Alemania quiere mantener indefinidamente los controles fronterizos dentro de la UE

"Los controles fronterizos en el interior deben mantenerse mientras la Unión Europea (UE) no logre proteger y controlar de manera efectiva las fronteras exteriores. No veo que lo vayan a lograr en breve", afirmó en declaraciones publicadas hoy en el dominical alemán Welt am Sonntag.
Seehofer es el líder de la Unión Social Cristiana (CSU) - fuerza aliada a los democristianos (CDU) de la canciller Angela Merkel- y una de las voces más críticas con la gestión del ingreso de refugiados en Alemania.
Sostuvo que "muchos de los puestos fronterizos en Alemania no están ocupados actualmente de manera permanente", por lo que "también se deberá hablar sobre ello para ver si eso puede seguir siendo así".
No se trata solo de impedir la entrada de personas de manera ilegal, sino también de llevar a cabo otras funciones de protección, apuntó el ministro citado por las agencias de noticias EFE y DPA.
Asimismo, para acelerar la expulsión de los inmigrantes cuyas solicitudes de asilo hayan sido rechazadas, Seehofer reclamó, entre otras cosas, más puestos para jueces administrativos.
"Será decisivo saber dónde debemos cambiar las leyes, dónde necesitamos acuerdos con los países de origen, dónde podemos ayudar a los estados federados y a las autoridades para realizar las expulsiones", explicó.
El espacio Schengen, que se creó en 1985, engloba a 26 países europeos que eliminaron los controles en las fronteras internas para favorecer la libre circulación dentro de Europa.
Hay países de la UE que no forman parte del espacio Shengen, como es el caso de Reino Unido, mientras que otros ajenos al bloque comunitario, como Suiza, sí forman parte de ese pacto.
Sin embargo, debido a la crisis de refugiados que hizo que llegaran a Alemania en 2015 cerca de 900.000 solicitantes de asilo, ese país y otros reintrodujeron los controles en sus fronteras en 2015 y los han prorrogado desde entonces.
La CSU de Seehofer tradicionalmente se ubica a la derecha de la CDU de Merkel y el ministro, desde su reciente asunción en la cartera de Interior, viene remarcando esa posición.
De hecho, el viernes último aseguró que "el Islam no pertenece a Alemania", rebatiendo una frase del ex presidente alemán Christian Wulff que Merkel había hecho suya.
Horas después, en una rueda de prensa, Merkel subrayó que el carácter de Alemania está fuertemente marcado por el cristianismo, pero recordó que viven en él cuatro millones de musulmanes, que ejercen en Alemania su religión.
"Estos musulmanes pertenecen a Alemania y del mismo modo su religión, el islam, pertenece a Alemania", recalcó la canciller, en el primer disenso publico de su flamante gabinete asumido la semana pasada.