El escenario jurídico en las Pymes

En contexto donde según datos de instituciones como CAME, ADIMRA, a los problemas de operatividad se suman las dificultades para pagar salarios e impuestos, los empresarios pyme se ven “empujados” a tomar decisiones difíciles. En ese marco, y en un contexto donde el gobierno extiende la prohibición de despedir personal por 60 d0 días, uno de los temas más consultados estuvo relacionado con la homologación de acuerdos de suspensiones (art 223 bis), incluso luego de ocurridos. A su vez, el experto dijo qué “sí se pueden diseñar acuerdos por sectores dentro de cada empresa. Sí, se prevé que las suspensiones pueden ser parciales, rotativas, alternadas, totales”.

López Tilli dijo que si bien la coyuntura es hoy la que más que nunca prevalece en la agenda del N°1 de pymes, se hace imperioso tener un pensamiento sistémico en vistas de dar respuesta a las presiones del contexto. En síntesis el especialista dijo que primero hay que hacer un “análisis estratégico bien profundo, luego redimensionar intelectualmente la situación de la empresa para atender a el nuevo escenario de negocio, y finalmente sí definir la estrategia legal a implementar, que puede ser ingresar en el programa de asistencia a la producción y trabajo (ATP), utilizar el art 223 bis - estas dos medidas están condicionadas y con muchas limitantes por parte del estado - o lisa y llanamente el concurso preventivo”. Según López Tilli, “si bien no es para tomar a la ligera, la reestructuración judicial las reglas de juego cambian de una forma mucho más favorable para el empresario”. Lo cierto es que muchos negocios no van a volver a ser lo mismo que en el período pre pandemia. De acuerdo a López Tilli, algunos se van a extinguir, otros van a languidecer en tanto que otros van a incrementar su participación en el mercado”. 

La visión y los problemas de las pymes

En el capítulo deuda, parece no haber grieta para los empresarios pyme consultados. El 97 % dice que está a favor de acuerdo con los acreedores. La categórica respuesta está vinculada con el impacto que un no acuerdo puede tener para la economía en general, con una profundización de la recesión, un dólar imparable, las reservas comenzarán a caer, y, por lo tanto, algunas importaciones se empezarán a hacer al tipo de cambio paralelo. A su vez, el default dejaría al país "fuera del torneo" del crédito y las inversiones externas, entre otros males. Según Martín Yechúa, director ejecutivo de Adiras, esto provocaría que “se incremente la tasa de inflación, pero no así el crédito perjudicando seriamente a las pymes; la capacidad productiva, a su vez, se vería dañada y se profundizaría la caída del consumo”.

A su vez, cuando se les preguntó cuál es la mayor preocupación una vez finalizada la pandemia, los empresarios identificaron fueron igual de tajantes. Las “finanzas de mi empresa” es lo que más los preocupa con el 72%. Luego si, surgen la carga impositiva y luego los juicios laborales. “Es claro que el estado económico es hoy el termómetro de cada pyme para dar respuesta a las otras dos variables que, si bien son apremian, dependen de la salud financiera de cada organización”, dice Yechua.

En relación con los asuntos fiscales, el 53 % de los encuestados viene pagando los impuestos, en tanto que el 35 % paga sólo lo que no puedo dejar de pagar. En este punto, vale aclarar que todo lo que es retenciones a terceros, es lo que no debería dejar de pagarse, al igual que ART, percepciones, entre otros. Por el contrario, se pueden diferir las obligaciones propias: Ganancias, Ingresos Brutos, Seguridad e Higiene, Bienes Personales, por ejemplo. Por último, el 12 % dejó efectivamente de pagar impuestos.