por Redacción
Este viernes, Abraham dijo en declaraciones Impulso Baires: “quiero dejar en claro lo que dije y pienso para no que no se preste a confusiones”.
“Y tengo el orgullo de poder asegurar que mis acciones son coherentes con lo que pienso”, sentenció.
Agregó: “considero que el Estado debe dar garantías para que la ciudadanía tenga acceso real a una vida digna, con salud, educación, inclusión y seguridad”.
“Defiendo firmemente la educación pública gratuita en todos sus estamentos y por consiguiente las Universidades públicas, laicas, gratuitas y reformistas”, puntualizó.
Agregó: “también considero que el Estado debe ser garante para que se cumplan de manera efectiva los derechos de todos los ciudadanos, lo que lamentablemente no se hizo en esta Provincia durante décadas, porque cuando un pibe no come, cuando no tiene cloacas, cuando el sistema educativo de la provincia se deteriora año a año, ese pibe tiene un derecho que no puede ejercer”.
“Producto de las mezquindades políticas, heredamos una Provincia con serios déficits que van mas allá del sistema educativo: barrios enteros sin servicios, un 30% de la ciudadanía viviendo por debajo de la línea de la pobreza y la droga y la delincuencia enquistada en nuestro territorio. Eso es lamentablemente lo que nos dejaron aquellos que decían gobernar para los que menos tienen”, enfatizó el concejal.
“Hoy luego de muchas décadas, esas deudas sociales que tiene la Provincia y nuestra Ciudad comienzan a ser saldadas, porque hay un Estado que trabaja verdaderamente por la inclusión”, subraya.
“En nuestra ciudad, en un trabajo conjunto de los gobiernos nacional, provincial y municipal avanzamos con la urbanización integral del barrio Puente de Fierro, en Altos de San Lorenzo; Nuevo Abasto; Malvinas I y II, en Melchor Romero; y El Mercadito, en Tolosa; cinco obras que van a mejorar la calidad de vida de más de 3.500 familias de la ciudad”, dijo.
Luego indicó: “también subsidiamos a más de 70 clubes de barrio que brindan una importante contención a los jóvenes, y duplicamos el número de becas estudiantiles y el monto que cada uno de ellos recibe porque eso permite el cumplimiento efectivo de los derechos. Sabemos que todavía queda mucho por hacer, pero estamos transitando ese camino”.
“Tengo el orgullo de haber estudiado en un jardín, una primaria, una secundaria y una universidad pública; sé que por eso soy un privilegiado. Y por eso trabajo día a día para construir una ciudad más inclusiva, que garantice el acceso a sus derechos a quienes más lo necesitan”, dijo.
“Eso es lo que quise expresar, eso lo que siento, lo que hice toda mi vida y lo que voy a seguir haciendo”, concluyó.