La derecha italiana y el Cinco Estrellas tienen "casi cerrado" el programa de gobierno

"El contrato de gobierno está casi cerrado", planteó este domingo el responsable de comunicación del Cinco Estrellas, Rocco Casalino, en medio de las negociaciones conjuntas que desde este sábado se hacen en Milán para establecer un programa común.
Los líderes de las dos fuerzas, Matteo Salvini de la Liga y Luigi Di Maio del M5E, se reúnen a diario desde el jueves para tratar de alcanzar un programa común, que incluirá acuerdos en endurecer la política migratoria y establecer un ingreso para desocupados, según reportó este fin de semana la prensa italiana.
"Seguimos hablando sobre el nombre del premier. Está claro que nosotros hubiéramos querido a DI Maio y ellos a Salvini", agregó Casalino, confirmando que las fuerzas aún no se pusieron de acuerdo en elegir un nombre para guiar el próximo Ejecutivo.
Tras Casalino, el propio Di Maio afirmó este domingo que las dos fuerzas están "escribiendo la historia, y por eso se necesita un poco de tiempo", según informó la cadena RAI.
"Estamos afrontando temas importantísimos, y por primera vez en la historia se lleva adelante una tratativa de gobierno poniendo en el centro a los temas. Esperamos terminar lo antes posible", planteó el líder del Cinco Estrellas, que con 31 años aspira a ser el premier más joven de la historia republicana.
Una vez que concluyan las negociaciones, Di Maio y Salvini llevarán su propuesta de gobierno a Mattarella, quien deberá dar el visto bueno al nombre del premier y de los ministros antes de que la eventual coalición busque refrendar en el Parlamento el nuevo Ejecutivo.
Un eventual gobierno del Cinco Estrellas y la Liga sacaría a Italia de la parálisis en la que entró luego de las elecciones del 4 de marzo, donde las dos fuerzas fureon las más votadas pero ninguna obtuvo mayoría para poder formar un Ejecutivo en soledad.
Tras 60 días de desacuerdos, recién la semana pasada Di Maio y Salvini acordaron iniciar las negociaciones, una vez que el líder de la Liga convenció a su socio en las elecciones de marzo, SIlvio Berlusconi, de dar un paso al cotado como reclamaba el Cinco Estrellas desde los comicios.