18/04/2024 - Edición Nº2947

Sociedad

Punto de vista

COVID-19 y Vulnerabilidad en la nueva longevidad

16/08/2020 | Es un agosto diferente en Mar del Plata y Batán, Son las ciudades de Argentina que en porcentajes posee más población de personas adultas mayores (AM), se cree a falta de Censo 2020 que de 1 a 1,5 de cada 4 marplatenses y batanenses pertenecen a este grupo poblacional. El solo hecho que de los estimativamente 850.000 habitantes existan más de 120.000 afiliados de PAMI, es un indicador claro que ese porcentaje es real, teniendo en cuenta, que habría que sumar a los jubilados de otras cajas previsionales, un gran número que a través de los últimos años han quedado fuera del sistema y otros que aún continúan trabajando dado que para la OMS en Latinoamérica se es AM a partir de los 60 años (1982 y 2002 Asamblea General de las Naciones Unidas).


por Fernando Lazo */


Nota al margen como todos los inviernos las camas de Terapia intensiva se encuentran al límite, hoy mas que nunca pese a los esfuerzos del armado de un nuevo hospital modular.

Este grupo poblacional ha quedado demostrado por la evidencia y los miles de estudios realizados durante esta Pandemia que se encuentra primero en el grupo de riesgo frente a la enfermedad COVID-19. Sumado a ello que la mayoría, producto de diferentes causas, estilos de vida, genética, factores ambientales, otros factores multi causales, Etc. Poseen comorbilidades que se encuentran dentro de los llamados Grandes Síndromes Geriátricos.  Sumando así una “Alta Vulnerabilidad” complejizando la definición de paciente de “alto riesgo” frente a esta nueva enfermedad.

Contra todo lo que se cree y con mas de un centenar de Residencias de Adultos Mayores (RAM), solo un pequeño porcentaje viven en las mismas, si bien es difícil conseguir datos, se estima que entre 8000 y 9000 Personas Adultas Mayores viven en estas residencias. 

Por todo lo expuesto era de esperar que el tiempo del aislamiento que lleva meses haya servido para realizar medidas promopreventivas. Sabemos que diferentes instituciones las realizaron (Escuela Superior de Medicina, Municipalidad de General Pueyrredón, Etc.), pero lamentablemente otras (muy pocas) no. ¿Tal vez la falta de especialización? ¿Tal vez la negligencia? ¿Tal vez la mirada mercantilista en el manejo de las RAM? Son preguntas que sabremos desde ahora y en el futuro. Dado que ya es un hecho irrefutable que alrededor del 63 por ciento de las personas fallecidas en Mar del Plata hasta la fecha (53 muertes), son Adultas Mayores y que, por otro lado, la enfermedad “ha sido llevada” a cerca de 10 Residencias…(Clústers). Desde Efectores de salud “especializados”, ocasionando un verdadero y grave problema de salud, sumando las muertes hasta la fecha se espera que de no ganar la batalla en las instituciones que atienden esta población el índice de letalidad sería el mayor del país.

Se trata de muertes evitables, postergables, estas personas con sus historias de vida merecían y merecen vivir y morir “a su tiempo”, rodeados de sus vínculos y en situaciones que en definitiva no son las que presentan la muerte por COVID-19. (aislamiento en camas de terapia intensiva, morir lejos de sus seres queridos, Etc.) hemos visto imágenes por todo el mundo de personas despidiéndose de sus afectos por teléfono celulares, muchos de estos/as adultos/as mayores al estar en una terapia con asistencia mecánica respiratoria, ni eso han podido hacer, quedan muy lejos en esta situación los conceptos tan esperados (por quienes trabajamos en salud) de “muerte digna” o” buen morir” …
Aún se puede evitar esta “desgracia colectiva” si se trabaja el foco específico y los nexos, con toda la fuerza de la sociedad, El Estado mediante sus Instituciones, El Sector Privado específico ya mencionado, los Organismos de Control y Fiscalización, Las Obras Sociales, ONGS y la sociedad en su conjunto.

Pero existe un actor central que debe marcar la estrategia en materia de política sanitaria y esa es la Política en sí misma, que no debe “mirar para otro lado” ante la situación de Mar del Plata. Es momento de Cuidar en esas Residencias y Efectores donde “alguien entró el COVID-19” porque como dijo el Presidente “nosotros buscamos a esta enfermedad, la enfermedad no nos busca a nosotros” y encontrar con urgencia estrategias mancomunadas para detener estas muertes que de no tomar medidas irán creciendo en el transcurso de los días y meses. Se trata de evitar en gran parte “lo que se pueda evitar” y mitigar las situaciones ya existentes. Sino lamentablemente en algunos casos estaremos frente a un “geronticidio” no planificado llevado adelante por la ineptitud de algunos actores institucionales de la salud, considerando que la cantidad de muertes podría de no detenerse esta situación, superar la cantidad de casos activos (hoy 572) que tienen la Ciudad de Mar del Plata y Batán. Teniendo en cuenta que la vigilancia epidemiológica no debe poseer sesgo de ningún tipo y que la realidad actual se encuentra tristemente a la vista… Todavía estamos a tiempo.

Nota realizada en memoria y respeto a las personas fallecidas y sus familias por la enfermedad COVID-19.

*Lic. Fernando Lazo, Trabajador Social del campo de la salud comunitaria. MP 8493, para  ImpulsoBaires.com.ar