Educación y ciencia, dos motores para el desarrollo de nuestro país

Algunos opositores y medios han intentado instalar la falsa dicotomía “salud versus economía”. Aquellos países que adoptaron esta mirada terminaron con sus sistemas de salud colapsados y sus economías desplomadas.

Pese la incertidumbre producto de la pandemia, y a partir de nuestro Estado presente, surgen investigaciones científicas que brindan los argumentos para dejar en claro cuál es el camino a seguir. El primero de ellos es el desarrollado por laboratorios, científicos y universidades sobre la utilización de suero equino terapéutico para tratar pacientes infectados con COVID-19. La otra noticia destacada es la que se conoció esta semana en donde el presidente anunció que Argentina y México serán los responsables de fabricar y distribuir la vacuna en Latinoamérica.

Sin dudas estos hitos en materia de desarrollo científico nos muestran los resultados de (re) jerarquizar el ámbito de la ciencia y la tecnología otorgándole nuevamente status de ministerio así como de destinar recursos en materia de investigación científica.

Pero recordemos que el período de 2015 al 2019 se registró una disminución del presupuesto en esta materia del 0,35 al 0,21 por ciento del PBI. Tras cuatro años de Cambiemos, la situación bien se podría resumir en caída del presupuesto, supresión de proyectos, fuga de cerebros y desaparición del ministerio. Es decir que, en plena revolución tecnológica a partir del conocimiento intensivo, se consideró que esta política era un gasto y no una inversión.

Lo mismo ha ocurrido en materia de política educativa. La creación de nuevas universidades públicas, tan cuestionada por el gobierno de Macri, en donde se las desfinanció y se intentó instalar el mensaje de que los pobres no llegaban a educación superior. Otra vez la mano invisible libertaria realiza ajustes en aquellos sectores que impiden el desarrollo del país. 

No alcanza con aplaudir a los trabajadores del Malbrán o a los científicos que trabajan incansablemente. Es necesario tener una mirada integral que aliente la investigación y el desarrollo científico para evitar la fuga de cerebros o el cierre de establecimientos educativos.  

Frente al panorama sanitario, económico y social, el Estado se puso al frente, brindando respuestas efectivas. Trabajadores de la salud y científicos argentinos dieron muestra de su valía.

Quisiera que las manos con las que se aplauden a dichos trabajadores nunca más se levanten para votar recortes presupuestarios al CONICET, al Malbrán, a escuelas, a universidades o a ningún hospital.

*/ Licenciada en Economía, diputada nacional de Frente de Todos por la Provincia de Buenos Aires para ImpulsoBaires.com.ar