por Redacción
La controversia se inició luego de que el periodista, que expuso a favor del proyecto, aseguró que los legisladores “están obligados a despenalizar el aborto” y, dirigiéndose directamente a Polledo, una de las legisladoras que ya adelantó su posición en contra de la despenalización, le reclamó: “Carmen, usted no puede dejar que las mujeres se sigan muriendo”.
“Usted no puede imponerle al resto de las mujeres una concepción ideológica que yo defiendo, pero que es única, personal e intransferible”, aseveró Novaresio.
El periodista siguió dirigiéndose a Polledo y agregó: “No puede seguir favoreciendo que las mujeres ricas accedan al misoprostol y que las mujeres totalmente excluidas, a la rama del perejil. Usted no puede obligar a aquellos que pensamos distinto a vivir en una teocracia”.
Esa mención generó la reacción de la puntana de Compromiso Federal, Ivana Bianchi, otra de las legisladores que se manifestó en contra del aborto legal y pidió seguir “con respeto” el debate, al advertir que “la decisión de este proyecto no va a pasar por la diputada Polledo” sino que “va a ser la Cámara en su totalidad”, y concluyó que “indicarla a ella en este momento está fuera de lugar señor periodista”.
Polledo pidió la palabra y solicitó al presidente de la Comisión de Legislación General, Daniel Lipovetzky, que conduce el debate, permiso para hacerle tres preguntas al periodista y se quejó porque la mención directamente a ella “estaba totalmente fuera de la dinámica pactada”.
En ese marco, la diputada macrista pidió a Novaresio que responda si “es consciente que una niña de 13 años que no puede comprar un litro de cerveza en la esquina va a poder ir a pedir sola, y cuando digo sola es literal, sin padre, madre o tutor, un aborto”.
Además, Polledo le requirió al periodista si conocía “que existe algo que se llama objeción de conciencia y que el proyecto del colectivo tampoco lo contempla” y preguntó si ”no le está dejando el derecho a un profesional de manifestarse a favor o en contra”.
Ante el desorden que provocó el contrapunto, Lipovetzky debió intervenir y advirtió que “este debate es para que tengamos en cuenta las diferentes visiones, mientras escuchemos a los especialistas y representantes de la cultura no voy a habilitar el debate sobre ésto ahora” y le dio la palabra a la siguiente oradora, la psicóloga Martha Rosemberg.