismos seguros. La “revolución del clic”, protegida por el desconocido, pero estratégico blockchain, fue una caricia al alma para una amplia porción de los más de 8000 mil millones de sapiens que transitamos por el planeta.
El viernes 14 de febrero de 2025 será recordado por varios años en Argentina, no solo por ser una fecha coincidente con el ultra comercial día de los enamorados, sino porque, alrededor de las 19, el presidente Javier Milei le dio clic a la difusión de un proyecto dudoso. El presidente, posiblemente de buena fe, desató una escalada que podemos caracterizar como el famoso “Efecto Mariposa”, del meteorólogo Edward Lorenz, cuando, en 1963, escribió un artículo llamado “Flujo determinista no periódico”. Lorenz, una década más tarde, lo popularizó con una pregunta contundente: ¿El aleteo de una mariposa en Brasil puede generar un tornado en Texas?
El clic de Milei al proyecto dudoso de $LIBRA fue el aleteo de la mariposa, y sus ecos al milisegundo fueron los tornados en distintas partes del mundo. El presidente es conocedor de dos disciplinas que tienen que ver directamente con lo que pasó: la economía y la tecnología. Sin embargo, no es amigo del manejo emocional, y las emociones jugaron la parte clave de la partida.
¿Cómo se sale de esto? Por el lado de la economía, hasta el momento los principales actores internacionales están colaborando, y el mercado, en el plano local, estima que podría ser manejable; en el plano político dependerá del propio presidente y de un cambio en el manejo de sus emociones. Urgentemente, tendrá que bajar cambios, tomarse un baño de humildad, y cerrar frentes abiertos innecesariamente con los que piensan parecido a él, como el expresidente Mauricio Macri, el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), referentes radicales moderados del interior, algunos peronistas no kirchneristas y referentes provinciales. En el plano internacional, una crisis semejante se subsana creando una usina de pensamiento que, sobre la experiencia y el estudio, formule seminarios, debates y propuestas sobre el rol de los gobiernos y su relación con las economías emergentes.
Volviendo al plano político, Macri apuntó de lleno a su círculo de hierro como responsable de los fallidos presidenciales. Desde Rosario, el expresidente se mostró dispuesto a colaborar y, con elegancia, sostuvo que el entorno de la máxima autoridad fue el que descuidó a la figura presidencial. “Lo que hemos visto, un Presidente descuidado y mal rodeado. Tengo una relación de afecto, pero se tiene que rodear mejor. Queda en el medio de una situación que ha sido una estafa y amerita una investigación seria”, dijo puntualmente Macri.
El descuido y el círculo de hierro que lo protege también fueron responsables de que una entrevista esperada por una amplia porción de la opinión pública tuviera un final nada feliz, cuando el asesor presidencial, Santiago Caputo, interrumpió y cambió el cierre. Una idea expresada por el mandatario fue borrada por temor a consecuencias judiciales. Con esa actitud, Milei quedó más cuestionado y el periodista Jonatan Viale ridiculizado por la política y sus colegas.
Si a Milei la falta de manejo emocional le está jugando una mala pasada, es propio destacar que a Viale esa misma cuestión le afectó aún más. Al parecer, el presidente está saliendo con poca pérdida en adhesiones, pero debe sacrificar dos de sus pilares fuertes como son economía y tecnología, en donde, de ser voz autorizada, pasó a ser un paradigma en decadencia. Pero el periodista, sin embargo, está perdiendo su valor más importante: la credibilidad.
La política, que es un pantano, le podrá dar a Milei la oportunidad de volver a pararse. Sin embargo, el público, tal vez, se tome más tiempo para volver a creer en el periodista. Queda una pregunta más, y en este caso en el ámbito del periodismo: ¿fueron justas o de mala fe las críticas de gran parte del periodismo hacia Viale?, ¿cómo hubiese actuado otro colega en su lugar?
La “revolución del clic” cambia el rumbo de nuestras vidas al instante. Hay botón de arrepentimiento, pero debe ser apretado muy rápido. Si no, la logística inversa no puede hacer bien su trabajo, y los engranajes se empastan hasta hacer descarrilar la cinta transportadora con todas las cajas transitando sobre la misma.
El manejo de las emociones debe ser el primer punto a tratar por un líder empresario, deportivo o, en este caso, un líder de un país que busca volver al mundo como protagonista.
El efervescente “nuevo orden mundial”, que, por sus características, se renueva en todo momento sobre su marcha, no perdona. Los “clics” del poder pueden generar consecuencias impensadas.
A tomar nota.