28/10/2025 - Edición Nº3505

Tecno

Lanzhou

Tecnología fotovoltaica combate desertificación y genera beneficios ecológicos y económicos en regiones áridas del oeste de China

07:21 | Xinhua -- A finales de otoño, el sol del mediodía aún es cegador en un desierto de Gobi, en el oeste de China, donde con el azul del cielo y el dorado de la arena como telón de fondo, hileras e hileras de paneles fotovoltaicos se extienden hacia el corazón de la extensa superficie arenosa.


por Redacción


En los últimos años, en numerosas regiones desérticas del oeste chino, las comunidades han conseguido un doble beneficio ecológico y económico gracias a la construcción de proyectos fotovoltaicos, desde la periferia del desierto hasta su interior.

Por encima de los paneles, la electricidad alimenta la red energética; por debajo, se siembran plantas para estabilizar la arena. En el parque fotovoltaico de demostración para el control de la desertificación Jiuduntan, situado en el distrito de Liangzhou de la ciudad de Wuwei, provincia de Gansu, en el extremo sureste del desierto de Tengger, los trabajadores se inclinan para mantener las tuberías de riego enterradas bajo los paneles.

Qin Zhaoping, residente del pueblo de Hengliang del distrito de Gulang, está muy ocupado en el lugar. Ante sus ojos, cubiertas por los paneles, prosperan especies vegetales desérticas como el atriplex canescens. "Los proyectos de energía fotovoltaica no solo generan electricidad y combaten la desertificación, sino que también ofrecen oportunidades de empleo que aumentan nuestros ingresos", afirma.

Li Zhenhai, subdirector de la comisión municipal de desarrollo y reforma de Wuwei, explica que los proyectos fotovoltaicos locales de control de la desertificación, de 1,3 millones de kilovatios, ya se han construido en su totalidad y se han conectado a la red eléctrica. Además, este fenómeno ha sido controlado eficazmente en más de 80.000 mu de tierra y se han generado más de 2.000 millones de kilovatios-hora de electricidad al año.

"Construimos barreras de control de arena con forma de damero en el campo fotovoltaico y plantamos 21.000 mu de plantas desérticas", comenta Li y agrega que este modelo de gestión integrada ofrece beneficios tanto económicos como ecológicos y, de tal modo, un futuro verde para todos.

Según fuentes locales, tras tres años de cultivo, el atriplex canescens puede cosecharse y su crecimiento se vuelve cada vez más vigoroso con cada corte. Sus ramas superiores y hojas se procesan para obtener forraje de alta calidad, mientras que los rizomas pueden injertarse con cistanche y obtener una producción media anual de 500 kilogramos por mu, tanto de cistanche como de forraje. 

Luego de cinco años, el arbusto forma un bosque donde pueden criarse aves de corral y ovejas. Por lo tanto, es un enfoque que permite lograr un escenario en donde "el sol brilla y genera electricidad, mientras que las cestas se llenan con los huevos recogidos".

De acuerdo con Li, los departamentos pertinentes de Wuwei también ayudarán a los agricultores locales con la experiencia y la voluntad necesarias para desarrollar industrias como el cultivo del cistanche y de pastos bajo paneles solares, al igual que la avicultura. 

De tal forma, la generación de energía fotovoltaica será un apoyo a los esfuerzos de control de la desertificación, lo que a su vez potenciará aún más los beneficios ecológicos y económicos, así como la subsistencia de estas iniciativas, detalló.

En junio, la Administración Nacional de Silvicultura y Praderas, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma y la Administración Nacional de Energía de China publicaron conjuntamente un plan de control de la desertificación mediante proyectos fotovoltaicos para las regiones desérticas de la Franja Forestal Protectora de los Tres Nortes (2025-2030). En este se describen medidas específicas destinadas a integrar el desarrollo fotovoltaico con la prevención y el control de las arenas, y se aboga por el avance proactivo de la construcción de bases para esta forma de generación energética, al tiempo que se salvaguarda la integridad ecológica. 

Xu Xianying, investigador del Instituto Provincial de Control de Desertificación de Gansu, destacó que los residentes de las regiones desérticas de la provincia están reevaluando su comprensión de las mismas. 

"El concepto para combatir la desertificación es cada vez más científico y racional, y la sostenibilidad de las medidas para prevenirla y controlarla ha mejorado significativamente", sostuvo Xu.

En la región del corredor Hexi, el paisaje ha pasado de "la invasión de la arena y el retiro de los seres humanos" a "un avance del verde y un retroceso de la arena". 

Al integrar las estrategias de desarrollo de montañas, cursos de agua, bosques, tierras de cultivo, lagos, praderas y arenas, las autoridades locales han creado un modelo de desarrollo sostenible que aporta beneficios ecológicos, además de económicos y sociales.

Asimismo, profesionales extranjeros que se enfrentan a retos similares han viajado desde lejos para aprender de estas experiencias. 

Desde la década de 1990, el Instituto Provincial de Control de Desertificación de Gansu ha realizado intercambios técnicos y programas de formación colaborativa en torno al control de este fenómeno por medio de energía fotovoltaica, con más de 1.100 funcionarios gubernamentales y personal técnico de 86 países.

La Administración Provincial de Silvicultura y Praderas de Gansu prometió que la provincia no escatimará esfuerzos en la implementación de la campaña "Tres Nortes", la exploración continua de modelos innovadores contra la desertificación y la promoción de la cooperación científica y tecnológica. 

Igualmente, para 2030 se asegurará por completo toda la barrera de 1.686 kilómetros contra la arena y el viento a lo largo del corredor Hexi, se sellarán los 212 pasos críticos de tormentas arenosas y se lograrán importantes avances en la batalla de bloqueo contra la arena del "corredor Hexi-desierto Taklamakan" en el territorio provincial.