Sin fecha para que Garro anuncie gabinete, y en la UCR estalló una crisis que jaqueó a "Los Turcos"

El miércoles fue intenso en la Municipalidad de La Plata y como todos los días previos hubo un sinnúmero de especulaciones acerca del gabinete municipal que acompañará al intendente Julio Garro. De todos modos, en la oficina que redactan los decreto están atentos a las instrucciones que el mandatario les pueda acercar.

Tal como lo había pedido el secretario Coordinador, Oscar Negrelli, todos los funcionarios llevaron a su oficina las renuncias con fecha 9 de diciembre, y a medida que se crea luz en cada casillero del organigrama se van elaborando las correspondientes aceptaciones.

Lo descripto anteriormente es el tecnicismo de rigor, pero hay estricto hermetismo sobre el estado de cada pila de renuncias, o sea las aceptadas y las aún en estudio y consideración.

Ayer, el diario El Día en su versión on line adelantó que el intendente Julio Garro había confirmado que Ileana Cid seguiría frente a la presidencia del Concejo Deliberante, aunque desde el entorno del mandatario salieron rápidamente a aclarar: “es una gran posibilidad, pero no hay confirmación aún, como no la hay acerca de absolutamente ningún casillero del armado próximo. Existen grandes posibilidades para determinados funcionarios, pero aún las resoluciones no están firmadas y mucho menos comunicadas, y los avales políticos no están dados al cien por ciento para definiciones como esa del Concejo Deliberante”.

En rigor, Cid hace unos días buscaba un lugar en el Departamento Ejecutivo, y se la mencionó como probable titular de las más diversas secretarías porque se afirmaba que Nelson Marino, actual secretario de Gobierno, ocuparía su lugar en el Concejo Deliberante.

Ayer la línea argumental más fuerte era: “en realidad lo que se está ensayando es un enroque en donde Cid sigue en el Concejo, y para eso Marino dejaría la secretaría de Gobierno para pasar a Espacios Públicos, área que dejaría Marcelo Leguizamón para ocupar Gobierno con más poder y funciones. Pero nada está cerrado”. 

En esa línea, incluso se dijo que Marino directamente no ocupará lugares y que estará cumpliendo funciones como “concejal raso”, al tiempo de dejar lo mejor posicionado tanto al subsecretario de Centros Comunales, Sergio Sarlo, como al subsecretario de Gobierno, Juan Garmendia.

Sin embargo, tal como lo contó una fuente comunal a ImpulsoBaires.com.ar en el día de ayer, hasta ahora todos esos movimientos son borradores y una búsqueda “normal” de contención de funcionarios en un gabinete.

Algunos cuestionan el estado de atomización actual en donde hay una diversa cantidad de operaciones políticas que terminan afectando al propio intendente, e incluso se nota todo el tiempo en el deterioro de la calidad de la gestión sobre todo en áreas sensibles. Y por el contrario, otros sostienen que es una virtud del alcalde dejar que se multipliquen los rumores, y de esa manera medir el comportamiento de cada una de sus espadas: “los que instalan operaciones se saben quienes son, y a esos no los podemos contar para el futuro porque dañan más de lo que construyen. También se sabe quienes son los que mediante el silencio y la discreción cuidan a Julio”, evalúan desde el garrismo de paladar negro.

Frangul y Cadá jugaron con fuego y terminaron incendiados

El titular el bloque de concejales de Juntos por el Cambio es el radical Claudio Frangul, quien a su vez preside la UCR, y su principal operador político es el secretario de Desarrollo Social, Raúl “Turco” Cadá, y entre ambos llevaron adelante una estrategia que duró varias semanas en donde encendieron usinas de rumores de todo tipo sobre el gabinete municipal al punto de crear malestar en el círculo más íntimo del garrismo.

El tema, que parece complicado, tiene que ver con que los tiempos cambiaron para la actual administración comunal, y Julio Garro para lograr su reelección necesitó ampliar en gran medida su base de sustentación política, pero además desde el 10 de diciembre el alcalde tendrá que pulsear todo el tiempo contra un gobernador y un presidente del Frente de Todos, y con el objetivo puesto por parte del kirchnerismo de imponerse electoralmente en el 2021 para colocar en 2023 un alcalde de su propio color.

En ese marco, Garro tiene que pensar cada jugada casi sin margen de error y para eso es fundamental contener a la importante masa de sectores independientes que le permitieron subir de 37 por ciento en las PASO a los 50 puntos conseguidos en la elección general del 27 de octubre.

En ese marco es que debe hacer un gabinete diferente, más amplio, dinámico, cercano a la gente, y lógicamente necesita ajuste entre los propios pero también en socios como la UCR, fuerza que desde el 2015 obtuvo varios lugares como por ejemplo tres secretarías importantes: Desarrollo Social (Cadá), Producción (Rogelio Blesa) y Salud (Germán Niedefeld).

En ese ajuste, la UCR pasaría a tener algunos espacios menos, preservando Producción y conteniendo varios lugares de Salud aunque sin la titularidad porque el área se unificará con el exitoso SAME, y lo más probable es que Enrique Rifourcat sea el próximo comandante.

A eso se suma que Desarrollo Social encabeza el ranking de las áreas que más críticas viene recibiendo en la gestión de Garro, tal es así que en los últimos tiempos estuvo “semi intervenida” porque se decía una frase sepulcral: “era lenta para los propios y rápida para los de enfrente”.

El detonante justamente es la pérdida por pate de los radicales de esa área clave, y la carencia de un espacio político que compense esa caída, situación en donde "Los Turcos” (Frangul y Cadá) terminarían perdidosos.

Por esa razón, Frangul y Cadá empezaron la “operación malestar” con el propósito de desgastar al mismísimo intendente, al punto que este miércoles llamaron a una reunión de urgencia en la sede partidaria de la UCR buscando un “operativo clamor” para bancar su postura y enviarle un misil directamente al corazón del garrismo, pero la operación fracasó.

Se dice que “Los Turcos” hasta habrían ido por el auxilio del antigarrista Sergio Panella para que les “preste” sus dos delegados y así engrosar sus filas, llegando de esa forma a aumentar el desafío al propio alcalde.

Si bien nunca se llegó a votar entre los delegados presentes, algunos asistentes al cónclave dijeron que hubo un fuerte pase de facturas a Frangul porque, dicen, “dese el 2015 se manejó solo. Entraba a hablar con Garro y le llevaba el paquete partidario obteniendo lugares que después los distribuía entre los suyos y algunos aliados, y ahora cuando las papas queman viene a pedir auxilio desesperado para que banquemos nada menos que a Cadá, una locura”, por lo que varios sectores le reclamaron que cese el formato de conducción actual partidaria “porque fue un fracaso para el partido, aunque un éxito para los Turcos” y que en su lugar la negociación la conduzca una mesa ampliada a todos los sectores.

Dicen que Frangul sacó cuentas y vio que tenía menos delegados que sus adversarios ocasionales y terminó cediendo, por lo que se generó un fuerte malestar en su propia tropa, quienes saben que de una manera o la otra terminaron anoche mordiendo el polvo de una derrota humillante que hasta tendrá repercusiones en la UCR provincial.

Así que este jueves habrá una nueva reunión para formar esa conducción de emergencia integrada por diversos sectores, y la discusión fuerte estará en ver cómo es la composición, o sea el número de integrantes que luego pedirán una reunión a Garro para ver qué rol ocuparía cada uno.

Frangul reunió tantos adversarios internos desde el 2015 producto de sus “destratos y picardías” que anoche entre algunos de ellos se juraron lealtad, y dicen: “de lo que se consiga para gestionar vamos a discutir cada nombre y cada espacio, porque así corresponde a un partido democrático”.

La caída de los “Turcos” en el día de ayer era casi inevitable porque cada vez más sectores los esperaban para darles el golpe político final en el manejo del centenario partido.