por Redacción
Durante el foro, el Laboratorio de la Bahía de Yazhou firmó memorandos de entendimiento con instituciones nacionales de investigación agrícola de Colombia, Perú, Ecuador y Chile. Tras el evento, Tian Zhixi, científico jefe del laboratorio y director del Centro de Innovación Alimentaria Sostenible China-América Latina, se mantuvo activo en consultas con socios latinoamericanos para planificar proyectos de cooperación específicos.
América Latina posee abundantes recursos de germoplasma de soya tropical y subtropical, lo que genera una complementariedad natural con China en términos de suministro seguro de soya, intercambio de recursos y colaboración tecnológica. "Ya hemos iniciado la cooperación en la investigación de recursos de germoplasma con la participación activa de numerosas instituciones y empresas", afirmó Tian, y añadió que el siguiente paso será perfeccionar la red y los mecanismos de cooperación para implementar proyectos conjuntos de investigación, formación de talentos y transferencia de resultados.
Desde la creación del Centro de Innovación Alimentaria Sostenible China-América Latina, en 2024, se han firmado 11 memorandos de entendimiento y se han establecido centros alternos en Brasil, Argentina y Uruguay. Según el plan, el centro establecerá más de diez de estas instalaciones satélite en la región latinoamericana, para formar una red de cooperación a gran escala.
Como el "chip" de la agricultura, las semillas son de vital importancia para garantizar la seguridad alimentaria. "La semilla es el punto de partida de la producción agrícola; solo con buenas semillas se pueden garantizar altos rendimientos", señaló Solange María Bonaldo, profesora de la Universidad Federal de Mato Grosso, en Brasil, destacando la importancia de desarrollar nuevas variedades adaptadas al cambio climático.
Por su parte, Santiago Signorelli, profesor asociado de la Universidad de la República, en Uruguay, indicó que su equipo se enfoca en el fitomejoramiento de cultivos resistentes al estrés. Destacó que China cuenta con tecnologías avanzadas en transcriptómica y proteómica, y que la cooperación con la parte china mejorará significativamente la eficiencia de su investigación científica.
La cooperación en la industria de semillas entre China y América Latina tiene raíces profundas. El Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), con sede en Colombia, mantiene una relación de cooperación con la Academia de Ciencias Agrícolas Tropicales de China (CATAS, siglas en inglés) desde hace más de 40 años. Liu Kui, director del Departamento de Cooperación Internacional de la CATAS, dijo que a lo largo de los años ambas partes han llevado a cabo más de 30 proyectos, introduciendo en China más de 2.000 recursos de germoplasma de cultivos tropicales y formando a más de 40 expertos, lo que ha impulsado el progreso tecnológico y el desarrollo industrial agrícola en el país asiático.
A su vez, Gerardo Marchesini, director del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de Uruguay, señaló que su institución y los socios chinos han construido laboratorios conjuntos para proyectos de mejora de la soya, con la participación de empresas chinas. Algunos de estos resultados ya se han aplicado en territorio uruguayo.
El Laboratorio Conjunto de la "Franja y la Ruta" para la Investigación e Innovación de la Soya China-Uruguay, mencionado por Marchesini, fue establecido en 2021. Hasta junio de 2025, había identificado tres recursos de germoplasma estables con alto contenido de aceite y creado 206 líneas de alto contenido de aceite y 56 líneas de alta proteína. Además, un transformante obtuvo el permiso de siembra en Uruguay, mientras que otros dos han entrado en la fase de ensayos de evaluación de seguridad en campo.
El establecimiento de nuevas plataformas y mecanismos está solidificando la cooperación. "El centro reúne la fuerza de investigación agrícola de élite de China para servir de puente", dijo Tian Zhixi. Brasil tiene una necesidad urgente de tecnología de edición genética, donde China puede ofrecer capacitación basada en su experiencia; por otro lado, Ecuador busca resolver problemas de enfermedades en el banano, área en la que la CATAS posee ventajas tecnológicas significativas.
Esta estrecha cooperación ha forjado profundas amistades entre los investigadores. En septiembre de este año se celebró en las provincias chinas de Guangdong y Jiangxi el "Curso de Capacitación sobre Cultivo y Procesamiento de Cultivos Tropicales para Colombia", organizado por el Ministerio de Comercio de China y ejecutado por la CATAS.
Liliane Patricia Obando Villota, una de las participantes, recordó la experiencia con afecto, comparando la capacitación con el proceso de producción agrícola: Los 31 alumnos colombianos fueron como "semillas" que, durante su "crecimiento", se nutrieron del conocimiento y la experiencia de China. Al graduarse, cosecharon habilidades prácticas y fueron testigos de los frutos de la colaboración. Obando Villota expresó su deseo de aplicar lo aprendido en su país y convertirse en una "embajadora de la amistad" y un puente de cooperación entre China y Colombia.