por Redacción
“No me gustó que muchos colegas que hasta el 11 de agosto apoyaban al presidente después se den vuelta. Todos saben mi inclinación política, y habla bien de uno cuando se mantiene en pie hasta el último momento, incluso uno es respetado por el adversario si mantiene su idea, si no varía”, agregó.
Y puso el ejemplo del presidente 32 de los Estados Unidos, el demócrata Franklin D. Roosvelt cuando luego de Pearl Harbor se reunió con su estado mayor, y al recibir el unánime consejo de que no responda el ataque que había perpetrado Japón porque estaba débil de tropas, él se paró de su silla de ruedas desafiando la parálisis que lo acompañaba de hacía años y dio un mensaje de optimismo.
“Por eso Macri debe poner pilas, porque de la adversidad hay que levantarse”, concluyó.