por Redacción
La familia ya abandonó el Hospital Posadas luego de que los médicos declararon que la mujer policía tiene muerte cerebral y su estado es irreversible. "Ya estoy en mi casa, porque ahora se encarga de todo la Justicia, la ART, el comisario y el comando", señaló sobre la burocracia que deviene ante estos casos.
En shock y sin encontrar explicaciones, Espíndola no puede bajar la cabeza: debe ayudar para mantener a su nieto. Sin embargo, en la última semana también se enfrentó a otra dura noticia. La empresa en la que trabaja desde hace 16 años cerró este viernes y quedó desempleado. Y ante la consulta sobre cómo lo pueden ayudar repite con desazón: "Con un trabajo".
El único que me ofreció ayuda ayer fue el Intendente Patricio Mussi de Berazategui. Del Gobierno no recibí nada, la gobernadora María Eugenia Vidal se olvidó de todo", reclamó en diálogo con radio La Red.
A diferencia de otros casos, Lourdes no provenía de una familia de policías o ligada a las fuerzas de seguridad. La vocación de ella había nacido hace años: "Siempre quiso ser policía, desde el jardín, era su sueño. No se lo podíamos sacar de la cabeza", remarcó.