Emprendedores y pymes: Largos años en la disyuntiva sobre ley y moral

El miércoles 28 de mayo se celebró un encuentro pro-iniciativa privada, en donde más de 300 emprendedores de todo el país tuvieron contacto con parlamentarios libertarios y aliados para interiorizarse sobre las próximas fases de la desregulación a nivel nacional, como los avances en materia de legislación para pymes, leyes anti-bloqueos, simplificación fiscal, y modernización tecnológica. El evento, celebrado en el auditorio de UCEMA (Universidad del Cema) fue organizado por UNEPP (Unión Nacional de Emprendedores, Pymes y Productores para reformas laborales, sindicales y tributarias pro-iniciativa privada), y contó con el apoyo de La Púrpura Pymes, el Movimiento Nacional Antibloqueo, Contemplatio Social, entre otros espacios.

Sistemáticamente, UNEPP viene nucleando a emprendedores de todo el país con consignas pro iniciativa privada, como son una simplificación tributaria, una reforma laboral innovadora, y abordar la cuestión sindical, que termina siendo una traba sistemática para que los emprendimientos sean competitivos, y por esa vía puedan crecer, abordar más mercados y generar mayor capacidad de puestos laborales directos e indirectos.

Los hombres del 53, una inspiración

Una reflexión interesante la dejó el economista pyme Gustavo “Lacha” Lázzari, al hablar del desafío de compatibilizar dos pilares importantes para una sociedad: ley y moral. Durante décadas, los argentinos de bien, y sobre todo los emprendedores, debían optar por uno de esos dos pilares, y la angustia los terminaba absorbiendo. El razonamiento de Lacha es filosófico, y oportuno compartirlo en sus palabras: “estando en una casa de estudio como esta (dijo por UCEMA), me permito citar a un pensador clásico (de 1850) que decía que ´cuando la ley y la moral se encuentran en contradicción, el hombre se encuentra ante la cruel disyuntiva de, o cumple la moral, con lo que viola la ley, o cumple la ley, con lo que viola su moral´”, y dijo que “en el mundo nuestro lo vemos todos los días”. Explicó que “esa contradicción dice que si se cumple la ley la familia no come, pero si se cumple con la moral está la tragedia de violar la ley. Gracias a Dios la gente eligió cumplir con la moral, por eso hay tanta informalidad, y con un Estado ridículamente grande creado por políticos y por muchos de nosotros”. Luego citó a Juan Bautista Alberdi, diciendo que “el que pide permiso, niega su libertad”, y dijo que “me costó mucho entender esa frase”, agregando que “nosotros no tenemos que pedir permisos. Cuando llega la lista de permisos debemos decir no, no, no”.

En ese contexto, recomendó tener la mesa de luz, además del fixture de fútbol (simpática ironía), “la Constitución y leer un artículo por día. Estos tipos la hicieron en 1853”, sentenció. En rigor, la Argentina que empieza a configurarse en ese punto de partida, y que se desarrolló en las décadas siguientes, fue fraguando un modelo nacional que contempló la consolidación de un sistema político, la definición de su matriz económica, políticas migratorias necesarias, y un criterio de educación que, incluso en nuestros días, lo sostenemos como un orgullo. Argentina se hizo grande con el espíritu de esa constitución, con los gobiernos de Bartolomé Mitre, Domingo Sarmiento y Nicolás Avellaneda, que fueron preparando el terreno para el ciclo de Julio Argentino Roca. Luego, llegó el siglo XX, un período en donde el país se confundió entre varios populismos que lo hicieron descarrilar.

El padecimiento de décadas entre ley o moral, que graficó tan brillantemente Lacha, es lo que tiene que ser superado para que nunca más sea parte del día a día de un emprendedor. No solo es misión del gobierno nacional desregular y trabajar a favor de la iniciativa privada, sino de las provincias, que lamentablemente en su gran mayoría, siguen prefiriendo una formación feudal; y de los municipios, en donde un buen número de sus intendentes, no dudan un instante en colocar tasas para todo, y así sostener enormes aparatos políticos, negando servicios indispensables a los habitantes.

Desde un grupo de trabajo que me honra pertenecer, La Plata 4.0, tenemos el firme compromiso de pensar estados municipales diferentes, que tengan una reconversión de su estructura burocrática disminuyendo los staff de funcionarios y llegando al metro cuadrado con tecnología accesible, dando más transparencia a las licitaciones, promocionando la formación educativa tecnológica para primeros empleos, simplificando el digesto en el Concejo Deliberante (menos ordenanzas obsoletas y mejores ordenamientos), y eliminando las tasas prácticamente por completo. ¿Se puede? Demostramos que sí.

Un largo camino que todavía falta transitar

El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, abrió el encuentro haciendo memoria que, en marzo del año pasado, oportunidad en la que fue invitado por UNEPP para exponer sobre los mismos temas, ni siquiera había Ley Bases, y recordó lo costoso que fue para el gobierno avanzar en distintas cuestiones vinculadas a ordenar legislaciones dese el plano legislativo. En rigor, el núcleo fuerte de las reformas fue sostenidos en el parlamento por La Libertad Avanza y sus aliados directos, y el PRO, pero ese conjunto de legisladores todavía estaba lejos de conseguir 129, número indicado para comenzar los tratamientos por lo que hubo esfuerzos sostenidos para persuadir a más aliados que respalden el cambio. 

En ese contexto, se destacó la acción del presidente Javier Milei de confiar una profunda reforma de desregulación a Federico Sturzennerger, a quien le quedan alrededor de 40 días para terminar esta etapa de delegaciones para ordenar el increíble desorden. Sin embargo, entre los libertarios y liberales hay confianza con el año electoral, y consideran que podrían tener más respaldo de la ciudadanía para sumar diputados y dar más velocidad a los cambios que se delinearon. Para un nuevo Congreso, posiblemente temas como reforma sindical, reforma laboral y previsional serán prioridades. Esa cuestión la marcará el tiempo político del gobierno nacional.

En tanto, dijo que “lo que nos pidió la gente hemos pedido bastante: ordenar economía, terminar con los piquetes y terminar con los privilegios”, y además destacó los recortes realizados para garantizar el “achicamiento del Estado”. Como emprendedor, Menem dijo que “estoy viendo estas transformaciones con alegría, empezar a ver que vamos teniendo rasgos de países normales”, y dijo que las transformaciones se dieron “a pesar de intentos desestabilizadores violentos”.

Agregó que en este tiempo el gobierno buscó sacarles presión a los contribuyentes, y dijo que “como emprendedor estoy convencido que este es el camino y que esto recién empieza. Esto se sostiene si estamos todos dispuestos a dar la batalla cultural. Hay dos caminos paralelos: la gestión y la batalla cultural”, la que, dijo, “no es solo 2025, sino 2027, 2029, 2031”.

Acciones sindicales con actitudes mafiosas que impiden el progreso

Luego fue el turno de la diputada Verónica Razzini, quien sostuvo que “soy una de ustedes que llegó a la Cámara de Diputados. Nos trajo acá un sueño de libertad. Me gusta contar cómo emprendimos este camino como cuando en la empresa de mi familia tuvimos en 2020 un bloque de camioneros que duró tres meses, y decidimos dar la batalla. Ganamos en la justicia laboral, que era algo impensado, y eso nos dio el puntapié para formar el Movimiento Nacional Antibloqueo, que formó un antes y un después en Argentina porque el Estado no nos acompañaba, tampoco la justicia, lo hicimos solos”.

“Recorrimos muchas provincias. Armamos un protocolo para ayudar a empresarios cuando se quedaban solos luchando conta la mafia sindical. Nos enfrentamos a la corporación sindical y poderosa de la Argentina”, puntualizó.

En ese sentido, destacó en más de una oportunidad la necesidad de que los emprendedores participen en política: “es la única forma que tenemos de cambiar la realidad que tuvimos hace años. Hoy vemos la luz: tuvimos mi primer proyecto en favor de las pymes que se incorporó en la Ley Bases. Seguimos caminando y vamos a ir por todo lo que quedó por fuera en la modernización de la Ley Bases el año pasado”. Dijo que el planteo ahora es la legislación “para ponerle freno a los juicios laborales que quiebran pymes en Argentina”.

También se está debatiendo en comisiones su proyecto de darle una connotación penal a los bloques sindicales: “es mi gran desafío, esperemos que pronto tengamos dictamen para tratarlo en recinto. Hay que llevar detrás de las rejas (a los protagonistas). En mi caso hasta balearon las puertas de mi empresa por ayudar a otro. Hoy estamos con un gobierno comprometido, y tenemos un gabinete antibloqueo en el Gobierno. Estoy orgullosa por el espacio que me dio la ministra de Seguridad (Patricia Bullrich)”.

Impulso PyMe, justo y necesario

Luego, Paula Omodeo, desarrolló el proyecto Impulso PyMe, que elaboró junto a Verónica Razzini. “Tenemos que ser los representantes de los que trabajan, de los que emprenden”, dijo en relación con el trabajo de varios legisladores que no son del mismo espacio, pero tienen coincidencias. La legisladora se refirió a los regímenes de promoción a industrias, y mostró un gráfico en donde se observaba la diferencia enorme entre distintos rubros de la economía: “pueden ver la discriminación y la asimetría. Muestra la injusticia, como hay sectores como agricultura o alimentos discriminados”.

“No podemos seguir pensando que podemos sacar adelante pymes con regímenes que eran beneficios para muy poquitos fondeados por empresas pymes que dan trabajo al 80% del país”, sostuvo, y entonces dijo que “por eso con Verónica (Ranzzini) dijimos que queríamos cambiar el paradigma”. La diputada hizo un pormenorizado informe técnico sobre el estado de las pymes, su situación económica y financiera, y el tratamiento que el Estado les venía dando.

“Así surgió la Ley de Impulso Pyme que presentamos con la diputada Razzini y tuvo apoyo de todos los bloques como LLA, Pro, radicalismo, Encuentro Federal, obviamente Creo”, y resumió en una sola idea: “es impacto cien, o sea si alguien me compra cien pesos en mi cuenta entran cien pesos”. Destacó la necesidad de desregulación administrativa, y de seguir profundizando: “aplicamos para el universo pyme el mismo método” que hizo el ministro Federico Sturzenegger para el conjunto de la economía.

Modernizar, la clave de la competitividad

Más adelante, el diputado Gabriel Chumpitaz, se refirió a la modernización al servicio de las pymes, aunque anteriormente sostuvo que “hay una batalla cultural que estamos dando y que nos permite tener foros y discusiones, también charlas como estas para discutir sistema tributario, el tema de los bloqueos sindicales, y demás. Hay un cambio de paradigma”.

Luego dijo que, en ese marco, trabaja en proyectos que tiene que ver con el futuro, y en este caso “la inteligencia artificial”, por lo que presentó un proyecto para reducir el estado mediante esta implementación tecnológica: “primero presentamos un plan nacional de IA, y luego la idea de un ministerio que no tenga costo, es decir, una herramienta para reducir costos del Estado”.

Con el plan de inteligencia artificial, busca “trabajar en sistemas tributarios justos, sistemas laborales justos” entre otras cuestiones. Dijo que para sostener el proyecto se eliminarían programas que no benefician a nadie en la actualidad. “Hablamos de adaptar la motosierra para beneficiar empresas, con transformación laboral y educativa”, dijo.

En el programa se intenta “modificar licitaciones públicas transparentes, reducir personal para terminar como la modalidad selectiva que tiene la política con amiguismo, punteros o vecinos”.

El legislador pidió “una cortadora de láser de presión, o sea motosierra más precisa porque hay lugares en el Estado que todavía hay pícaros. Tenemos que ir a una cortadora con Estado más eficiente mejorando procesos, auditando costos, terminando con amiguismo”, entre otras cuestiones.

Como beneficio para pymes, dijo que “generar más competitividad usando la inteligencia artificial, y también gestión de talentos. También trasformar la gestión laboral y educativa”.

Una Argentina competitiva y próspera

Lo que viene, según lo anunció Hernán Seivane al cerrar el evento de UNEPP, es un gran congreso del MEAB para los próximos meses, oportunidad en donde se van a profundizar los temas abordados. El verdadero desafío no es solo modificar leyes, sino transformar una mentalidad arraigada en la dependencia estatal. Para que las pymes y los emprendedores florezcan, es indispensable que las provincias y municipios abandonen prácticas feudales y se sumen a la ola de modernización. Al mismo tiempo, construir una cultura que valore la iniciativa privada y el esfuerzo emprendedor es fundamental para garantizar que estos cambios no sean solo coyunturales, sino que se sostengan en el tiempo y generen una Argentina más competitiva y próspera.