
por Redacción
El Gobierno argentino indicó recientemente que "está en la recta final" de las negociaciones con el organismo y definió que un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) será el mecanismo jurídico para garantizar el aval interno al nuevo programa, mediante el cual se busca saldar además una deuda con el FMI estimada en unos 44.500 millones de dólares.
El presidente Javier Milei enfatizó que el monto a desembolsarse en el marco del acuerdo, cuyo monto aún no está definido, se orientará a un proceso de recompra, por parte del Tesoro, de títulos que están en manos del Banco Central (BCRA), una operación que además de sanear el balance de la autoridad monetaria contribuirá al objetivo de desaceleración inflacionaria en el país.
Además de la cancelación de la deuda al Banco Central, que el Gobierno ha insistido no implicará un mayor endeudamiento del Tesoro, sino un "cambio de acreedor" (ahora el FMI), el nuevo programa será clave para otras definiciones necesarias para la estabilidad económica del país, como lo son la disponibilidad de divisas para el pago de compromisos financieros con bonistas este año y el levantamiento de las restricciones cambiarias.
Respecto de este último punto, la eventual eliminación del "cepo" (restricción para la compra de moneda extranjera) abre el debate entre los economistas del país en torno al tipo de cambio, ya que mientras que unos afirman que se encuentra "apreciado" o contenido por la misma permanencia de las restricciones, desde el Ejecutivo se remite al ancla fiscal y monetaria para descartar un "cimbronazo" cambiario tras el acuerdo.
Para el economista Ricardo Delgado "a diferencia de otros momentos en los que se ha establecido acuerdos con el Fondo, este es un acuerdo que no se hace en medio de una crisis de balanza de pagos, lo cual es un dato no menor".
En diálogo reciente con Xinhua, el presidente de la consultora "Analytica", indicó que aunque Argentina necesita dólares, a diferencia de otros momentos, como por ejemplo de mediados de 2018, "no está en una crisis, ni evidencia una fuga de capitales masiva", no obstante, prevalece la dificultad del país para generar los dólares que requiere su economía.
"Es cierto que el Banco Central no tiene los dólares suficientes para que la economía opere normalmente y libremente, por eso sigue el cepo, que yo creo que es la gran discusión con el FMI hoy", señaló.
Algunos economistas aluden a las condiciones del nuevo préstamo del FMI y su impacto en los mercados, mientras que otro punto de discusión, considerando el "cambio de acreedor", es el tratamiento de la deuda.
Según la consultora 1816, citada por el diario Infobae, factores, como el tamaño del programa, el cronograma de desembolsos, las medidas o políticas y los condicionantes establecidos tanto en los vencimientos anuales como en las políticas asociadas al uso de los fondos determinarán la reacción de los mercados frente a un eventual entendimiento con el organismo.
El economista de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, citado por Ámbito, destacó que un acuerdo con el FMI será clave para que Argentina logre reducir su inflación a un solo dígito anual además de que permitirá al Gobierno cancelar deudas con el Banco Central y fortalecer las reservas.
Otros como el director asociado de la consultora EcoGo, Sebastián Menescaldi, citado por el diario Perfil, se refieren a las condiciones que exigirá el FMI como acreedor, distintas a las del Banco Central.
"La (deuda) de ahora no va a ser fácil de financiar y va a tener sus costos. El FMI pedirá condiciones que el BCRA no pedía por su deuda. Y también va a tener un costo en términos fiscales: se pagará una tasa de interés muy distinta a la que se tenía con el Central, que era casi nula", precisó.
El inminente acuerdo entre Argentina y el FMI se presenta como un paso crucial para la agenda económica del Gobierno. No obstante, aún no despeja incógnitas acerca de las condiciones que impondrá el organismo, su impacto en los mercados, así como la capacidad de Argentina para generar los dólares requeridos para su crecimiento a largo plazo.