Contrapoder
No hay lugar para un pelotón de fusilamiento
"Siempre viví en la misma casa de Villa Lugano", solía decir el líder metalúrgico Lorenzo Miguel, cuando ponían en tela de juicio su situación económica.El mismo procedimiento utilizaba Jorge Triacca, el jefe máximo del gremio de los Plásticos, que hasta era dueño de un haras con caballos de carrera pura sangre.Pero en este caso aseguraba que sus bienes provenían de una herencia que había recibido su mujer. Siempre se apela a esos argumentos cuando las cosas son inexplicables. Las últimas palabras de Cristina Kirchner, que acaba de pronunciar ante el tribunal que la juzga fueron en la misma dirección.