
por Redacción
El analista añadió que: "Esta movida deja en claro que Cristina Kirchner sigue siendo la conductora del movimiento y a veces lo demuestra hasta con una cuota de sadismo. Por ejemplo, armó una lista de candidatos a diputados nacionales por el peronismo bonaerense con el convencimiento de que va a ser derrotada. Por eso aceptó ubicar a Jorge Taiana al tope de la nómina y cortó de cuajo la intención de su hijo Máximo y de Sergio Massa de encabezar la boleta de Fuerza Patria.
Aunque cuesta creerlo, para algunos sectores el jefe de La Cámpora quizás fue uno de los derrotados en la nómina de candidatos que dispuso la expresidenta. "No es tan difícil de entender, vamos a perder y sí Máximo lideraba la lista se prestaba a convalidar la condena a Cristina", sostuvo uno de los dirigentes más cercanos a la expresidenta. En cambio, en la previa a la definición de las listas, otros dirigentes del PJ provincial interpretaban como una especie de globo de ensayo el operativo clamor por una postulación del líder camporista.
Hay quienes creen leer que con Taiana, Cristina también se la cobró a Axel Kicillof. El gobernador había propuesto al ex canciller temiendo que allí pusieran a Juan Grabois o a Máximo. Al principio la ex presidenta lo rechazó. Pero todo cambió cuando se persuadió de la derrota y lo puso como cabeza. "Díganle a Kicillof que cuenta como uno de él", transmitió por uno de los suyos.
El mandatario bonaerense había pedido cuatro lugares. El que lidera la lista vale doble. Le pagaron con Taiana, el hijo de Hugo Moyano (el abogado Huguito Moyano) y el referente de la CTA Hugo Yasky.
Los que hablan con ella, aseguran que Cristina no está pensando tanto en derrotar a Javier Milei. Su preocupación es construir poder para la pelea interna con Kicillof. De ahí, que el gran ganador del cierre fue Grabois. Le dio el tercer puesto, otro lugar para su lugarteniente Fernanda Miño y la cabeza de la lista porteña de diputados, que ocupa Itaí Hagman.
Empoderar a Grabois significa mojarle la oreja a Kicillof, que busca no tener competidores en la carrera presidencial. Si fuera por los Kirchner, Grabois sería un candidato a Presidente mucho más aceptado que el gobernador, a quien siguen despreciando desde cuando le hizo el caldo al riojano Ricardo Quintela para que compita contra Cristina en el PJ. Ese sentimiento de repulsión no tendría vuelta atrás", finalizó el analista.