28/03/2024 - Edición Nº2926

La Plata

Entrevistas con historia

El valor de ´las dos capitales´ en la visión de “El Historiador de Buenos Aires”

17/01/2020 | El historiador Eduardo Lazzari, conocido como ´El Historiador de Buenos Aires´, visitó la Ciudad de La Plata en el marco de intercambiar conceptos sobre cultura, patrimonio y vinculaciones históricas entre las dos capitales. Habló con ImpulsoBaires.com.ar y entre otras cosas sostuvo que “los platenses tienen que levantar la autoestima, porque la ciudad es una perfecta ligazón entre el proyecto liberal de la Generación del 80 y la organización de la provincia más importante del país”.


por Redacción


Eduardo Lazzari, presidente de la Junta de Estudios Históricos del Buen Ayre (JEHBA), desarrolla distintas actividades que están orientadas a la divulgación y preservación del patrimonio histórico y cultural, en especial de la Ciudad de Buenos Aires. Es conocido popularmente por sus destacadas visitas guiadas que ofrece al Cementerio de la Recoleta los domingos por la tarde, al Centro Naval, o al emblemático Palacio Barolo, y además por sus constantes participaciones en ciclos radiales como “Vivamos la vida”, que se emite los domingos de 11 a 14 por Radio Mitre, “Viejos Vinagres”, los sábados de 15 a 17 por Radio Ciudad, entre otros. O también las innumerables participaciones en ciclos televisivos de la TV Pública, TN, y otras señales.

Lazzari estuvo este jueves en el Pasaje Dardo Rocha de La Plata, en una visita al centro cultural por excelencia en su carácter de presiente de la Fundación “Arquitecto Ingeniero Francisco Salomone”, oportunidad en la que fue recibido por el secretario de Cultura y Educación de la Municipalidad, contador Martiniano Ferrer Picado y el director general de Cultura, profesor Gustavo Rodríguez, estando acompañado por el platense César Arrondo, profesor de historia y miembro de la referida fundación (foto).

El historiador, conocedor de cada cuadra de la Ciudad de Buenos Aires, excelente divulgador de detalles tan importantes como la construcción de las “cien mil propiedades chorizo” o de la convergencia de estilos fantásticos con inspiración de palacios parisinos, aires neoyorquinos, influencia londinense o romana, tiene también una línea de contacto importante con La Plata debido a que está casado con una vecina de los tilos y las diagonales.

Al término de los eventos, Lazzari fue el protagonista de una extensa entrevista realizada por el periodista Fabricio Moschettoni, y se refirió a contradicciones y similitudes de las dos capitales rioplatenses: la Ciudad de Buenos Aires y la Ciudad de La Plata.

“Antes se pensaba en las dos o tres generaciones que venían”

Al ser consultado sobre cómo se fue dando su vinculación con la historia, y en particular con la de la Ciudad de Buenos Aires, dijo: “desde que tengo memoria me gustaba hablar con la gente grande como se decía antes, con nuestros viejos queridos, y que me contaran historias que iban completando la explicación de algunas cosas que ocurrían. Con el tiempo la vida te va llevando por algunos rincones. Me acuerdo un profesor que tenía en el Secundario, que era muy provocador de polémicas y me gustaba enroscarme allí, después estudiamos filosofía, teología, y a los 30 o 35 años comencé a dedicarme a lo que era la divulgación de la historia”.

“Siempre me pareció que la historia es mucho más entretenida en sí mismo que como se la cuenta, entonces ahí comenzamos con algunas tareas, visitas guiadas y demás, y la pasión por lo que tiene que ver con la historia argentina, y puse un gran foco en Buenos Aires. Hoy es importante para mi estar acá en la Ciudad de La Plata que es la expresión acabada de todo un tiempo de la historia argentina donde se pensaba en las dos o tres generaciones que venían”, destacó. (foto: colocación de la Piedra Fundacional, en Plaza Moreno / Sec de Cultura y Educación de la Municipalidad de La Plata)

Y acotó: “cuando (Dardo) Rocha, (Pedro) Benoit, pensaron la ciudad de La Plata en realidad estaban pensando en nosotros, y la Argentina acortó tanto sus tiempos que uno hoy le pregunta a alguien cómo ve que la Argentina va a estar el año que viene se lo pone en un aprieto. En ese sentido venir a La Plata es como volver a esa idea de ver la historia en una onda larga y no en una onda corta como la que estamos acostumbrados”.

Las dos capitales

Las generaciones de antes eran muy futuristas, y al tiempo de preguntar sobre qué similitudes o contradicciones se pueden encontrar entre las dos capitales, dijo: “la Ciudad de Buenos Aires, que a veces no tenemos en cuenta que fue durante casi tres siglos la ciudad más austral del imperio español, -o sea el último orejón del tarro-, debe a algunos episodios casi de suerte todo lo que se ha convertido ´la Reina del plata´. Yo no sé si hay en todo el hemisferio sur una ciudad de las características de Buenos Aires en el sentido que de pronto la eligieron capital del Virreinato y tuvo un gran desarrollo, y a partir de allí cuando se resuelve el problema de la capital en argentina eso encuentra como una masa base que era esa gran aldea que le permitió convertirse en una ciudad extraordinaria”. 

“La Plata tiene esa faceta extraordinaria de haber sido pensada como una ciudad para el futuro, una ciudad totalmente diseñada y armada para ser una gran ciudad. A mi me gusta mucho esa frase de Sarmiento que ´La Plata es una ciudad de gigantes para un país de gigantes´-, es decir pensada con todo su diseño que además marca una gran voluntad política enorme ya que en tres años estaba diseñada y en marcha los grandes proyectos y aún hoy a pesar de algunos desvaríos arquitectónicos modernos mantiene esa concepción monumental de un gobierno progresista para la gente. En ese sentido, La Plata es como una definición más acabada de un país que se pensó asimismo como un país que iba a estar entre los grandes países del mundo y Buenos Aires es más bien la consecuencia. La Plata es como el pensamiento para eso, así que ahí se da una contradicción interesantísima entre las dos grandes ciudades”, indicó. (Foto: una de las visitas  guiadas de Lazzari en la ciudad de Buenos Aires. Crédito Facebook del historiador)

Buenos Aires de los primeros tiempos fue la ciudad más austral del imperio y a su vez la más pobre, y al ser consultado sobre cómo se construyó, dijo: “si uno piensa en la época colonial, al 25 de mayo de 1810 había dos ciudades en lo que es el actual territorio argentino hoy que estaban más avanzadas arquitectónicamente que Buenos Aires, y eran Salta del Tucumán y Córdoba del Tucumán, y de hecho hay un censo interesante de cuando se crea la Diócesis de Salta en el cual constaba que tenía más edificio de alto Salta que Buenos Aires”.

“Buenos Aires empieza una etapa de gran modernización en la época de (Bernardino) Rivadavia como ministro de Martín Rodríguez en donde se fundan instituciones que han perdurado como la universidad, el Banco, el Museo, y esa organización de Buenos Aires como capital de la provincia de Buenos Aires, es decir como una par de las otras capitales deriva luego en ese impacto brutal que tiene la inmigración, un impacto absolutamente positivo pero pensamos que Buenos Aires en los tiempos de la epidemia de fiebre amarilla, en 1871, de los treinta mil habitantes de la época colonial había pasado a un poco menos de cien mil, y en 1910 a un millón y medio, llega a tener más habitantes Buenos Aires que París, y era la ciudad latina más poblada del mundo, así la conocían”, indicó.

“Después ese impacto inmigratorio le ha dado una forma académicamente que la llamamos eclecticismo, pero que es una gran mezcla que le ha dado un encanto notable que La Plata tiene, pero desde una planificación. Es decir, Buenos Aires está más vinculada a un crecimiento caótico con intentos de planificación que fueron bastante exitoso en algunos casos, de hecho Buenos Aires cuando tiene que incorporar un rinconcito del viejo partido de San  Martín piensa en la ciudad de La Plata para hacer un plano y ahí tenemos el barrio de Devoto que es el plano de la ciudad de La Plata”, contó.

“En ese sentido el porteño fue cimentando un orgullo merecido que algún caso peca de soberbio, pero la diferencia del platense es que yo creo que tienen que levantar un poco su autoestima, -para tratarlo en términos psicológicos que no sé si corresponde- , porque La Plata es verdaderamente una ciudad que es la perfecta ligazón entre lo que fue el proyecto liberal de la Generación del 80, la organización de una provincia que sigue siendo la más grande del país, y que curiosamente tal vez por esa falta de autoestima ha provocado que haya perdido gravitación política a lo largo de nuestra historia”,  reseñó.

“En ese sentido es una arquitectura condicionante en términos positivos que hay que revalorizarla para ubicarla en su lugar exacto”, dijo el reconocido historiador.

Fundación Salamone

Eduardo Lazzari preside la Fundación “Arquitecto Ingeniero Francisco Salamone”, y en su carácter concurrió a la ciudad para mantener algunas actividades como la entrevista con el secretario de Cultura y Educación, o más adelante una visita al Ente Turístico, presidido por su amigo, Daniel Loyola.

Al ser consultado sobre la actividad de la institución que preside, dijo: “para nosotros la revalorización de la figura y obra del arquitecto Salamone tiene que ver con algo parecido a esto que es retomar el valor de los grandes hacedores. Es decir, gente que hizo cosas que persisten en el tiempo, lo mismo que decíamos para Rocha o Benoit que pensaron en las generaciones siguientes, en las obras de Salamone también lo están”. 

“En este momento estamos encarando la tarea de digitalización de los planos dispersos de Salamone en los diversos archivos municipales, también en el Archivo de la Provincia de Buenos Aires, y esa es una tarea importante de valor académico. Estamos estableciendo convenios de colaboración como el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires, con algunos municipios con los que avanzamos en la negociación para articular la obra de Salamone en un nivel que no quede reducido en lo municipal ni en lo provincial en donde puede identificarse la obra a través de señalética, de folletería, de divulgación mediática moderna para que lo que se conoce sea lo que se quiere y lo que se quiere se lo va a valorar”, dijo.

Agregó al respecto que “nuestro lema en la fundación es que el pez nunca ve el agua, descubrimos que hay todo un montón de patrimonio que nos rodea al que no le damos importancia, nadie quiere aquello que no conoce y si no lo quiere es difícil que intente mantenerlo, y en ese sentido veo con agrado algunas obras de restauración en La Plata en la cual un mal de las ciudades modernas acentuado en La Plata como es el tema del graffiti está retrocediendo y eso es sin dudas un dato alentador, por eso hay que fomentar todo para ponerlo en marcha”.

La historia como un redescubrimiento constante

Al ser consultado sobre si hay una especie de resurgimiento de la historia en la gente, o mayor interés de tomar contacto con el pasado, dijo: “yo creo que sí, creo que hay que estar atentos para hacer las cosas seriamente porque cuando hay una demanda de la gente también puede haber algún pillo que utiliza esa demanda para corregir algunos pensamientos, o dirigirlos”.

“En la historia hay un dato fundamental como es que los hechos son sagrados. La historia hay que revalorizarla, hay que brindarla modernamente y sobre todo en eso recordando una frase de Nicolás Avellaneda que decía que ´un pueblo que no basa el pensamiento de su futuro sobre su pasado, -el decía ´sobre las gloriosas tumbas de los que nos precedieron´-, no tiene verdaderamente futuro´, entonces cimentar la historia, cimentar el patrimonio y cimentar un relato verdadero., y en esto los historiadores tenemos que luchar contra un relato muy común como es que la historia no  son los hechos sino que son las opiniones. Yo podré discrepar sobre que si eso es bueno o malo, pero que a (Manuel) Dorrego lo fusiló (Juan Galo de) Lavalle es un hecho, o que pasaron una serie de cosas pero que los hechos están, y esa es una tarea que los historiadores tenemos por delante y creo que sin dudas hacerlo bien responde a una demanda y la gente responde porque tienen claro el valor de la verdad y la mentira, entonces cuando uno hace un trabajo honesto y franco que puede no ser simpático la gente lo valora y es un gran tiempo para dedicarse a estas cosas”, concluyó.