Con Mauricio no alcanza?

Cambiemos se debe unadiscusión interna que se fue postergando porque la pandemia puso a la política en el freezer. Esa discusión tendría al menos 5 puntos:

1.    Por qué la gestión macrista no estuvo a la altura de lo esperado y fue un gobierno de un partido, no de una coalición;
2.    Qué cambios metodológicos necesita la conducción del espacio;
3.    Qué orientación ideológica debe seguir el espacio, en vista del resultado electoral del año pasado;
4.    Qué estrategia deben llevar frente al gobierno en estas circunstancias; y
5.    Cómo se definirá el liderazgo hacia 2023.

Recién ahora “sordos ruidos oír se dejan de corceles y de acero”. Había pólvora en el aire, y una chispa dispara una explosión. Eso es lo que ocurrió con el mentado viaje del ex presidente a Francia, con destino Suiza. Mucho se habló no solo sobre la inconveniencia del mismo (en el peor momento de la pandemia), sino también sobre algunos detalles de estilo (el elegante hotel en París) y el motivo (su rol en la fundación de la FIFA, institución de gran opacidad material).

Obviamente, detrás del debate de los puntos 1 a 4 citados, todo se orienta a definir el tópico 5. La oportunidad luego dicta que tecla salta. En estas últimas semanas afloraron el 2 y el 4, pero 1 y el 3 tampoco le van a la zaga. Como se sabe, el famoso y polémico comunicado frente a la muerte del secretario Gutiérrez termino siendo un boomerang hacia el interior de Cambiemos.

La resolución de estos debates pendientes requerirán de los pretendientes al premio mayor paciencia, astucia, disciplina y sentido de la oportunidad. Implica SABER HACER POLITICA (con mayúsculas ex profeso). La pregunta que le cabe a Macri es: ¿sabrá hacer política sin cargo? Recordemos que los últimos 12 tuvo una botonera desde la cual conducir, ya sea la jefatura de gobierno de la CABA como la presidencia. Si nos vamos más atrás en el tiempo, en los últimos 25 años (desde que ganó la presidencia de Boca) solo estuvo en el puro llano dos años (2003-2005). Luego pasó un par de años de aburrimiento (según su propia definición) en la Cámara de Diputados de la Nación.

Teniendo en cuenta que –pese a que el 40.28 % (que debe leerse estadísticamente como 40, y no 41) es un muy buen resultado después de la paliza de las PASO- finalmente perdió, y que su imagen actual tiene un alto negativo, está claro que por ahora con Mauricio no alcanza. La pregunta es entonces si “sin él no se puede”. Eso por ahora no queda claro, y faltará mucho tiempo para poder definirlo. Sobre todo se deberá esperar a si Macri es candidato el año que viene, y en ese caso cómo le va. 

Una pista importante es qué piensa sobre él lo que podríamos llamar “el Santo Grial del electorado argentino”: el 6 %  que juntó Lavagna + el 8 % que poseía Massa pre Frente de Todos + algunos moderados de ambos lados (un 10 % seguro). Eso conforma un cuarto de los que van a votar, el cual constituye el fiel de la balanza. La mayor parte de esos le dijeron que no a Macri en 2019. Pero cambia, todo cambia, diría Mercedes Sosa.

Por eso la pelea más importante sobre la superficie es entre halcones y palomas. ¿Tendrán los halcones suficiente astucia para convencer a la mayor parte de ese 25 %? ¿O el solo hecho de ser halcones les impide ser persuasivos para un electorado paloma?

No sabemos si “sin Mauricio no se puede”. Lo que sí sabemos es solo con este artículo no alcanza para responderlo.   

Carlos Fara es analista político. Autor de ¿Cómo ser un consultor político?. Para ImpulsoBaires.com.ar