11/09/2025 - Edición Nº3458

Economía

Energía

Suba en biocombustibles: más presión sobre los precios en surtidores

08:43 | El Gobierno nacional autorizó nuevas subas en los valores del biodiesel y el bioetanol, utilizados en la mezcla obligatoria con naftas y gasoil. Las petroleras trasladan estos aumentos de forma directa al precio final que pagan los automovilistas, generando una nueva presión sobre el bolsillo en medio de la escalada inflacionaria.


por Redacción


Las resoluciones 367, 368 y 369/2025, publicadas este jueves en el Boletín Oficial con la firma de la secretaria de Energía, María Carmen Tettamanti, establecen un incremento promedio del 4% respecto a los valores vigentes en agosto. El biodiesel se fijó en $1.408.687 por tonelada, el bioetanol de caña en $857,006 por litro y el derivado de maíz en $785,468 por litro.

Estas actualizaciones se enmarcan en la Ley 27.640 de Biocombustibles, que faculta a la Secretaría de Energía a revisar periódicamente los precios de referencia cuando se desalinean de los costos reales de producción o generan distorsiones en el mercado.

Sin embargo, el ajuste llega en medio de una fuerte controversia con las cámaras empresarias del sector. La Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer) y la Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados (Capba) intimaron esta semana al Gobierno mediante una carta documento, exigiendo la publicación inmediata de los valores correspondientes a septiembre. Denuncian que la aplicación parcial de la fórmula oficial provocó un quebranto operativo de 45,5 millones de dólares y pérdidas acumuladas por más de 78 millones desde mediados de 2024.

Según el sitio especializado Surtidores, citado por minutouno.com, el sector privado sostiene que el biodiesel reemplaza gasoil importado en dólares, por lo que su precio debería expresarse en esa moneda. Afirman que el tipo de cambio oficial penaliza a los productores y elimina cualquier margen de rentabilidad.

Además, advierten que esta situación compromete el equilibrio económico de las plantas, genera descapitalización y pone en riesgo la continuidad de inversiones y empleos en el sector. La tensión entre el Gobierno y los productores de biocombustibles se suma a un escenario de alta sensibilidad en el mercado energético, donde cada ajuste impacta directamente en los precios al consumidor.