
por Redacción
Antes de la asunción del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se habían generado expectativas importantes en cuanto a posibilidades de negociar esquemas de libre comercio, pero, sin embargo, hasta ahora solo hay intenciones declarativas. El republicano profundiza su primer mandato, es decir, que edifica su modelo sobre la base de un proteccionismo extremo, buscando cerrar el déficit existente de EEUU con otros mercados. En ese marco, el economista Nicolás Vellini, en diálogo con Fabricio Moschettoni durante el streaming del sábado, “Es la economía, ¡Estúpido!”, lanzó una frase poderosa: “Trump es el primer peronista”.
Vellini consignó, en ese sentido: “siempre digo que (Donald) Trump es el primer peronista, no hay más peronista que Trump. El proteccionismo y el desarrollo industrial que quiere lograr a toda costa es tremendo”.
En cuanto al perfil económico de nuestro país, dijo: “esto es un dilema que tiene la economía argentina, te diría desde que Argentina es Argentina. Esta economía dual, de campo e industria, o extraccionista, o mano de obra y técnicamente intensa, que los gobiernos no han llegado a resolver. Después del kirchnerismo, en donde hubo una posibilidad de industrialización, que quedó igual a la deriva como quedaron otras, como las del peronismo, siempre por falta de dólares, por el cuello de botella que se hace, por la necesidad de pasar de nivel en la industria”.
El modelo industrial en Argentina se intentó en la década de 1940, luego con el presidente Juan Domingo Perón, y posteriormente con el presidente Arturo Frondizi, sin embargo, no se llegó a conseguir darle continuidad. En el siglo XXI, el ciclo kirchnerista también tuvo un intento fallido.
“Cuando uno planea industrializarse se pregunta qué se hace, por ejemplo, es como avanzar con la idea de tuercas para exportar, pero luego también (necesita) la máquina para las tuercas. Cuando se quiere hacer máquina y tuerca se necesitan muchos dólares porque se necesita traer gente de afuera, servicios de afuera, insumos de afuera para poder desarrollar una empresa que haga la máquina y además que haga la tuerca, y ese problema llevó a la Argentina de entrar en un modelo y salir del otro”, consignó.
En la misma línea, dijo: “eso es porque nos quedamos sin dólares, entonces cuando eso pasa viene el FMI, y cuando llega exige que se abra, que se habilite el carry y así la economía se recupera, pero no se puede pagar al FMI, se entra en default u otros problemas; además cada dos años hay una elección y eso es para replantearse porque un año antes te quedás sin respaldo político y tenés una corrida cultural con el dólar, porque cualquier cuestión te lleva al dólar, y eso no pasa en ningún país de Latinoamérica, nadie sale corriendo al dólar cuando hay un cambio de cuadro político, pero acá salimos corriendo, y eso genera inestabilidad”.
“Luego se entra en default, con el FMI y se busca arreglar con los países que prestan, en el medio se quedan generaciones a la deriva, sectores que uno no ve, pero nacen de cuestiones desiguales cuando suceden estas cosas. Luego la economía se reencarrila, pero cuando pasa eso nos vuelven a faltar los dólares, y además está el estilo de vida, recordemos que Cristina (Kirchner) pone el cepo cuando la balanza de turismo logra los diez mil millones de dólares, y hoy la tenemos en siete mil millones de dólares negativa”, dijo.
“No solamente crece la necesidad de dólares para comprar insumos, sino también la necesidad de dólares porque aumenta el salario real. Al aumentar el salario real, uno dice que antes salía una vez por semana a comer, y ahora puede salir cuatro, y luego piensa en que si en lugar de salir cuatro sale dos y con las otras dos salidas se ahorran para ir de viaje se agarran esos dólares y se los lleva”, ejemplificó.
La entrevista completa se puede ver en el canal Youtube.com/FabricioMoschettoni