por Redacción
El Indice de Actividad Económica (IBC-Br), que el Banco Central brasileño elabora mensualmente para intentar anticipar la tendencia del Producto Bruto Interno (PBI), había crecido 4,89% en junio y 1,31% en mayo, tras desplomarse 9,37% en abril, su mayor retracción desde que el indicador comenzó a ser medido hace 17 años.
En tanto, el IBC-Br registró una retracción de 4,48% interanual en julio, y en mayo la caída fue de 6,32% frente al mismo mes de 2019.
Para los siete primeros meses de año, el informe del Banco Central reportó una caída acumulada de 5,77%, frente al mismo período de 2019, según informó la agencia EFE.
Pese a la recuperación, el crecimiento de julio se ubicó por debajo de la expectativa de los economistas, que esperaban una expansión promedio de 3,4%.
Los analistas del mercado consultados por el Banco Central calcularon que la retracción de la economía brasileña rondará el 5,1% este año, frente a 5,52% estimado hace un mes.
Por su parte, las agencias de calificación de riesgo Fitch y Moody's dijeron en informes publicados la semana pasada que se observan indicadores económicos más positivos, lo que permite proyectar una retracción en 2020 menor a la inicialmente prevista.
Fitch, por ejemplo, redujo su proyección para la retracción de la economía brasileña este año desde 7% hasta 5,8 %.