por Agencias
McGurk, considerado como el cerebro del plano norteamericano para combatir el grupo yihadista, tenía previsto dejar su puesto en febrero próximo, pero el viernes comunicó al Departamento de Estado su deseo de acelerar su salida que se hará efectiva el 31 de diciembre, según la fuente.
La decisión de McGurk se conoció después de que el general James Mattis anunciara su renuncia como secretario de Defensa y se relaciona con la decisión del presidente norteamericano Donald Trump, de proclamar la derrota del EI en Siria.
El anuncio de Trump, que ordenó además la retirada de los 2.000 militares estadounidenses desplegados en Siria, causó un terremoto político en el Pentágono ya que según los propios funcionarios, nadie fue consultado ni advertido previamente sobre las medidas.
"La reciente decisión del presidente fue una sorpresa y representa un cambio total en la política que se nos había comunicado" afirmó McGurk en un correo electrónico en el que le informó a sus empleados su renuncia y mostró su desacuerdo con Trump.
En el correo, al que accedió el diario The New Yorks Times, McGurk dice haber concluido que no puede "implementar las nuevas instrucciones" del presidente y "mantener su integridad".
Además, opinó que la decisión de Trump deja a los aliados de Washington "confundidos" y a sus "compañeros de combate desconcertados".
McGurk está considerado como el "pegamento" que ha mantenido unida a la coalición de 79 países liderada por Estados Unidos para luchar contra el EI, que en 2014 proclamó un califato en Siria e Irak.
Considerado como el arquitecto de la estrategia norteamericana contra el grupo yihadista, McGurk trabajó para los presidentes George W. Bush (2001-2009), a quien asesoró sobre Irak y Afganistán, y Barack Obama (2009-2017), quien en 2015 lo nombró enviado especial para la coalición contra el yihadismo.