
por Jorge Joury *
A veces resulta difícil interpretar a la política y ver de qué manera se recrean sus personajes después del diluvio. Hace una semana el gobierno hacía agua y Cristina Kirchner vaticinaba que "había olor a default" para empujar a Javier Milei al abismo, pero le falló el olfato. Sobre la hora llegó el salvavidas de Donald Trump y Milei resucitó. Hoy muchos nos preguntamos: ¿Qué hay detrás de esta generosidad del país del Norte? Esa es la pregunta del millón, guardada bajo siete llaves. A la luz del día, lo que Estados Unidos hará es darle a la Argentina el rescate que necesita para evitar el default hasta 2026. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, anunció que está negociando con el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, la suma de USD 20.000 millones con la que asistirá al gobierno argentino a través del Fondo de Estabilización Extranjera (ESF) en línea tipo swap, además de una compra de bonos en dólares de la que aún no se conocen detalles. Lo que quiere Trump entre líneas, es que Milei se aparte de negociar con China como hizo Lula en Brasil. Eso le da a la Argentina la categoría de aliado principal en el continente. Pero la asistencia financiera que prometió Estados Unidos viene con una condición: que Milei logre mantener la estabilidad política y el control en el Congreso.Significa que tendrá que fortalecer el diálogo con los gobernadores y cambiar de estrategia.
No obstante, en el acuerdo sobrevuelan algunas sospechas de cumplimiento mucho más dudoso. Por ejemplo, la pretensión del gobierno norteamericano de que empresas de su país adquieran reservas mineras en la Argentina. Sobre todo de las valiosas tierras raras que son un insumo estratégico de la industria digital. En esta materia es poco lo que Milei puede prometer. Los recursos del subsuelo son de las provincias. ¿Será por eso que el nuevo embajador de Trump, Peter Lamelas, dijo que las recorrería una por una?
Uno de los pedidos centrales de Washington en el acuerdo es que Milei articule acuerdos políticos, en vez de romper puentes. Ya en encuentros técnicos con el FMI también le habían solicitado al "mago" Caputo intentar recrear un escenario de alianzas, dado que el Gobierno tiene una debilidad estructural y además inexplicablemente decidió entrar en guerra hasta con los más aliados.
Hay que decir que Argentina es el país que acumula la mayor deuda con el FMI: más de USD 60.000 millones, tres veces más que Ucrania, que atraviesa una cruenta guerra.
En este contexto, el monto que llega desde el Norte coincide con la suma que tiene que pagar el Estado en vencimientos de moneda extranjera y otras necesidades de divisas en los próximos 15 meses por USD 20.773 millones, según calculó la consultora Eco Go. Hasta diciembre quedan por pagar USD 2.200 millones entre compromisos con Bopreales y el préstamo con bancos internacionales. En enero llega una de las sumas más fuertes: USD 4.200 millones en manos de bonistas privados. El otro es en julio, por USD 4.044 millones. Con la suma de organismos internacionales y compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el total del año próximo asciende a USD 18.182 millones.
La ayuda de Trump llegó cuando el barco estaba a punto de naufragar y le da al Gobierno una oportunidad de recrearse y salir adelante. Pero tendrá que acomodar el dólar, aunque como compensación, podrían pedir un aumento de la divisa y que, por ende, haya una devaluación controlada. Nada es gratis. Aún no sabemos lo qué se está negociando en la entretela y lo que van a pedir a cambio, pero nos preguntamos si Milei va a aprender del susto del naufragio o no. En estas circunstancias, lo primero que hay que dejar de lado es la euforia. El equipo libertario necesita un baño de humildad, tomar por el camino de la honestidad intelectual, recuperar el diálogo con la oposición y dejar de lado la soberbia y las ofensas para la política. No más "mandriles" y "degenerados fiscales". Además, lo primero que debe hacer el ministro Caputo, es una autocrítica de su desafortunada frase del "comprá campeón" porque le salió mal la jugada con el dólar y se quedó sin reservas.Ahora hay que aprender de lo que se hizo mal y poner todas las fichas en lo que será la segunda etapa del Gobierno. Ya no sirve decir "es violeta o nada". Esa es una carta perdedora y se vio en las urnas. Hay que tener en cuenta que un 80%, las personas que votaron al gobierno en estas últimas elecciones se abstuvieron porque están muy decepcionadas. Hubo un voto castigo porque se dieron cuenta que la motosierra los afectaba. La economía real fue descuidada por el modelo y ahora hay que ver cómo la arreglan, en vísperas de una nueva elección, poniéndole un poco más de plata a la gente en el bolsillo.
El Presidente debe entender que la culpa no es siempre del otro, sino de ellos. La Casa Rosada acusa sufrir ataques especulativos, pero siempre los hubo. Reiteradamente, son culpa de las malas acciones que genera el oficialismo. Decían que el bloque del Congreso se volvió destituyente y no es así. Milei lo que hizo fue traicionar a los propios y ningunear a los socios. No solo hay inflación reprimida, sino también rencor reprimido que pasa factura.
Milei debe entender que el kirchnerismo es un activo para el Gobierno frente a las elecciones de octubre porque son las mismas caras del fracaso. Están Massa y Cristina Kirchner, que ayuda a Milei cada vez que tuitea. No obstante, los mercados internacionales apostaron a una devaluación del peso luego de las elecciones de octubre. La ex número dos del FMI, Gita Gopinath, celebró el apoyo del Tesoro de Estados Unidos, pero advirtió que "un progreso duradero requerirá que Argentina adopte un régimen cambiario más flexible, acumule reservas y genere apoyo para sus reformas internamente".
Con esa frase, Gopinath dejó al descubierto el malestar que existe en el Fondo Monetario Internacional con las intervenciones que Toto Caputo realiza en el mercado para mantener controlado el precio del dólar, a costa de quemar reservas, que no tiene.
En el plano internacional, medios como el Financial Times (FT), el diario de negocios más importante del mundo, trazó un diagnóstico duro sobre el programa económico de Milei. En un artículo titulado "US support is only a temporary fix for Argentina", sostuvo que aunque el respaldo del Tesoro puede calmar los mercados a corto plazo, "este tipo de intervención solo consigue comprar tiempo, pero no resuelve las contradicciones de fondo del modelo económico argentino".
En esa dirección se advierte que, sin cambios estructurales, esa calma puede evaporarse rápidamente. El país podría verse obligado a devaluar para restaurar su competitividad externa y aliviar la presión sobre sus reservas.
Además, el medio advirtió sobre riesgos políticos, así como el desgaste interno que sufriría un gobierno si la devaluación golpea el poder adquisitivo y corroe la legitimidad social. Un diagnóstico similar trazó el Wall Street Journal, que alertó sobre la pérdida de respaldo popular de lo que llamó "La Revolución Milei".
Para cerrar, la agencia Bloomberg, el otro gran medio de referencia de las finanzas internacionales también publicó un artículo demoledor por la adicción argentina a tomar deuda, defaultearla, pisar el tipo de cambio y luego devaluar. Al gobierno hay que reconocerle que la pobreza sigue bajando.La última estadística dice que descendió 7 puntos, lo cual habla de que aún hay 15 millones de personas en la pobreza. El dato es alentador, pero cada vez hay más personas que no llegan a fin de mes.Otro tiro en los pies del gobierno fue el autosabotaje con las retenciones cero, que solo terminaron beneficiando a los grandes pules de siembra que hicieron el gran negocio, pero dejaron con la pera temblando a los productores, los eventuales votantes de Milei que quedaron indignados por el golpe bajo.
Ahora el Presidente tiene el supremo desafío de ponerse a transpirar la camiseta porque tiene en sus listas candidatos que nadie conoce. Recorrerá parte del país visitando entre ocho y diez distritos que están definidos, pero la lista sigue guardada. Regresaría a Córdoba, tiene un acto ya previsto en la Ciudad de Buenos Aires, pondría un pie en el territorio bonaerense y en Santa Fe. No hay un patrón claro de estrategia. En todos esos lugares se presume que habrá resultados disímiles y según las encuestas podría sufrir varios golpes y hasta salir tercero en algunos territorios. Todo está por verse.
*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".