16/04/2024 - Edición Nº2945

La Plata

Editorial

Coronavirus: Blindar la industria con un protocolo productivo y marchar hacia un gran acuerdo nacional

11/03/2020 | Editorial de Fabricio Moschettoni en Costo de vida, por Radio 96.7 de La Plata esta miércoles 11 de marzo de 2020.


por Redacción


El desastre económico que ocasionará en el mundo el coronavirus aún tiene un resultado de difícil pronóstico, pero estamos seguros que la magnitud será espectacular, eso significa que la economía global ingresa en la previa de una larga recesión.

¿Cómo será el mundo de la política económica después del coronavirus?, ¿cuántos países lo podrán superar y cuántos otros terminarán sumidos en una pobreza infinita?.

La pandemia sin duda alguna no solo dejará más muertes por todos lados, sino que causará un enfriamiento económico que tiene preocupados a los encargados de las finanzas de las naciones tanto como a CEOS de empresas de diferente magnitud. Habrá recálculo en planes de inversión, posibles suspensiones y despidos masivos, y un horizonte poco venturoso.

En el medio, como actor inesperado, Arabia Saudita hizo volar por los aires el mercado del petróleo al ofrecerlo en baja significativa global, agregando a esa decisión ofertas segmentadas por regiones y analizando subir su producción a casi 11 millones de barriles diarios (de los 9.7 millones actuales) situación que ocasionaría que en el mundo se plantee una brutal sobreoferta que no solo debilitará la posición de Rusia, su principal rival en esta cuestión, sino que también destrozará la endeble economía venezolana, algunos nichos africanos, entre otras víctimas como por ejemplo también se anota Argentina.

Volviendo a la pandemia, en nuestro país la reacción fue más tardía que la ejercida por naciones centrales. Fueron días claves en donde no se hizo demasiado, y un tiempo precioso que al no utilizarse termina siendo perjudicial para la fragilidad de nuestro sistema económico.

En medio de la negociación más importante para reestructurar un endeudamiento, Argentina se queda sin posibilidades de obtener dólares para darle fortaleza a sus finanzas como producto de la pandemia del coronavirus y del accionar paralelo de Arabia Saudita. El petróleo y Vaca Muerta no podrán ser de la partida como armas estratégicas, pero al parecer tampoco nuestros caballitos de batalla históricos como son la carne y el cereal al no observarse demasiado juego.

El mundo cambio negativamente, y nosotros una vez más estamos quedando en la peor parte de esa transformación: sin clientes y sin inversores.

En el día de ayer, el ingeniero Miguel Ponce, experto en comercio exterior y titular de la comisión de Economía de la Convención Nacional de la UCR lanzó en “Costo de vida” una idea interesante, y tiene que ver con que el Gobierno nacional disponga de un Protocolo Productivo destinado a ayudar a las pymes, a la industria nacional y a todos aquellos sectores de la producción que ya vienen castigados en estos últimos años y que encima ahora pueden recibir el tiro del final.

“En España el gobierno prepara medidas fiscales y de conciliación”, dice un título de la prensa española en consonancia con lo lanzado por Ponce, y en ese sentido el economista insistió con su propuesta en el programa “Comercio exterior siglo 21”, que se emite por Onda Latina con su participación, y dijo: “el gobierno algo debe pensar, o sea un protocolo productivo además de uno de salud”.

A esa propuesta se le agrega una reacción similar de la Unión Europea como bloque que activará un fondo para hacer frente a la pandemia, y además Estados Unidos decidió reducir el costo sobre los salarios.

Pero bueno, la Unión Europea, España como parte de ella y Estados Unidos tienen la suficiente espalda y recursos para disponer de inmediato. Nosotros somos un océano de dudas, indecisiones y escasez.

De todos modos, es propio que este protocolo tiene que regir ya, y contender medidas de alivio fiscal, ayuda en el pago de salarios y en las cargas sociales o previsionales de los trabajadores de las industrias, reinvención del mercado interno con medidas que permitan absorber mejor algunos saldos exportables comprometidos, entre otras consideraciones difíciles pero indispensables.

El coronavirus es muy serio no solo en el impacto de la salud pública, sino en la salud económica de las naciones.

Las pérdidas serán cuantiosas, y eso significa que en el mundo habrá menos inversiones, la actividad privada se va a contraer, los estados tendrán menos ingresos y más egresos, se necesitará realizar inversión en infraestructura para provenir próximas pandemias al mismo tiempo que habrá que reconstruir aparatos productivos, entre otras particularidades.

No quiero ser alarmista pero sí sensato, y tal vez los argentinos tengamos que plantear como imperativo tan enorme exigir un gran acuerdo nacional porque los tiempos que vienen son más difíciles que los previstos hace un mes atrás. Son tiempos en que solo podrán enfrentarlos exitosamente aquellos países que tengan dispuesta toda su energía e inteligencia a resolver problemas del presente con mirada estratégica.

Buen miércoles.