
por Redacción
Pablo estaba a cargo del área de prótesis del hospital y además era estudiante de la carrera de biotecnología en la UNLP.
Desde el hall del hospital, los allegados de Pablo manifestaron que “era un buen compañero y una gran persona”. Natalia, con quien compartía tareas, destacó a través del móvil de la Radio Pública de la Provincia de Buenos Aires que “una parte de los trabajadores se fue con él”, y pidió “que se haga justicia por Pablo. Siempre ayudó a todos en el vacunatorio. Luego se encargaba de las prótesis”, y siempre trabajó con “un abrazo y una sonrisa”, recordó.
Otra compañera de trabajo subrayó que la noticia “nos cayó muy mal y estamos acompañando este pedido y esperamos que se aclare qué es lo que sucedió”, porque “no vamos a parar hasta que se haga justicia”.
Según indicaron, no descartan que se haya tratado de un intento de robo, ya que no encontraron su teléfono celular, a pesar de que la puerta de ingreso no estaba forzada. El crimen del joven docente y trabajador de la Facultad de Ciencias Exactas, plantea varias hipótesis de investigación, y no se descarta que conociera al homicida. Aún no hay detenidos y se avanza en la recolección de pruebas.
Mieres, quien de acuerdo a la autopsia murió de asfixia mecánica por estrangulamiento, habría sido ahorcado con una remera en su propia casa. El dato que llamó la atención de la pesquisa es que la puerta no estaba forzada. En esa línea, si bien faltaron algunas pertenencias de valor del muchacho, los investigadores creen que podría haber existido algún tipo de cita pautada de antemano con el asesino, ya que no había señales de ingreso forzado, lo que sugiere que la víctima no se sintió amenazada al momento de abrir la puerta.