Profesionales de hospitales bonaerenses realizan paro de actividades durante martes y miércoles

"La falta de convocatoria a la discusión paritaria y el deterioro constante al que las decisiones gubernamentales someten a trabajadores y pacientes del Sistema Público de Salud fueron los ejes de las demandas ante un Ministerio carente de respuestas mínimamente satisfactorias. El hecho de que ningún funcionario con decisión política haya querido recibir el petitorio que enumeraba todas las cuestiones pendientes de abordaje y resolución es un símbolo muy fuerte del camino elegido por la gobernadora Vidal y el ministro de Salud, Andrés Scarsi: cerrar de hecho las discusiones y gobernar de espaldas a las necesidades de los trabajadores y la población”, expresaron desde la CICOP.
Y añadieron: "luego de un fin de semana muy agitado y lleno de febriles rumores, el presidente Mauricio Macri tomó la decisión de reducir el número de ministerios a menos de la mitad, fusionando carteras y desjerarquizando funciones. El Ministerio de Trabajo fue eliminado, pasando a formar parte del Ministerio de Producción. También Ciencia y Tecnología, así como Cultura, perdieron su categoría para ser incluidos en la órbita del Ministerio de Educación. En este contexto, el Ministerio de Salud de Nación fue bajado a rango de Secretaría y subsumido bajo la autoridad de la Ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. CICOP se pronunció fuertemente en contra de la medida, caracterizando también que el área ya venía siendo sometida a presupuestos misérrimos, recortes de programas y políticas que poco tienen que ver con un verdadero cuidado de la salud de la población”, expresaron, y agregaron que “fue el Ministerio que, entre otras cosas, se negó a asumir su responsabilidad frente al brutal ataque en contra de los trabajadores y sus organizaciones en el Hospital Posadas, mientras impulsaba la Cobertura Universal de Salud (CUS) como una panacea”.
“La publicación en el Boletín Oficial deja a cargo de la nueva Secretaría de Salud sólo una función, despojándola de sus roles de planificación, coordinación con las provincias y municipios, regulación de incumbencias profesionales, asignación y control de subsidios para situaciones específicas de atención de salud y actualización de estadísticas sanitarias, entre otras. La continuidad de la provisión de medicamentos para áreas que abarcaba la Dirección de VIH, ETS, Tuberculosis y Lepra, no está garantizada. Tampoco la situación laboral de cientos de compañeros trabajadores del Estado Nacional en Salud y en el resto de los Ministerios que fueron fusionados”, opinaron.
“Una delegación de la CICOP se hizo presente en la movilización multisectorial que rechazó la medida frente al edificio del Ministerio de Salud de la Nación, exigiendo revertir la medida y reclamando una jerarquización, democratización y asignación presupuestaria consecuente con las reales necesidades sanitarias del conjunto de la población. Será necesario confluir coordinadamente en acciones con todos aquellos sectores que estén dispuestos a enfrentar la decisión oficial, exigiendo que el derecho a la salud de la población sea respetado en toda su dimensión”, relataron.
“La crisis política en la que está sumida la coalición Cambiemos tuvo en la semana que pasó nuevos episodios, cuya gravedad e importancia ni los voceros más oficiosos alcanzan a disimular. La consolidación de la devaluación y la aceptación a rajatabla de las condiciones que impone el FMI para supuestos salvatajes de una economía con indicadores en rojo sólo significa profundización del ajuste sobre asalariadxs y sectores vulnerables, que ven sus ingresos depreciarse a diario mientras las previsiones rondan más de un 40 por ciento de inflación anual y el alza del dólar continúa trasladándose a los precios de alimentos y artículos de primera necesidad. Entre tanto, salen beneficiados los especuladores, los dueños de las grandes empresas multinacionales y aquellos que comercian con el exterior, quienes aumentan sus ganancias a costa de la pobreza y la miseria crecientes”, aseveraron.
“Frente a este panorama, el conflicto social no hace sino extenderse y adquirir características difíciles de prever. Pese a que persiste la fragmentación, los reclamos sectoriales de estudiantes, docentes, organizaciones sociales, gremios que exigen reincorporación de despedidos y denuncian vaciamiento de organismos estatales, entre otros, se sostienen. Se multiplican los paros y jornadas de lucha, pero continúan las dificultades para fortalecer acciones comunes de mayor envergadura. En tal sentido, aunque tardío, adquiere vital importancia el llamado de las centrales sindicales al paro general de la última semana de septiembre, el que debería ser activo”, opinaron.