
por Redacción
El analista añadió que:"Consulté al ingeniero Ricardo Barletta, un especialista en Geotecnia, ciencia que tiene que ver con el comportamiento de los suelos, quien advirtió que a pesar de la magnitud del fenómeno, si se hubiera trazado un Plan Director de ordenamiento hídrico, por lo menos se habría atenuado en parte el impacto del fenómeno y se hubiesen salvado vidas humanas.
Barletta, quien trabaja para una importante consultora nacional, además señaló que invertir dinero en ese proyecto permite establecer qué hacer y dónde antes que se desaten estos fenómenos meteorológicos, para que las alertas funcionen de manera efectiva y se puedan realizar las evacuaciones en las zonas rojas.
Hay que señalar que el presidente Javier Milei, prometió terminar con la obra pública, una bandera del kirchnerismo, porque la asocia con la corrupción, pero ahora deberá replantear la estrategia por lo sucedido en Bahía. Si vamos a los números, por ejemplo durante diciembre, la Casa Rosada no repartió ni un solo peso de aportes del tesoro y al cierre del año pasado acumuló un saldo sin distribuir entre los gobernadores de unos $700.000 millones, una suma enorme que se agrega a la lista de reclamos provinciales sin respuesta favorable por parte del gobierno.
La tragedia ocurrida en Bahía Blanca y la necesidad de reconstrucción de la ciudad (Nación anunció un fondo de $200.000 millones) reactualiza el debate abierto entre los gobernadores y el presidente Javier Milei en torno a la obra pública. La Rosada mantiene la decisión de que sean las provincias y los privados los que se encarguen de esas inversiones. Lo cierto es que, en los 15 meses de gestión libertaria, algunos mandatarios avanzan con trabajos pero la dinámica está lejos de la que necesita la Argentina para ganar competitividad. Nación y provincias firmaron acuerdos de transferencias de obras, pero son pocos los adelantos.
Lo que trascendió por estas horas, es que el gobierno prepara el fin de Vialidad, un ícono de la obra pública y la corrupción kirchnerista.
El organismo vial será fusionado con Corredores Viales y con la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Se dice que tendrá una estructura mucho más pequeña, desaparecen centenares de cargos jerárquicos y avanzará la privatización de las otras rutas que tienen peaje
Vialidad fue fundamental para la integración territorial de la Argentina. Cuna de ingenieros y proyectistas, con el tiempo se convirtió en el icono de la obra pública. Cuando el kirchnerismo llegó al poder, Vialidad Nacional, de ella se trata, fue el epicentro de licitaciones, amigos y retornos.
En este tiempo, en el que la red vial está destrozada, estatizada y sin proyección de mejora, el organismo quizá hizo su último aporte en su vida: bautizar a la causa penal donde la ex presidenta Cristina Kirchner está doblemente condenada por corrupción. Con ese legado, Vialidad Nacional está a punto de desaparecer. O al menos, de cambiar para ya no ser la que es actualmente.
En los primeros nueve meses de 2024, la inversión pública de la Nación cayó 79,5%, según la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) a partir de datos oficiales. La inversión total nacional —antes era el 60%—, provincial y municipal —que representaban el 40%— ya era baja, del 1,3% del PBI en 2023, frente al pico reciente del 3% de 2014 o al 6% que recomiendan organismos internacionales, pero al reducirse a un quinto estaría alrededor del 0,25%, menos que el piso último del 0,9% en 2019. “Es el nivel más bajo de la historia”, opina Ricardo Delgado, economista de la consultora Analytica y ex subsecretario de Coordinación de Obra Pública Federal en el gobierno de Mauricio Macri", finalizó el analista.