La columna de Jorge Joury
La factura del cuarentenazo
Con el mensaje de la prórroga de la cuarentena hasta el 17 de julio, con restricciones en algunos distritos, principalmente el AMBA, quedamos todos al borde del nocaut. A esta altura y cargando cien días de confinamiento, el fastidio es una gran montaña que se puede desplomar en cualquier momento. Hicimos los esfuerzos del aislamiento a rajatabla. Pero el "arresto" domiciliario se extiende cada vez más y no se ve la luz al final del túnel. Ahora al menos esperamos una señal: Que el Presidente le informe al país sobre cómo será el plan económico para levantar las ruinas de lo que quedó de la actividad productiva. Una suerte de Plan Marshall que permita volver a soñar a los miles de argentinos que se jugaron sus ahorros por un país mejor y perdieron todo.