Desde “Costo de vida”: “Difícilmente se pueda despegar con el alocado festival de gasto público que viene proponiendo el populismo”

“Si hoy viviera Juan Bautista Alberdi podría ver que sus dichos de hace 150 años se repiten. Endeudamiento externo gigante a partir de empréstitos, y endeudamiento interno desvergonzado, mediante una emisión descontrolada de billetes. En definitiva, esas son las herramientas entendidas por el populismo para gobernar el país, y deriva en atraso, pobreza, y el termómetro de eso lo marca la inflación”, sostuvo al comenzar.

“Este país sigue con la matriz económica de hace décadas, no la cambió. Y lo peor es que sigue con una organización política de un territorio desparejo, en donde en nombre de un falso federalismo terminamos soportando provincias deficitarias con gobiernos que se consideran feudos y se sostienen a partir del clientelismo y la utilización del empleo público como tal”, agregó.

Y luego, en ese sentido, afirmó: “el gasto público alocado lo produce la sucesión de gobiernos que para tener base popular, derrocha. Crea puestos de trabajo público y con eso agrega burocracia y gasto, crea puestos jerárquico y con eso suma burocracia…con solo dar vuelta por algunas oficinas públicas vemos que hay direcciones con directores sin funciones, que tienen empleados, gozan de ciertos privilegios y no hacen nada porque la dependencia que le crearon no tiene función y solo es un premio político o por  portación de apellido. El gran poeta Almafuerte renegaba constantemente con estas cosas, y por eso no se sostuvo como político en el tiempo, porque claramente el sistema político está pensado para que una elite actúan como garrapatas en un Estado que ya ni sangre le queda”.

“Ese gasto público es el principal mal que tenemos los argentinos. Es que lo puso en práctica con crudeza Juan Domingo Perón, pero después lo utilizaron todos, absolutamente todos los que lo sucedieron. Gobiernos democráticos radicales, peronistas, y también dictaduras militares. Todos fueron populistas en este país”, consignó.

“Nuestro país puede salir, pero solo si se encara de fondo una reforma política, con un acuerdo amplísimo que se plasme en una reforma previsional, una reforma impositiva, y una reforma laboral. Y en lo político un progresivo control del gasto público de todos los niveles del Estado: nacional, provincial y municipal. Si no se controla el gasto público en breve no vamos a tener país, y estaremos como antes de mayo”, concluyó.