20/04/2024 - Edición Nº2949

Economía

La mirada de Jorge Joury

La trampa de aumentar jubilaciones por DNU y premios para Boudou y Zaffaroni

23/08/2020 | Quedó en claro que la movilización del 17 no fue de ningún partido político. Sin partidocracia mediante, la gente se expresó y fue la gran protagonista de un reclamo, no solo fue contra la reforma judicial. Afloraron además otras deudas pendientes con la sociedad, como la que el Estado tiene con los jubilados. Hubo hasta carteles en lenguaje inclusivo que señalaban con ironía : "Los jubilades no somos boludes" (ver foto). Seguramente lo que duele son los $42 por día de aumento que se le acaba de otorgar para septiembre al sector pasivo, frente a obscenidades como las que a un ex vicepresidente con prisión domiciliaria como Amado Boudou se le pague una pensión vitalicia de $400 mil y que un ex juez de la Suprema Corte como Eugenio Zaffaroni, perciba un mensualmente por su retiro $850 mil.


por Jorge Joury *


Vale para el caso la reflexión del periodista especializado en tenis, Guillermo Salatino que sufre como otras miles de personas esta discriminación, que se expresó de la siguiente manera a través de un  tuit: "Pagué 45 años mis impuestos. Nunca entré a una comisaría, laburé como un animal y lo sigo haciendo a los 74 años y cobro como jubilado $ 27.000".

Y, para diferenciarse de Boudou, condenado por el caso Ciccone, Salatino aludió a la sideral suma de dinero que embolsará el ex vicepresidente: "Está preso, condenado por la Justicia. Cobrará $20 millones por retroactivo y 400.000 por mes de jubilación vitalicia. Me siento un imbécil".  

El escenario que observamos por lo menos resulta bochornoso frente a la mejora de 42 pesos por día con que el Gobierno "premió" al sector pasivo con el aumento del 7,5% en septiembre. Hay que decir que la gran mayoría, más de 6 millones de personas, no llegan a percibir $20.000, cuando la canasta básica es de $40.000.

A diferencia de lo que ocurre en Argentina, en muchos países de Europa, se valoró el tema del envejecimiento, no por una cuestión humanista, sino porque en realidad son sujetos potenciales de consumo. Una persona que dispone de tiempo, le pones plata en el bolsillo y la gasta.

Los que más aportaron al sistema, por ejemplo las jubilaciones de más $40 mil a $90 mil, pierden entre 15 y 18 puntos por mes. Esto significa en algunos casos, que dejan de percibir entre 14 y 18 mil pesos, de haber estado en vigencia la Ley de Movilidad votada por el Congreso. Lo que ocurre, y es lo que el Gobierno no dice,  es que con las mejoras por DNU amortigua el gasto de los 90 mil millones por mes en las IFE.

Con estos aumentos,  el Estado reduciría el gasto público en $72.000 millones o el equivalente a la erogación del primer mes del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), de acuerdo al último informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). Esto siempre que el Gobierno no otorgue ningún bono a jubilados, pensionados y asignaciones de acá a fin de año.

El informe sostiene que con esta medida, desde el punto de vista fiscal, el Gobierno reduce el gasto en prestaciones sociales, aunque también genera una pérdida relativa de poder de compra para los jubilados y pensionados bajo lo que correspondía por la Ley de movilidad.

En ese marco, afirma que para el fisco, el menor gasto para el período comprendido entre diciembre 2019 y noviembre de 2020, neto de bonos (dos de $5.000 que se otorgaron en diciembre y enero, y uno de $3.000 en abril), sería de $72.000 millones (0,25% del PIB).

“Dados estos aumentos discrecionales puede haber litigios que terminen en sentencias que hagan que el Estado tenga que pagar lo que se ahorró o incluso más. Ya pasó otras veces y puede volver a pasar. Si bien es un ahorro hoy, nada garantiza que esos recursos haya que ponerlos en el futuro”, dijo Nadin Argañaraz, director del IARAF.  

El informe oficial dado a conocer el viernes 14 de agosto con las mejoras había destacado que en lo que va del año las jubilaciones mínimas aumentaron un 28,9%, lo que si se mide contra la inflación dada a conocer por el Indec, representa una mejora en términos reales del 5,5%. No obstante,  el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino salió con los tapones de punta, remarcando que "más allá de lo que se diga, los que cobran la mínima reciben un importe de ajuste de alrededor de 1.200 pesos, eso implica 42 pesos por día en plena cuarentena, cuando el adulto mayor es el más afectado".

"Le habíamos pedido al Presidente al comenzar el aislamiento llevar el mínimo a valores de alrededor de 30 mil pesos para que le permita al jubilado no tener que salir a realizar su trabajo extra para comer", agregó Semino. Argumentó además "que digan que los jubilados le ganan a la inflación con sus haberes es una falta de respeto". "No tienen vergüenza cuando hay funcionarios que dicen que con esto se supera la inflación", apuntó Semino, recordando que las jubilaciones "ya habían perdido 20 puntos de su poder adquisitivo entre 2018 y 2019 y ahora están perdiendo 10 ó 15 puntos más". 

También señaló que el reajuste es "bastante menos de lo que ya se tenía como derecho adquirido a partir de los índices de la ley suspendida". 

En junio, la administración de Alberto Fernández decidió extender hasta el 31 de diciembre próximo la suspensión de la ley de movilidad jubilatoria por medio de un DNU.  

En ese escenario, las subas sobre los haberes previsionales fueron aplicadas por decreto ante la Ley de Emergencia Económica. Ambos reajustes de marzo y junio han sido cuestionados ante la Corte Suprema de Justicia. 

Lo que hay que recalcar, que se haberse mantenido la fórmula vigente hasta el año pasado, los haberes hubieran subido 35,9% en los primeros nueve meses de 2020.

Con el aumento del 7,5%, en septiembre el 74,1% de los jubilados y pensionados –6.118.676 beneficios-- cobrará entre $ 12.690 y $ 18.129. Claramente, esto está muy lejos de las necesidades básicas de la gente de la tercera edad.

De ese total, 1,5 millones son pensionados no contributivos que percibirán el 70% del haber mínimo ($ 12.690). Otros 120.000 Pensiones al Adulto Mayor (PUAM) cobrarán el 80% del haber mínimo ( $ 14.503) y el resto casi 5,6 millones de beneficios los $ 18.129 del haber bruto (antes del descuento del 3% de la obra social).

Con los aumentos por decreto otorgados este año, en septiembre este amplio espectro de jubilados y pensionados le ganará a la suba promedio de los precios minoristas si se cumple la inflación estimada por Seguridad Social del 20,54% entre enero-septiembre (15,8% a julio más 2% mensual en agosto y septiembre). Pero aun así estarán un 14% por debajo de los niveles de septiembre de 2017, cuando arrancó la fórmula de movilidad que luego fue suspendida con la ley de Emergencia.

Luego en octubre y noviembre, también con una inflación mensual del 2%, esa pérdida del 14% se elevaría al 17%. Y con el 3% mensual de inflación, la merma se aproximaría al 19,5% del acumulado 2018/2019.

En tanto, el resto de los haberes acumularán una pérdida mayor, con un dato no menor: por el achatamiento que provocó el aumento de marzo (2,3% más $ 1.500) los que perciban más de $ 60.000 tendrán un recorte superior al 19,5% que sufrieron todas las jubilaciones y pensiones durante 2018 y 2019. Por ejemplo, en septiembre, la pérdida para los que cobran el haber máximo se elevará al 21% con relación a lo que percibían en septiembre de 2017. Y a más del 23% si la inflación de octubre-noviembre es del 3% mensual.

Todos estos números no incluyen los bonos extraordinarios que recibieron las jubilaciones y pensiones más bajas porque no se integraron a los haberes mensuales con lo que sus efectos se diluyen en el tiempo. En esos bonos sumaron $ 13.000 ( dos de $ 5.000 y uno de $ 3.000) cuando entre 2018 y 2019 a valores actualizados al momento del pago de esos bonos esos jubilados y pensionados dejaron de recibir unos $ 80.000.

Bajo el supuesto de haberse mantenido la fórmula de movilidad que estuvo vigente en 2018 y 2019, todas las jubilaciones, pensiones y demás prestaciones sociales, entre enero y septiembre, hubieran aumentado el 35,9% (11,56% en marzo, 10,9% en junio y 9,88% en septiembre) muy por encima de la inflación que prevé Seguridad Social.

El haber mínimo en septiembre, en lugar de $ 18.129 debería ser de $ 19.124 ( $ 995 más). Y el haber máximo, de $ 121.990 debería ser de $ 140.109. (+ 18.119). En ese caso, a septiembre todos los rangos de haberes seguirían un 10% por debajo de los niveles de septiembre de 2017.

Para el próximo aumento a aplicarse en diciembre, el tercero del año, en el Gobierno esperan tener aprobada por el Congreso una nueva fórmula de movilidad, lo que seguramente será motivo de un áspero debate. Además, no se puede ignorar que entre las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional figura un ajuste en las jubilaciones, lo cual hace más negro y deprimente el panorama para el sector pasivo.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.