por Redacción
"En lo que va del año los alimentos aumentaron más del doble que el salario mínimo", dijeron.
Agregaron: "esto se suma a la falta de trabajo y de changas, por eso en los barrios populares las familias pasan hambre y los comedores han triplicado la cantidad de pibes y pibas que reciben".
"También concurren los abuelos y las abuelas, que con su jubilación mínima licuada por la devaluación tampoco pueden completar su alimentación y acuden a los comedores comunitarios", indicaron.