por Redacción
En una extensa nota publicada en la web del Canal 26, se dieron detalles sobre la posibilidad de reactivar el proyecto de puente binacional entre Argentina y Uruguay mediante el trazado Punta Lara – Colonia del Sacramento. Ahora, según esa fuente noticiosa, habría intereses de empresas de China para financiarlo. De todos modos, la cuestión no podría ser rápida dado que necesita acuerdos entre ambos países, autorizaciones en donde los parlamentos deben participar y previos estudios de factibilidad ambiental.
Línea de antecedentes
La idea de unir a las dos costas por el Río de La Plata comenzó en el siglo XIX, cuando el expresidente Domingo Faustino Sarmiento, imaginó esa conexión física. Su visión incluía a convertir a la Isla Martín García en un potente nodo comercial y estratégico para la región. En ese contexto, se pensaba el puente como un símbolo de integración regional.
En 1913, un proyecto de origen italiano propuso un tren de alta velocidad bajo el Río de La Plata, y fue el primer estudio de unión física.
Posteriormente, el expresidente Juan Domingo Perón retomó el proyecto como obra geopolítica. Se pensaba financiarlo con capital extranjero y recuperar la inversión vía peajes. Enmarcado en su visión de integración sudamericana.
En tanto, en 1985 la Comisión Binacional (COBAICO), creó un organismo de estudio conjunto entre Argentina y Uruguay para estudiar la factibilidad del puente. En ese contexto, se empezaron a delinear proyectos de gran escala. En 1996 hubo un tratado formal entre ambos países, que firmaron un acuerdo para construir el puente Punta Lara – Colonia. El proyecto inicial eran 42 kilómetros de longitud, cinco tramos, cuatro carriles, y un puente principal. Se pensaba en vías férreas paralelas. En la década del Noventa, el expresidente Carlos Menem lo impulsó con una inversión privada y concesión por 50 años. Uruguay lo aprobó, la Cámara de Diputados de Argentina también, pero el Senado no lo trató y el proyecto quedó trabado políticamente.
En 2005, Uruguay, mediante la presidencia de Tabaré Vázquez, disolvió la comisión, y lo mismo hizo Argentina en 2011. Hubo fuertes inversiones millonarias en dólares en estudios, pero la obra no se hizo.
¿Realidad o una nueva frustración?
Por el momento, Argentina cuenta con buenos instrumentos como el RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones) es un instrumento estratégico para facilitar estas concreciones. Fue impulsado por la presidencia Javier Milei y creado por medio de la Ley Bases en el 2024 para atraer inversiones superiores a US$ 200 M, con lo cual esta obra estaría enmarcada perfectamente en esa consideración. Sin embargo, al ser una cuestión binacional, este sistema de inversión debería tener consenso en ambos países.
Se estima, según la publicación referida de Canal 26, que podrían generarse entre dos mil y dos mil quinientos puestos de trabajo de manera directa. Esta cuestión también movilizaría de modo indirecto a la economía de las dos costas. En ese sentido, para el caso de la denominada Región Capital (La Plata, Ensenada, Berisso, Magdalena, Brandsen y Punta Indio) podría repercutir en una movilización importante de fuerzas productivas. ¿Estará la Región lo suficientemente unida para apoyar la posible iniciativa y sacar partido de ella?
Una región que espera obras de infraestructura
La posibilidad del puente binacional con cabecera argentina en Punta Lara podría reactivar otros proyectos, como por ejemplo el Aeropuerto de La Plata, que estuvo cerca de tomar impulso durante la presidencia de Mauricio Macri con la política de cielos abiertos. También hay en marcha un proyecto de ferry entre Puerto La Plata y Colonia que viene impulsando la Cámara de Turismo Regional La Plata, y que está con buena perspectiva, aunque todavía falta una naviera que se interese para prestar el servicio de traslado de pasajeros y vehículos.