por Redacción
La principal pregunta sobre este posicionamiento que se hicieron los investigadores del Instituto de Investigación del Suroeste de Colorado (Estados Unidos) fue cuándo ocurrió. De acuerdo con su estudio, publicado por Nature Astronomy y reproducido por el portal RT en Español, este se produjo en los primeros 100 millones de años del sistema planetario.
"Los troyanos probablemente fueron capturados durante un período dramático de inestabilidad dinámica, cuando se produjo una escaramuza entre los planetas gigantes del Sistema Solar: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno", explicó David Nesvorny, miembro del equipo de investigadores.
En ese período fue cuando también se produjo la expulsión de Urano y Neptuno hasta ubicarlos junto a una gran población de cuerpos que se cree que derivaron en el actual cinturón de Kuiper. De ellos, muchos se dispersaron hacia adentro, mientras que otros quedaron atrapados como asteroides troyanos de Júpiter.
Asteroides binarios, un modelo común en la antigüedad
En ese sentido, William Bottke, otro de los investigadores, aseguró que "observaciones del cinturón de Kuiper muestran que los binarios eran bastante comunes en la antigüedad", lo que refuerza la hipótesis de que Patroclus y Menoetius fueron originados en los primeros 100 millones de años del Sistema Solar. "Solo unos pocos de ellos existen en la actualidad dentro de la órbita de Neptuno. La pregunta es cómo interpretar a los sobrevivientes", evaluó.
Si las investigaciones son correctas, este modelo de inestabilidad dinámica tendría implicancias en la historia de la organización planetaria, por ejemplo, como los cráteres de impacto de la Luna, que se formaron hace unos 4.000 millones de años.
En ese sentido, la presencia del asteroide binario Patroclus-Menoetius sugiere que las colisiones podrían haber sido provocados por restos de planetas cercanos al centro del Sistema Solar, más que por objetos que viajaban desde distancias mayores.
Próximo objetivo
Estos primeros acercamientos podrán contar con información más precisa dentro de algunos años, después de que la NASA lance en 2021 la misión Lucy, que tendrá como objetivo al asteroide binario.