por Télam / EFE
El emprendedor, de 36 años y originario de Manizales, comenzó hace cuatro años con su iniciativa, tras decidir abandonar la vida profesional como abogado que llevaba en Colombia y comenzar otra historia en París desarrollando un proyecto "innovador".
"La receta de los chorizos es mía, está basada en los estudios de gastronomía que realicé en Argentina y en mi corta experiencia laboral aquí en Francia", contó Castillo en una entrevista con la agencia EFE.
En redes sociales son muy populares su "chori-anuncios y las chori-noticias", para compartir en historias las imágenes de su emprendimiento y sus seguidores.
"Empecé vendiendo en la página 'Colombianos en París'... y un día le llevé un pedido a uno, comencé a hablar con él y me contó su historia. Al final de la conversación, cuando me iba a pagar, me dijo: '¡deje así!'. Creo que le di pesar", recordó.
Castillo no pensó que entregar ese pedido y el gesto de ese cliente sería el punto de partida de la creación de su emprendimiento.
Esta idea le permitió darse a conocer en todas las clases socioeconómicas y así el producto, opina, "no tiene estratos", y el cónsul general de su país hasta el colombiano "de a pie" degustaron sus chorizos criollos.
Castillo, que vende su producto a dos euros la unidad y diez el paquete de cinco, tiene todavía una facturación modesta en los dos años que lleva con su proyecto, pero su éxito en redes contribuyó a aumentar el negocio.
Las aspiraciones del emprendedor siguen creciendo y espera -en un futuro próximo- recibir a sus "chori-fans" en su propio restaurante.