
por Redacción
El analista añadió que: "Según algunos encuestadores, los decepcionados del gobierno es un segmento del electorado que crece, especialmente entre las mujeres. Uno de estos hombres que habitualmente mide el humor ciudadano, reveló que una de las razones de la decepción es la violencia del discurso presidencial, plagado de una suerte de canibalismo verbal hacia sus adversarios.
El dato demuestra que no hay ningún instrumento político que sea eficaz en todo tiempo y lugar. El discurso desbordado de odio sirvió para canalizar la rabia que habitaba el alma de la mayoría de la sociedad argentina en 2023. Pero han pasado 18 meses y los sentimientos dominantes cambiaron. Otro punto que genera decepción es que el dinero no alcanza, aunque haya bajado la inflación, y crece el miedo a perder el empleo a medida que el modelo económico del presidente destruye el aparato productivo.
¿Por qué desde la residencia de la calle 6 miran la opción electoral Somos Buenos Aires más al detalle? Porque el conglomerado de partidos les puede generar un dolor de cabeza inesperado. La sumatoria de espacios chicos que estaban sueltos, más algunos actores con alto grado de conocimiento y con el apoyo de un grupo importante de intendentes, puede ser una vía para que el electorado canalice su descontento.
Algunos especialistas sostienen que "Ese espacio puede cautivar a los que sienten que votar al kirchnerismo es volver atrás y a los que el Gobierno todavía no los terminó de abrazar porque no ven la tierra prometida de la que tanto habló Milei".
En esta constelación de partidos, los nombres propios son claves: el intendente de Tigre, Julio Zamora, los diputados Emilio Monzó y Florencio Randazzo; el dirigente Juan Zabaleta; los radicales de Miguel Fernández, Facundo Manes, Pablo Domenichini -apoyados por Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti-; la Coalición Cívica de Elisa Carrió; el GEN de Margarita Stolbizer; el Socialismo; y el intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos. Tras bambalinas, el cordobés Juan Schiaretti, incansable arquitecto del centro.
En lo formal, la Junta Electoral bonaerense reconoció a “Somos Buenos Aires” con los siguientes partidos: Unión Cívica Radical, Partido Coalición Cívica - Afirmación para una República Igualitaria ARI, Partido GEN, Partido Socialista, Partido del Diálogo, Partido Política Abierta para la Integridad Social, Partido Nuevo País, Partido Hacemos, Partido Movimiento de Integración Federal, Partido LIBER.AR, Agrupación Vecinal Proyecto Brown, Podemos Azul, Acción por Lincoln, Acción para el Desarrollo Bragado.
En diversas encuestas que son consumidas por el “círculo rojo” bonaerense, La Libertad Avanza y Fuerza Patria -nomenclaturas formales de libertarios y peronistas- concentran el 80% de las preferencias. El desafío que tiene la “tercera vía” es captar la mayor cantidad de votos disponibles. Son los decepcionados de ambos bandos.
En marcha está una negociación trabajosa para armar ese rompecabezas de lealtades lábiles. “Hay muchos egos, pero en todos está el convencimiento de que esta alternativa puede dar la sorpresa”, revela uno de los armadores que participa de las deliberaciones.
Como ya es harto conocido, estos comicios tienen la singularidad de que cada una de las ocho secciones electorales tendrán un valor intrínseco. En la Primera y en la Tercera, se concentra más del 70 por ciento de los votos de la provincia. Son 10 millones de personas habilitadas -cinco millones en cada una- pero las otras seis tendrán su propia dinámica. Y están las listas de 135 municipios, donde cada intendente puede definir su liderazgo.
“La prioridad para armar las listas la van a tener los intendentes y los que tengan peso territorial. En la Primera tiene un peso decisivo Zamora, de Tigre; en la Tercera tiene mucho predicamento Monzó, en la Cuarta, Britos; en la Quinta el intendente de Tandil, Miguel Ángel Lunghi; en la Séptima los intendentes de 25 de Mayo o Roque Pérez; en la Octava el radicalismo y el peronismo”, explican las fuentes.
Aclaran que algunos de los mencionados pueden ser candidatos o ser quienes decidan los nombres que integrarán las listas que deberán presentarse este sábado, como máximo, a las 23:59. Es un clima de tensión inevitable, del que no están exentos ni los libertarios ni el peronismo.
En el peronismo miran los movimientos de los propios. Los que son peronistas, pero no están dentro de la nueva alianza. Sobre todo lo que hacen los intendentes Julio Zamora (Tigre) y Fernando Gray (Esteban Echeverría), que pueden encabezar listas en la primera y la tercera sección, respectivamente.
El caso de Zamora es el que está más definido. Tiene decidido competir como primer candidato a senador y, junto al ex intendente de Hurlingham Juan Zabaleta, militar la propuesta en la sección con mayor cantidad de electores de la provincia de Buenos Aires.
Zamora es uno de los armadores más influyentes en esta experiencia política. Tiene una de las lapiceras importantes dentro de la alianza y está tratando de tejer alianzas a toda velocidad para presentar una estructura electoral lo más sólida posible.
Gray aún no es parte de Somos Buenos Aires. Aunque en la rosca política gran parte de la dirigencia da por sentado que va a formar parte de la alianza, el jefe comunal aún no definió su futuro. No queda mucho tiempo. Este sábado se cierran las listas y debe definirse. En su entorno aseguran que en la elección bonaerense o en la nacional, va a terminar siendo candidato.
"La conformación de Somos Buenos Aires es el resultado de un trabajo conjunto que tiene como principal objetivo la defensa de la educación pública, los derechos sociales, la salud y la institucionalidad democrática", aseguraron voceros del espacio y agregaron: "Este frente expresa una nueva esperanza para quienes no se sienten representados por los extremos. Nuestra prioridad es poner en el centro los problemas reales de la gente y trabajar en un proyecto que recupere el diálogo, la producción, la educación y el desarrollo con equidad".
Durante el fin de semana, un viejo barón del conurbano que gobernó durante 24 años en Merlo, Raúl Othacehé, había anunciado su incorporación a Somos Buenos Aires por intermedio del ala peronista de esa alianza. Sin embargo, su incorporación fue vetada por los radicales".