por Redacción
Hace dos viernes atrás, cuando un parte meteorológico advertía sobre una posible gran tormenta, la zona sur de la ciudad presentaba al menos cuatro o cinco bolsas por cuadra con hojas y las mismas no fueron retiradas a pesar de continuos reclamos vecinales y hasta de ediles. Por suerte la tormenta no tuvo severidad y su momento crítico fue la madrugada del día siguiente.
Este viernes ocurrió lo mismo, decenas y cientos de bolsas negras con el sello de la Comuna estaban sobre los cordones esperando ser recolectadas, pero esta vez la tormenta llegó con viento, piedra y mucha cantidad de agua caída y los recipientes terminaron tapando varios sumideros.
La zona del Parque Saavedra fue un piletón y varios automóviles se llenaron de agua en su interior, frente al Hospital de Niños. Las calles vecinas estaban anegadas y en muchos casos, como 68 entre 10 y 12, el agua ingresó en algunos domicilios por las olas que ocasionaban los colectivos.
Esa postal se reflejó en tantísimos barrios de la ciudad.
El problema de la limpieza de los residuos no habituales es un verdadero problema en la ciudad, pero la cuestión está marcada en la propia Comuna ya que en todos los casos se trataba de bolsas con sello de la Municipalidad.
¿Por qué con un alerta por tormentas no se actúan con la anticipación del caso?