La Plata debatió con una silla vacía y el Pueblo quiere saber

A la cita concurrieron el actual intendente y candidato a la reelección, Julio Garro, el postulante del Partido NOS, Marcelo Peña, la candidata de Izquierda Unida, Luana Simioni, y el candidato de Consenso Federal, Gabriel Crespi. Y tal como se suponía faltó la candidata del Frente de Todos, Florencia Saintout.

El debate, cuyo coordinador fue el presidente del Colegio de Abogados, Hernán Colli, se transformaba en la gran oportunidad de los electores platenses para comparar las propuestas de los diferentes pretendientes a gobernar la Ciudad durante los próximos cuatro años, y allí terminar de configurar la decisión que será plasmada el próximo 27 de octubre al momento de votar.

Desde el 2001 el Colegio de Abogados viene realizando escenarios similares, pero en esta ocasión ya hacía más de un mes que lo estaban preparando con reuniones entre sus autoridades y los equipos de campaña de los postulantes, sumando el invalorable asesoramiento de la Fundación Poder Ciudadano, que tiene larga experiencia y conocimiento de la temática.

Además, el evento contó con amplísima difusión y una transmisión en vivo que pudo ser seguida por miles y miles de vecinos en redes sociales, portales de internet, radios y hasta señales de la televisión nacional.
Una silla vacía en debates definitorios como en este caso habla demasiado y refleja la actitud de quien la deja abandonada. Florencia Saintout debió concurrir y decir qué quiere hacer con la Ciudad, cómo piensa gobernarla si la elijen los platenses, cuáles son sus prioridades y además la oportunidad especial de tener un cara a cara con el intendente Julio Garro.

Desde el bunker de Saintout, al justificar la silla vacía, dijeron: “respetamos mucho a los candidatos que participan del debate", y plantearon que no pueden sentarse a debatir "con un Intendente que ataca, difama y desprestigia con mentiras a la oposición más fuerte".

¿No hubiese sido mejor que Saintout le diga eso mismo a Garro en la propia cara?

Pero no se trata del respeto al resto de sus pares, o el que corresponde hacia la noble entidad organizadora, se trata mucho más de la consideración a los 587.496 electores que el próximo 27 de octubre tienen el derecho de elegir a su intendente, y para eso necesitan toda la información.

En tiempos rápidos, de redes sociales con mensajes abreviados e imágenes de impacto, el debate de anoche era la oportunidad perfecta para escuchar de boca de los propios postulantes sus verdades, sus propuestas, y también las interpelaciones que pudieran hacer acerca de sus rivales.

No es republicano faltar a un debate. 

A Saintout no le hizo bien dejar la silla vacía, porque los faltazos pueden terminar dando la razón a muchas versiones fuertes que corren por estos días, y sobre todo a esa desconfianza latente que tienen importantes sectores de la comunidad sobre ella.

Saintout no es una candidata más. Las PASO del 11 de agosto y las encuestas de opinión dicen que puede ganar la elección, y que el 10 de diciembre será ella o Garro quienes se hagan cargo de las riendas de la Ciudad por los años venideros.

Varias veces consideré que Saintout estaba generando un cambio acertado al participar de reuniones con comerciante y empresarios locales, acceder a sus preocupaciones y dar una señal de confianza. Para mí fue elogiable y positivo. Pero sin embargo anoche me pareció entender que estamos ante la versión original, y que todo lo que siguió luego de las PASO por parte de su campaña fue tan esporádico e inestable como la primavera que atravesamos por estos días.

La candidata kirchnerista se la dejó picando al intendente Garro: “los platenses tienen dos opciones muy claras. Este debate lo demostró: un gobierno que da la cara o la ausencia, un salto al vacío”, dijo. Y agregó: “eso es lo que representamos nosotros y lo que representa La Cámpora”.

Y la mala decisión de Saintout de faltar a la cita también se vio reflejada en redes sociales, en donde reconocidos dirigentes del peronismo local no paraban de manifestar descontento y reclamar una explicación. Los opinantes de las redes no eran troles sino personas reconocidas de la política local, y que muchas de ellas participaron en diferentes listas del peronismo en las últimas primarias.

Las sillas no se pueden dejar vacía, los espacios se deben ocupar, y un debate deber ser considerado un puesto de lucha para un militante político. La democracia es eso justamente: debatir, discutir, machacar una idea, convencer al otro mediante la palabra.

Los debates fueron los que jerarquizaban a las luchas universitarias de hace muchos años, cuando no había redes, cuando había menos medios, y era allí, desde una asamblea cuando los militantes de antaño buscaban transmitir su mensaje para seducir a sus compañeros y sumarlos a sus luchas.

La silla vacía en un debate de relieve como el de anoche es toda una señal. Significa subestimación, menosprecio, desatención al votante, y sobre todo alimenta una pregunta: ¿Qué quiere esconder Saintout?.
Ojalá en las próximas horas la candidata de una explicación reparadora.

Sea quien surja electo el 27 tiene que entender que los platenses nos merecemos respeto y previsibilidad. Que la Ciudad es el techo de todos y no de una parcialidad, que el sectarismo no puede tener lugar, que ser crítico debe ser un factor de respeto y no de marginación o mucho menos de persecución, y que todos somos iguales, tal cual dice nuestra Constitución.