23/04/2024 - Edición Nº2952

La Plata

La semana que pasó

Panorama Político Platense: La recuperación es posible con la mente abierta a concesiones e inversores privados

19/07/2020 | Si seguimos con el casete que reproduce desde tiempos inmemoriales conceptos de grandeza que supuestamente corren por las venas de los platenses vamos decididamente al más estrepitoso de todos los fracasos conocidos. Ahora, si nos ubicamos en el ´tano´ que vino con la pala a construir la ciudad y la sabiduría de quienes la diagramaron podemos sobrevivir a la hambruna bíblica que está llegando. ¿Nos atrevemos?


por Fabricio Moschettoni, editor de ImpulsoBaires / Twitter @FMoschettoni


“Los países no son ricos. Los hacen ricos sus ciudadanos cuando se organizan y trabajan”. Tomás Bulat. Estamos como somos. 

Antes que dar paso a lo habitual quiero referirme a la expresión prepotente, desafortunada y cobarde del diputado Fernando Iglesias al referirse a la tragedia que dejó un centenar de victimas fatales (o tal vez más) en abril del 2013, sumándome a la expresión de bronca y condena de cientos y miles de vecinos, y de las propias Asambleas de Inundados. Así como el kirchnerismo tiene a personajes como Juan Grabois para decir y hacer barbaridades, Juntos por el Cambio tiene a los suyos, como en este caso Iglesias. ¿Qué diferencia a Grabois de Iglesias?: ¡Nada!. Siempre la misma desubicación, el mismo desprecio por la gente, los mismos odios y rencores. Hablan y maltratan, nunca se les conoce un trabajo normal, siempre viviendo del esfuerzo de todos. Fue tan deplorable lo de Iglesias que hasta el mismísimo secretario de Gobierno de la Municipalidad, Marcelo Leguizamón, se constituyó en uno de los primeros en cruzarlo y desarticular sus palabras de bárbaro y mediocre. ¿Pedirá perdón o en la próxima sesión del Concejo Deliberante tendrá que ser declarado persona no grata para los platenses?.

Una semana más tan gris como las anteriores desde el comienzo de la ´tri cuarentena´, con problemas que se multiplican a todo nivel, y con la novedad de una leve flexibilización más sacada a tirones por la petición popular que por interés mismo de los gobernantes. 

Las encuestas en La Plata son sepulcrales y muestran un estado de ánimo del ciudadano promedio que es un constante llamado de atención. La propia imagen positiva del presidente Alberto Fernández, que en marzo estaba en un nivel estupendo, hoy en día se desplomó y promete seguir barranca abajo.

El jueves publicábamos en ImpulsoBaires.com.ar un trabajo de “Comunidad Polls” sobre 200 casos en donde el 80% de los entrevistados dijeron estar a favor de salir a realizar actividades físicas como correr o algún otro tipo de deporte. No es un dato menor, sino el emergente de un estado de ánimo pésimo.

El intendente Julio Garro había pedido al gobernador Axel Kicillof que se disponga una automatización en los municipios para habilitar actividades en acuerdo a la fase que corresponda, y el viernes en conferencia de prensa el jefe de Gabinete provincial, Carlos Bianco, anunció ese concepto. También Garro insistió con que se pueda sacar más a los chicos y a la gente mayor para que tengan algunas salidas recreativas.

Algo de eso se venía avizorando luego de un interesante diálogo que tuvieron Kicillof y Garro al recorrer el predio de la República de los Niños, lugar en el que ni bien comenzó la cuarentena se montó por iniciativa de las autoridades locales un completísimo centro de atención primaria de infectados por si la emergencia tocaba a la puerta de la Ciudad con más insistencia. Cabe tomarse un minuto para mencionar la efectividad con que en ese momento actuó la Secretaría de Cultura y Educación de la que depende el predio, coordinando con sus pares de Salud y la destacadísima asistencia del Ejército Nacional.
El sábado a las 22 Garro dio un mensaje a los platenses desde el Comité de Operaciones de Emergencias Municipales en donde agradeció nuevamente a Kicillof por oírlo y además explicó puntillosamente cómo será la nueva fase que empezó a correr. Para quienes todavía no la repasaron se puede hacer desde aquí.

La única verdad está en una vacuna o en la propia naturaleza

Las pocas certezas que hay hasta ahora en medio de la pandemia son las que se machacan desde el primer día en esta columna y tiene que ver con la escasa alternativa que existe para volver a la vida normal si no ocurre una solución otorgada por la ciencia o por la naturaleza, y eso solo será posible con una vacuna o lo que se llama una inmunidad comunitaria,  que algunos infectólogos como por ejemplo el doctor Fernando Polack lo explican perfectamente tomando el caso de España, en donde se supone que difícilmente habrá un regreso del virus el año próximo. Pero el saldo de España todos los conocemos y significó una cifra enorme de contagios y muertes, y seguramente eso pesa a la hora de decidir una estrategia.

Por lo tanto, no hay que hacerse demasiadas ilusiones con que el AMBA pasará a fase cuatro o utópico será llegar a la cinco sin una vacuna de por medio, y eso con suerte tardará larguísimos meses. De nosotros depende cuidar la fase actual porque si las cosas no salen bien en un par de semanas estaremos más aislados y mucho más pobres.

Y la verdad es que nadie aguanta más. Ya demasiado fueron estos 120 días. Al principio decíamos que si en la historia hubo quienes aguantaron en una cueva por años y sobrevivieron al régimen nazi cómo nosotros no vamos a pasar este momento aislados pero con luz, gas y Netflix. Honestamente no son los mismos tiempos, ni equivalentes circunstancias ni preparación. Por eso hay quienes piden (pedimos) salir a hacer algún ejercicio, otros necesitan (necesitamos) trabajar, algunos precisan (precisamos) tener actividades recreativas. Todos seguramente asumimos que hay un riesgo enorme a la vuelta de la esquina, pero el encierro empieza a provocar problemas dentro de las familias, indicios de violencia, discusiones inútiles, fastidio, depresiones profundas, incertidumbre sobre el futuro e inestabilidad con el presente. Lo que el virus no mata lo está consiguiendo la situación de presión en la que está sumergida el conjunto de la sociedad.

Salvo el empleado del sector público que todos los meses tiene su sueldo, el resto de la población estamos prácticamente terminados desde el punto de vista económico y los niveles de endeudamiento son astronómicos al punto tal que el temor de contraer obligaciones con alto interés en un banco o en una tarjeta de crédito quedó superado por el que una buena parte de la gente empieza a tener con prestamistas o casas de empeño. La morosidad en términos impositivos ya marca en el panel de estado de la AFIP “riesgo medio” como el mejor de los casos, los alquileres no se pueden pagar, y la comida es cada  vez más cara porque el almacén de barrio no cumple con los precios que fijó el gobierno, mientras que los hipermercados quedan demasiado lejos para las personas que no tienen vehículo particular, aunque acudiendo nuevamente a un estudio de Comunidad Polls, todavía el 55% de los platenses consultados en un método online dicen que siguen prefiriendo abastecerse en los predios de esas cadenas.

En ese marco, una encuesta de DC Consultores realizada entre el 10 y 12 de julio sobre 830 casos en la Ciudad mostró que el 51.6% de los consultados dicen que su situación económica no soporta más, el 32.5% asegura que un tiempo más pueden estirar y el resto no saben. En el mismo trabajo el 47% decía que hay que terminar con la cuarentena, el 39% opinó que no, y casi el 14% no sabe.
Esta situación de La Plata se replica en cada uno de los distritos del AMBA y en CABA, y por esa razón seguramente el presidente Fernández hizo un automático cambio de fase, pero condicionada a resultados, buscando de esa forma una cuestión perfectamente entendible como es la responsabilidad social.

Este sábado, el licenciado Aníbal Urios, director de DC Consultores, evaluaba en ImpulsoBaires.com.ar el anuncio gubernamental: “vimos un avance del gobierno en entender el contexto, las variables psicológicas y emocionales se lograron separar de lo racional. Es por ello que nuestra razón entiende que la cuarentena es la mejor solución hasta tanto haya una vacuna, pero emocionalmente es imposible poder cumplirla. Hay un punto de tolerancia, no es "no querer" es  "no poder"; y ésto el gobierno lo empezó a entender. Quedó demostrado con esta flexibilización”. 

“El umbral de la paciencia llegó a un límite (no desde la maldad, lo partidario o político sino desde la angustia). Por eso es entendible esta combinación estricta-flexible. La angustia está presente tanto en el que perdió el trabajo, el que cerró un comercio como en el que cobra su sueldo pero no puede ver a su familia o amigos.  Todas las angustias son entendibles por eso creo que ayer el gobierno dejó de enojarse con la realidad”, dijo.

Oportunidad o fracaso, en nosotros está el futuro

La situación es dramática, por lo que no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Tenemos que generar nuestra propia riqueza, dar a la Ciudad y no sacar de ella. No esperar solo que el derrame que se pueda dar de una política nacional nos asista.

Domingo a domingo en esta columna insisto con la necesidad de reformar el Estado municipal antes de que sea demasiado tarde. El futuro más allá de la pandemia será paupérrimo desde el punto de las finanzas comunales por lo que no hay mucho tiempo que perder sin tomar medidas radicales.

Una Municipalidad no tiene la posibilidad de emitir dinero afortunadamente porque sería un descontrol, por tal razón sus arcas se engrosan con el dinero de la recaudación directa de los contribuyentes, que mirando el presupuesto del año anterior es de alrededor del 55% del total, más un 15% que correspondió a aportes o transferencias del gobierno provincial y en menor medida nacional, y la coparticipación provincial básicamente.

Este año habrá escasísima recaudación de contribuyentes propios porque con buen sentido de ocasión el intendente Julio Garro suspendió por todo el año el cobro de Monotasa y otros gravámenes. Además la coparticipación mermará de manera categórica, y lo más probable es que todo se sostenga con aportes provinciales y nacionales. Pero el año que viene habrá que pagar deuda que actualmente se está generando, como por ejemplo anticipos o préstamos destinados a sueldos de municipales o servicios elementales, y mientras eso ocurra la cuenta de la Municipalidad no tendrá ingresos sustanciales ya que una enorme cantidad de contribuyentes no podrán hacer frente a compromisos, incluso llegará una enorme ola de bajas por quiebras.

Esa cuestión obliga a reformar la estructura del propio Estado, algo que Garro hizo afortunadamente hace un par de años atrás al achicar bastante la burocracia, pero todavía hay más cuestiones que pueden hacerse sin afectar el funcionamiento del Municipio como por ejemplo escanear la cantidad de dependencias ya sea secretarías, subsecretarias y direcciones eliminando las que no reportan nada. Todavía hay mucho por ajustar.

Pero además la Comuna va a tener que apuntalar un par de iniciativas tan importantes como posiblemente polémicas, el tema es que hay que hacerlas o hacerlas porque no existe otro plan de resultados rápidos que se conozca, o por lo menos no se está expresando.

Salimos con el bisturí

Esta gestión o tal vez la próxima tendrá que dar respuesta a la situación del Cementerio local que ya está colapsado, y el tema es que el Estado no puede hacer gastos económicos saliendo a buscar un predio, ni la Legislatura atenderá un pedido de expropiación. Así que hay que ir con lo propio y para eso está el Parque Ecológico, que hoy son doscientas hectáreas bastante desaprovechadas en donde hay lugar para seguir fomentando lo ambiental y además es un sitio perfecto para emplazar un proyecto que es una demanda urgente.

En esta columna lo sostuve algunas veces, si a ese predio no se le da una mayor atención un día nos levantamos con la noticia de que fue usurpado, como tantos otros terrenos de la Ciudad siguen siendo ocupados ilegalmente sin que medie ninguna acción.

Otro tema en cuestión es todo lo que hay para concesionar en la Ciudad buscando el doble objetivo de que no sea más una erogación para el presupuesto pero que además produzca un ingreso constante durante los próximo 20 años.

Así es que en primer lugar tenemos las 52 hectáreas de la República de los Niños, en donde convive un núcleo histórico y destinado a educar y enseñar conductas republicanas, un amplio espacio de juegos, y amplísimas hectáreas disponibles.

Se podría perfectamente conservar el componente educativo pero haciendo una mega concesión del espacio de juegos, traer nuevos atractivos y hasta hacer canchas de golf.

Tenemos que pensar que si es cierto como se dijo hace dos o tres años que Walt Disney se inspiró en la República de los Niños para comenzar a levantar un imperio que hoy vale US$238.000 millones y ocupa el puesto 27 entre las empresas más valiosas de Estados Unidos (Revista Forbes, 2019) tenemos a mano un potencial enorme, que hay que darle valor y riqueza poniendo manos a la obra y llamando a una licitación internacional para que se acerquen ideas y propuestas.

La República está prolija, se siguen haciendo obras de mantenimiento con enorme sacrificio y sin embargo todos los días falta algo más por hacerse, y el Estado no puede ni debe afectar más presupuesto en épocas de crisis, se necesita ser creativo y recalcar que la riqueza se logra solo con la intervención humana, si dejamos las cosas como están tendrán un valor potencial pero no habrá uno real. Es como el ejemplo de tener varios pozos de petróleo sin máquinas ni técnicos para extraerlo, ¿de qué sirve?.

Seguro que con esta idea a los peronistas se les hierve la sangre, y a los profundamente estatistas mucho más, pero es tiempo de pensar que si Disney para levantar semejante imperio se inspiró en Perón, por qué los platenses no podemos utilizar esa creación para sobrevivir y crecer.

Otra joya que tenemos a la mano es el Teatro Coliseo Podestá que puede ser un imán para fomentar el sector hotelero, que tanto invirtió en la Ciudad en los últimos tiempos, y el gastronómico, que se modernizó y se puso a la altura de los corredores más importantes de CABA. Esa casa de cultura y espectáculo es dirigida por el dramaturgo Gastón Marioni, uno de los funcionarios más talentoso que tiene la gestión del intendente Julio Garro, y en los últimos años colocó al Teatro en las mejores posiciones nacionales, y por eso hoy tiene valor.

El Coliseo necesita realizar contrataciones de espectáculos internacionales, con figuras de relieve que produzcan un golpe fuerte en el mercado de espectáculos, y para eso el Estado no alcanza para hacer la inversión correspondiente y se necesita del factor privado como soporte, por lo que hay que pensar en una Fundación Ciudad, que sea la encargada de conseguir recursos suficientes como para este emprendimiento: reunir una cartera de fondos e inversiones y administrarlos colocándola al servicio de esa dependencia que obviamente seguirá siendo conducida por la Comuna.

La Fundación Ciudad podría tener un rol estratégico en los tiempos que vienen, consiguiendo que sectores privados se sientan seducidos e inviertan en la Ciudad, sería una forma de conseguir recursos por fuera del presupuesto para que integren luego el presupuesto del Estado, aunque de manera afectada o sea que no se pierda en la generalidad. Es una polémica idea, audaz pero nada original porque algo similar ocurrió en Vicente López hace como treinta años durante la gestión del radical Enrique “Japonés” García.

Claro que para que eso suceda debe existir credibilidad, máxima transparencia y resultados rápidos, sino en lugar de un logro podemos tener una sucesión de escándalos.

En el marco de obtener recursos el propio intendente Garro lanzó una idea importante durante la campaña electoral como es trasladar la Terminal de Ómnibus al predio lindante de la Estación de Ferrocarril y hacer un polo nuevo de comunicaciones. Había gestiones avanzadas, aunque no definitivas. De esa forma la intención era una concesión a largo plazo para que existan inversores y así dar una solución definitiva a un problema recurrente de los platenses. 

De todos modos, si ese proyecto no se puede definir porque hay incompatibilidades de intereses con el Estado Nacional, la Municipalidad debería llamar a un concurso de ideas para hacer de la actual Terminal una cuestión más atractiva y concesionarla.

Un clásico en esta columna es el pedido de instrumentar el sistema de padrinazgo en espacios públicos. Tenemos alrededor de 270 plazas y parques y eso significa una erogación elevadísima para el Estado en función de mantenerlos. Sin embargo, desde la década del 90 hay una ordenanza que faculta a la Municipalidad para adoptar padrinos en donde coloquen la exhibición de sus marcas mediante alguna publicidad a cambio de fondos para mantenimiento de algunos predios.

Y en el repaso de mirar concesiones también encontramos los famosos octogonales (ya cambiaron el formato hace tiempo) que están en algunas plazas para el expendio de alimentos, como por ejemplo los de Plaza Moreno, Parque Saavedra, y otros. En esos casos hay que revisar el formato de concesiones y posiblemente ampliarlo. 

Relacionado a lo anterior, un caso curioso justamente se da en el Parque Saavedra en donde hace algunos años había un inversor que tenía una idea original para darle vida a la pérgola que está en el lago. En ese lugar perfectamente podría funcionar la concesión de un centro de comidas vegetarianas mientras que a la vez se podría levantar una propuesta cultural con muestras artísticas, acompañando las tardecitas con piezas de los magníficos coros que se arman en el Pasaje Dardo Rocha por parte de la dirección de Coros de la Secretaría de Cultura, con un profesionalismo increíble que si alguno todavía no lo sabe lograron que desde hace unos años La Plata sea capital provincial del canto coral.

Y en este trayecto de propuestas para reinventar la Ciudad encontramos la zona de Meridiano V, que en el pasado fue una promesa que hasta decían que podía competir con el fabuloso barrio porteño de San Telmo, pero sin embargo se quedó en el camino y hoy es desolación y abandono.

Es preciso que allí se haga un proyecto de revalorización global, que tenga como partida fomentar condiciones para los inversores gastronómicos, establecer una concesión de la vieja Estación Provincial, que es un predio que la Municipalidad tiene administrando pero que corresponde a la esfera nacional, además hay que trasladar de lugar el estacionamiento de colectivos.

Algún trabajo interesante se empezó a realizar en el marco del proyecto La Plata 2030 que en la actualidad tiene a cargo la secretaria de Planeamiento Urbano, María Botta, y es necesario profundizar y ejecutar en los tiempos que vienen.

Meridiano V tiene potencial, pero está entrampado en esa absurda administración compartida de la zona del ex Ferrocarril y eso significa una piedra en el zapato. Hasta que no se haga un nuevo convenio y se den garantías serias para invertir seguirá siendo un problema cuando en realidad puede ser una fuente de generación de recursos con altísimo potencial.

Como se observó, la Ciudad tiene con qué reconstruirse, pero es imprescindible reorientar el gasto público y utilizar el patrimonio existente para darle un contenido importante que trascienda.

La Plata si quiere resurgir y no ser un distrito más del conurbano va a tener que generar una revolución en estos términos, no queda otra.

La Ciudad tiene que ser un lugar en el que quieran venir inversores, que traigan sus sueños para hacerlos realidad, que vengan a ganar muchísimo dinero y que den empleos, que hagan contribuciones al fisco y que se sientan parte de esta nueva empresa. 

Hay que pensar en una Ciudad que brinde oportunidades de negocios a la región, al contexto nacional y también al internacional. Que el privado gane todo lo que su esfuerzo le posibilite ganar, y el Estado tiene que crear las condiciones para que eso suceda. Mayor ganancia del sector privado es una cantidad más grande de aportes al fisco, y con eso el Estado va a tener para reinvertir nuevamente en programas de fomento y de atención a todos los barrios.

La historia presenta pocas oportunidades para sobresalir, y sobresalen únicamente los astutos y pragmáticos.

Hasta el próximo domingo.