24/04/2024 - Edición Nº2953

Sociedad

Tango

Murió a los 88 años el académico Víctor Oliveros, amigo incondicional de Piazzolla y su obra

24/06/2020 | El académico del tango Víctor Oliveros, hombre de Buenos Aires, amigo entrañable de Astor Piazzolla y considerado una figura de referencia en temas vinculados a su obra, murió a los 88 años, informaron sus allegados.


por Télam


A lo largo de su vida fue representante de figuras emblemáticas como el pianista Horacio Salgán y el cantor Alberto Marino. También fue uno de los fundadores del Centro Astor Piazzolla de Buenos Aires.

“Víctor era el gran hincha y gladiador de Piazzolla, fue un hombre diferente de la gente que frecuenta en el ámbito del tango, él le puso el pecho a las balas de un movimiento muy resistido hasta hoy, creado por Piazzolla. Se enamoró de él y de su música cuando se desvincula Troilo y forma su propia orquesta en el 46”, dijo en charla con Télam Walter Piazza, fundador de la Academia Nacional del Tango, donde actualmente se desempeña como secretario administrativo.

“Fueron amigos incondicionales con Astor, al igual que de toda la familia de Piazzolla. En sus conciertos tomaba lista y se fijaba en quien había ido y quien no”, recordó con una sonrisa su amigo Piazza.

Oliveros fue miembro titular de la Academia Nacional del Tango desde 1997 hasta la actualidad.

“Era un personaje querido, un provocador que fastidiaba sobre todo a mis amigos tangueros anti-Piazzolla, sabía mucho de tango, se hacía más el loco de lo que realmente era”, agregó.

Nació el 1 de febrero de 1932 en la ciudad de Buenos Aires, luego con su familia se radicó en Comodoro Rivadavia hasta los 16 años.

A su regreso, “cuando llegó a Buenos Aires, una de las primeras cosas que hizo fue ir a ver a Astor a un concierto. Recién en 1955 fue a verlo a su casa y comenzó una profunda amistad y un profundo conocimiento de todos los cambios que Piazzolla realizó a partir ahí”, indicó a la agencia el periodista Osvaldo Manzo.

“Durante mucho tiempo fue su secretario como también lo fue de Horacio Salgán. Víctor tenía un oído increíble. Lo más importante era la amistad. Fue un porteño con todas las letras y un amigo incondicional”, agregó.

Horacio Ferrer y Piazzolla escribieron ‘Balada para mi muerte’, donde dice ‘Moriré en Buenos Aires, será de madrugada', que es la hora en las que se mueren los que se saben morir, 'llegará tangamente mi muerte enamorada, yo estaré muerto en punto cuando sean las seis’ y Víctor falleció a las seis de la mañana”, dijo Manzo.