por Télam
Un cordón policial de 30 efectivos en cada cabecera de las tribunas norte y sur vigilaron que los hinchas no colgaran sus banderas, una acción muy común en los partidos de la Superliga en la Argentina y el Brasileirao en Brasil.
Para este partido, la Conmebol solo permitió banderas de porte manual de 2x1 metros sin astas de cualquier clase.
Desde la apertura de las puertas, a las 10 hora local, algunos fanáticos corrieron para instalar sus banderas, pero pronto se vieron impedidos de hacerlo.
Los policías se ubicaron unos metros delante de los alambrados y actuaron de límite para los 12.500 hinchas de cada lado quienes ocuparon las tribunas generales, sin butacas.
En los costados del estadio Monumental, en zona de plateas, la policía repitió el movimiento, para que los alambrados permanezcan limpios durante el partido.