20/10/2025 - Edición Nº3497

Politica

Análisis radial

"Un lobbista de Trump opera a Milei", dijo Jorge Joury por la FM 98.9 y Pinamar TV

10:00 | "Hoy podríamos decir sin temor a equivocarnos que el gobierno argentino está intervenido por EE.UU y forzado a abrir su gabinete para realizar un cambio de funcionarios para después de la elección. El mensaje no solo viene desde Washington, sino que además desde adentro del poder libertario y el macrismo. Barry Bennett es el lobbista que ha puesto Trump y es el que baja línea directa al gobierno en cada paso que se da". Así lo señaló Jorge Joury en el programa "A las cosas por su nombre", que conduce Hugo Manzo por la FM 98.9 y Pinamar TV.


por Redacción


El analista añadió que: "Bennett, realizó reuniones secretas con Ritondo, Pichetto y De Loredo y "empodera" a Santiago Caputo como la espada libertaria  más filosa para la próxima etapa. Además, su inmediato objetivo será traer a Trump al país en diciembre.
La definición de la encrucijada que enfrenta la Argentina en estas elecciones la dio  Donald Trump anoche al señalar que : "La Argentina está luchando por su vida. Nada los está beneficiando ¿Entiendes lo que significa? No tienen dinero, no tienen nada, están luchando duro por sobrevivir”, dijo.
Pero atención que la generosidad del presidente norteamiericano está condicionada a un triunfo de Milei en las elecciones del próximo domingo. Eso es lo que inquieta a los mercados, por eso sube el dólar.  Es obvio que la gente se protege ante lo imprevisto, porque no conoce el plan futuro del gobierno.
Milei recibió un respaldo sin precedentes de Estados Unidos, pero las palabras de Trump generaron ruido en medio de la campaña. Más allá del resultado de las elecciones, el Gobierno no podrá desatender el mandato que baja del norte de ampliar su base de sustentación para lograr las leyes necesarias para la transformación.
El vertiginoso curso de los acontecimientos preelectorales logró convertir la elección de medio término en un todo o nada. Es una suerte de plebiscito de la gestión libertaria, un ballotage de último minuto cuyo resultado definirá de manera tajante el rumbo y destino del país.
Donald Trump recibió a Milei subido a un tsunami de gloria. Ocurrió apenas horas después de recibir un encendido homenaje global por haber logrado el acuerdo que permitió el intercambio de los rehenes en manos de Hamas contra la liberación de los palestinos detenidos en Israel. De Tel Aviv a Sharm El-Sheikh, Trump solo supo de reconocimientos y pleitesía.
Así se vio a un Trump exultante, dispuesto a degustar su mejor momento, fue quien recibió a la comitiva argentina bajo el formato “uno más seis”: seis funcionarios por cada presidente. El pretendido almuerzo mutó en una inédita conferencia de prensa en la que solo Trump y sus funcionarios contestaron preguntas por algo más de una hora.
Milei y los suyos quedaron de espaldas a la prensa. Apenas se los vio. En el centro de la escena, Trump llenó de elogios al libertario y ratificó su apoyo al rumbo de gobierno. Pero la cosa no quedó ahí.
“Si Milei no gana, no seremos igual de generosos con Argentina, nuestras decisiones están sujetas a quien gane las elecciones”, respondió con la frescura e irreverencia que le son propias ante la pregunta de un periodista argentino.
El presidente norteamericano no pudo ser más explícito. Los mercados reaccionaron en cuestión de segundos: las acciones de las principales empresas argentinas se derrumbaron y los dólares se dispararon. Eso hizo que funcionarios y analistas no lograron emerger de un estado de perplejidad.Trump asestó un golpe fatal a la estrategia intervencionista de Scott Bessent, quien tras anunciar que se haría todo lo que fuera necesario para sostener la economía argentina compró pesos para enfriar la estampida cambiaria. Un hecho que no registra precedentes.
Bessent había construido con precisión quirúrgica una operación de rescate económico inédita. Trump, en cinco segundos, la pulverizó con un comentario improvisado. Dos estilos de poder norteamericano chocando sobre el tablero argentino.
La reinterpretación de los dichos de Trump consumió por horas la energía de propios y extraños. Los esfuerzos de Santiago Caputo por instalar la idea de que Trump se refería a las elecciones presidenciales del 27 se estrellaron contra el inmediato posteo del presidente norteamericano, donde quedó claro, en perfecto inglés que hablaba de las elecciones de medio término del próximo domingo.
Si Trump no sabía efectivamente que el 26 solo se eligen legisladores, y si el tuit posterior fue solo para no quedar descolocado, es a esta altura irrelevante. El daño quedó hecho.
El hombre más poderoso del mundo no se anduvo con vueltas. Confirmó que no está apoyando a la Argentina, sino al rumbo de la política económica que propone el libertario; que considera a Milei un referente y aliado de lo que quiere para la región, y que está dispuesto a auxiliarlo económicamente si, y solo si, gana las elecciones y logra sostenerse en el poder para imponer los cambios que se necesitan.
Quedó en claro que Milei no solo debe asegurar con el resultado electoral que podrá sostener el rumbo económico planteado y las leyes de segunda generación, sino que además está obligado a mantener su base de sustentación política mediante alianzas o acuerdos firmes con sus aliados de la oposición.
Macri tomó rápidamente nota de estos requerimientos. Mediante un texto difundido en redes sociales pidió al gobierno que, después del 26, convoque a un diálogo con humildad y honestidad para “construir una nueva mayoría".
Pase lo que pase el próximo domingo , Javier Milei emergerá de las elecciones condicionado. No podrá desatender el mandato que baja del norte de ampliar su base de sustentación. Deberá moderar sus modos y encontrar la manera de imponer sus políticas sin humillar ni someter",
finalizó el analista.

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