24/04/2024 - Edición Nº2953

Economía

Análisis

Crónicas de un acuerdo anunciado con el FMI

09/05/2018 | Argentina solicitó financiamiento al Fondo Monetario Internacional para cumplir con su planificación para la recuperación económica, y frenar la inestabilidad con la corrida devaluatoria del peso que amenaza estas últimas semanas con un posible shock político-económico al país.


por Redacción


 

El presidente Mauricio Macri anunció un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (F.M.I.) y luego el Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne confirmó el diálogo y el principio de acuerdo, pero no precisó el monto ni las tampoco las tasas a las que nos prestarán los fondos, sin embargo se filtró la información, en que el Gobierno busca una línea de crédito flexible por valor un aproximado a los u$s30.000 millones.
Las relaciones con el FMI mejoraron en el 2016, porque durante la presidencia de Cristina Kirchner, Argentina fue sancionada por el fondo en el 2013, por no revelar información económica, y a partir de allí lo puso en la lista negra. Recién en los últimos tiempos eliminó la "declaración de censura" en el inicio del gobierno de Cambiemos, luego de la Cumbre de Davos, en el que el presidente de la Argentina, dio instrucciones para que se volviera a cumplir con el Artículo IV del Fondo Monetario Internacional, que se refiere a la supervisión al sistema monetario y al seguimiento de las políticas económicas y financieras de cada uno de los países miembros. A partir de la supervisión, el FMI destaca los riesgos que pueden comprometer la estabilidad y brinda asesoramiento sobre los ajustes de política económica a los países en el que detecta inconsistencias o riesgos para respaldar un crecimiento económico sólido.
Con este gesto de Macri, se puede considerar que la Argentina ya proyectaba la posibilidad de solicitar el financiamiento, porque este sería un primer paso necesario.
Argentina tiene déficit presupuestario, profundizado por Déficit Primario o fiscal (diferencia negativa entre los gastos corrientes de un Estado y su recaudación de impuestos); y el Déficit Comercial (diferencia negativa entre lo que un país vende al exterior –exportaciones- y lo que ese mismo país compra a otros países -importaciones-).
Para poder equilibrar el déficit presupuestario, teniendo 2 opciones: emitir billetes o endeudarse para contener la economía.
El principal medio que ha utilizado en los últimos años el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner para financiar este déficit fiscal fue la impresión de billetes y esto ha desatado un inflación de entre el 30% y el 40% en los últimos 5 años, porque hacen aparecer muchísimos pesos en la economía interna, depreciando la moneda en relación a otras monedas, entre ellas el dólar, para las erogaciones que no puede generar genuinamente, desde sueldos y subsidios hasta todo gasta necesario que sugiera la realidad pública.
Recordemos que la Argentina tuvo mucho viento a favor en Sudamérica por los altísimos precios internacionales de la soja, pero nunca lo pudo capitalizar, para crecer económicamente y ser sustentable en el tiempo, a diferencia de los otros países sudamericanos como Brasil, Chile, Colombia y Perú que crecieron mucho como se expone en el siguiente gráfico, en el periodo 2000-2015.

 

¿Es bueno endeudarse con el FMI?

La parte buena es que el FMI presta a tasas bajas y en consecuencia esto tiene menor costo para la Argentina en su conjunto. La parte mala es que un préstamo del FMI implicaría tener que cumplir sus recomendaciones, como lo expone la preocupación social, que según lo investigado y con palabras autorizadas de buenas fuentes, nos han afirmado que algunas de las pautas que la Argentina ya está cumpliendo gradualmente desde 2016, y con decisión absoluta desde de Diciembre de 2017, con recomendaciones preestablecidas por el FMI, con la reducción del gasto público representado principalmente en la baja de subsidios a los servicios públicos, la reducción de planteles de funcionarios, reforma de la ley impositiva, reforma previsional, entre otros tantos gestos que se llevaron a cabo, y que tuvieron gran repercusión mediática.
Además esta semana se emitió como primer medida, la venta de “dólar futuro” a través del Banco Central a cargo de Federico Stuzenegger, también se emitieron letras del tesoro en pesos a través del Ministerio de Finanzas a cargo de Luis Caputo, todo con el único fin de hacer frente en lo inmediato al mega vencimiento de las Lebacs que se aproxima.
Por primera vez demostró fortaleza Nicolás Dujovne siendo vocero de la medida y principal negociador ante Washington para avanzar con el acuerdo. Además hubo un gesto muy importante que nadie visualizó o expresó públicamente, siendo la primera vez en un anuncio oficial no se lo vio como protagonista a Marcos Peña.
En síntesis, esto permitiría a la Argentina abrirse definitivamente al acceso a inversiones internacionales en momentos en que las condiciones mundiales ya no son tan buenas como años atrás, para competir desigualmente pero seguir estando en carrera con Brasil y otros competidores regionales, y afrontando las obligaciones por lo menos hasta el 2.020 con aire, pero con el claro desafío de generar una economía sustentable, y con inversiones genuinas que generen dólares frescos en la Argentina. Si esto no ocurre, nada va a servir, y estaremos lejos de todo, con un riesgo país incalculable y terminalmente fuera del sistema si esto no resulta.

El que se quemó con leche, ve una vaca y llora…

Lo malo, del acercamiento con el FMI, es la “opinión pública de la sociedad” con el fondo, haciendo recordar a la gente la crisis del 2001, como lo expone la encuesta realizada durante el fin de semana, que consultó como tomarían “la posibilidad de acudir al FMI de la opinión pública”, por la consultora D’Alessio IROL/ Berenztein, en que la gran mayoría de los encuestados opinó que se trata de una medida inadecuada y más del 50% cree que Cambiemos no logrará afianzar su programa económico. Al ser consultados sobre el próximo préstamo del organismo crediticio internacional, el 75% de los encuestados consideró que se trata de una medida inadecuada. En tanto, el 2% la considera como adecuada, mientras que el 18% la ve como “adecuada pero resistida”.
Incluso entre los votantes de Cambiemos, el 58% la ve como inadecuada. Por su parte, los votantes del FpV la consideran como una mala salida casi en su totalidad (92%).

 


Este acercamiento de la Argentina con el FMI implica un nuevo endeudamiento y una posible solución hasta el 2020, con la única opción de reordenamiento económico, producto del fracaso de las políticas de los últimos gobiernos poco alineadas y con bajos niveles de estadistas, que hizo difícil acumular reservas internacionales.
Lo bueno, no podemos dejar de entrever el costado político de tener el visto bueno del FMI, que sin dudas es positivo, pero porque necesitamos un respirador y estamos en terapia intensiva hace muchos años.