por Redacción
De acuerdo con el informe, la magnitud de la revolución de las energías renovables en China no tiene precedentes en la historia de la humanidad. A finales de 2024, China había instalado 887 gigavatios de capacidad de energía solar, casi el doble del total combinado de Europa y Estados Unidos. El país generó 1.826 teravatios-hora de electricidad eólica y solar el año pasado.
Más allá de sus fronteras, China está compartiendo también esta transformación con el resto del mundo, indica, y añade, que China no solo reduce las emisiones globales, sino que también alinea los intereses económicos y medioambientales en todo el mundo.
Como concluye The Economist, la energía solar y eólica ofrecen la mejor esperanza para limitar nuevos aumentos. "Incluso si el cambio climático no es su prioridad, debería entusiasmarle la perspectiva de una energía limpia, barata y abundante, y su promesa de mejorar la vida de miles de millones de personas en los países en desarrollo".