14/12/2025 - Edición Nº3552

Politica

Contrapoder

La clase media platense tiende a desaparecer

13/12/2025 07:01 | La ciudad del esplendor económico está apagando sus luces paulatinamente golpeada por la crisis. Si hay algo que le daba cierta categoría a La Plata en años pasados, era que gran parte de su población se golpeaba el pecho señalando que pertenecía a la clase media, en el contexto de una ciudad universitaria pujante y con mucha historia social. Hoy ese sector está desapareciendo, pasando de ser un segmento aspiracional a uno de resistencia, afectado por la inflación, pérdida de poder adquisitivo, aumento de costos (vivienda, salud, educación) y la vulnerabilidad ante la inestabilidad económica, con mucha gente cayendo hacia la clase baja. Hoy la mayoría de la población no llega al día 20 del mes y el 91% de las familias están endeudadas.


por Jorge Joury *


Lo más preocupante es que 58% de las operaciones son con tarjetas de crédito para la compra de alimentos. Además, acceder a una vivienda o cambiar el auto, también se convirtieron en aspiraciones casi imposibles de lograr. También hay que señalar que casi tres de cada cuatro argentinos (aproximadamente el 76%) redujeron sus salidas a comer afuera debido a la crisis económica, priorizando el ahorro. Comer fuera se ha convertido en un lujo, aunque un 42% todavía se permite salir ocasionalmente, principalmente para socializar o celebrar, eligiendo opciones más económicas como cafeterías y bodegones, según informe de Kantar de mayo de este año.
 
El kilaje de basura que transportan los camiones de recolección también patentiza la crisis: se redujo un 25% en lo que va del año y los trabajadores observan cada vez menos bolsas de consorcio acumuladas en los barrios y zonas céntricas, publicó El Destape.

Sobre la situación actual, el 54% de los consultados aseguró que hoy su capacidad de consumo es mucho peor que hace un año. Por otro lado, el 55% afirmó percibir que la clase media se está achicando, mientras que en contrapartida sólo dos de cada diez encuestados replicó que ese sector está creciendo.

Según las estadísticas,  8 millones de hogares argentinos son de clase baja, 7 millones de clase media, y menos de 1 millón de clase alta. En este contexto, 6 de cada 10 trabajadores aseguran que su empleo solo les permite subsistir.

Los estudios dan cuenta de una transformación profunda en la identidad de la clase media, marcada por la pérdida del poder adquisitivo, la precarización laboral y la sensación de estancamiento. La expectativa de movilidad social que tradicionalmente estaba  asociada al esfuerzo y la educación, hoy se diluye, y con ella la idea de que el futuro será mejor se torna angustiante, según la interpretación de datos oficiales que hace la Fundación Pensar en colaboración con la consultora Casa 3.

Uno de los fenómenos más representativos de este cambio es el del “consumidor sacrificial”, que reemplaza al clásico “consumidor aspiracional”. Antes, el consumo simbolizaba bienestar y progreso; hoy se convierte en un terreno de esfuerzo y resignación. Las familias priorizan mantener los gastos esenciales, como salud y educación, y postergan todo lo demás, publica Ámbito sobre datos elaborados por el investigador Guillermo Oliveto.

Otro dato a tener en cuenta es un creciente sentimiento de retroceso generacional: el 41% de los argentinos considera que vive peor que sus padres, y apenas uno de cada cuatro se siente en mejor situación. En este contexto, el trabajo dejó de ser un vehículo de ascenso social para transformarse en una herramienta de supervivencia.

Hay que destacar que en Argentina el fenómeno de los jóvenes que no logran independizarse sigue siendo una problemática persistente: en 2024, 2.265.000 personas de entre 25 y 35 años continuaban viviendo con sus padres o abuelos, según datos de Tejido Urbano. Esta cifra representa un desafío estructural que se arrastra desde hace décadas, reflejando dificultades para acceder a una vivienda plena.  Los jóvenes tampoco quieren tener hijos para no llenarse de responsabilidades. También hay que tener en cuenta que en Argentina, 7 de cada 10 trabajadores ganan menos de $1 millón y no cubren la canasta básica, según el mismo informe.

Todo tiene que ver con diversas causas. Por ejemplo, los salarios se estancaron y perdieron poder adquisitivo, los servicios subieron, la luz, el gas y la nafta no paran de sacudir los bolsillos, las obras sociales se pusieron prohibitivas y mandar a los chicos a un colegio privado se tornó un privilegio para muy pocos. Además, ya no se observan changuitos llenos en los supermercados y las familias en su mayoría hacen sus compras comunitarias. Los platenses además dejaron de pagar cocheras y hoy dejan sus autos en la calle. También redujeron los seguros.

Por todo ello, hoy  no  se puede negar que la clase media está en crisis y más de la mitad de los argentinos ya son de clase baja. Sin embargo, el gobierno logró un resultado inesperado en las urnas porque la mayoría de los ciudadanos no quieren volver al pasado y ahora añoran que la economía encuentre el rumbo y vuelva a poner las cosas en su lugar. 

Para ser considerado de clase media los ingresos del hogar deben ubicarse entre $2.000.000 y $6.500.000". Así, según las cifras aportadas, la clase media dejó de representar al sector mayoritario de los hogares y continúa en caída.

Sobre la situación actual, el 54% de los consultados aseguró que hoy su capacidad de consumo es mucho peor que hace un año. Por otro lado, el 55% afirmó percibir que la clase media se está achicando, mientras que en contrapartida sólo dos de cada diez encuestados replicó que ese sector está creciendo.

Según los números del informe, hoy 8 millones de hogares argentinos son de clase baja, 7 millones de clase media, y menos de 1 millón de clase alta.

También hay que decir que el deterioro del poder adquisitivo y el encarecimiento del consumo cotidiano obligan a cada vez más familias a recurrir a sus ahorros o vender pertenencias para afrontar los gastos del mes. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), durante el primer semestre de 2025 el 40,8% de los hogares del país debió recurrir a alguna de estas estrategias para sostener su nivel de consumo.

El estudio, elaborado a partir de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), muestra un cambio profundo en las formas de administrar el presupuesto doméstico. En los últimos 20 años, el porcentaje de hogares que usan sus ahorros para cubrir consumos se duplicó, pasando del 19,9% en 2003 al 37,4% en la actualidad.

El uso de ahorros o la venta de bienes para financiar gastos se extiende a todos los sectores sociales, aunque con mayor incidencia en los de menores ingresos. En el estrato bajo, el 42,8% de los hogares recurrió a estas medidas; en el medio, el 40,6%; y en el alto, el 37,1%.

El informe también señala un aumento sostenido del endeudamiento familiar. En los sectores de ingresos altos y medios predomina el crédito bancario o financiero, mientras que entre los hogares de menores recursos una de cada cuatro familias pidió dinero a familiares o amigos.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".

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