La mirada de Jorge Joury
Hay síntomas de rebelión fiscal en medio de esperanzas defolteadas
La promesa del Gobierno era que volvían para ser mejores, pero no se nota. Por el contrario, en la coalición todos creen que gobiernan, pero nadie toma el timón. La Argentina está patas para arriba. Mucho tuvo que ver la pandemia. No obstante, los desaciertos también abundan en una gestión que no impone confianza. Uno de los tantos datos de la realidad que golpean, es que hay escuelas sin clases. Pero mientras tanto, con protocolos abren Casinos y Bingos. De esta manera, también vamos camino hacia el default educativo más grande de nuestra historia. Un millón y medio de niños han perdido todo contacto con la escuela. Y muchos de ellos para siempre. Lo que hizo esta educación virtual profundiza las severas diferencias de un país tremendamente desigual. Pero todo se puede resolver yendo un ratito al casino. Aquí también se ha adoptado con naturalidad ocupar tierras que comprarlas. Y Grabois sigue siendo el Robin Hodd de la película. Si ganás menos de $50 mil estás por debajo de la pobreza, los jubilados cobran $18 mil y encima quieren esquilmarlos más con la nueva ley de movilidad. Todo mal con los adultos mayores. Los ajusta el Estado y los mata el Covid.La fórmula como está planteada agrava el cuadro de deterioro de los haberes. Está pensada para momentos de crecimiento económico y de recuperación de la recaudación. Conviene recordar que el sistema previsional tiene un haber jubilatorio mínimo cercano a 18.000 mil pesos, otro promedio de alrededor de 22 mil pesos frente a una canasta de bienes y servicios para un jubilado que no baja de los 49.000 pesos en octubre.