26/04/2024 - Edición Nº2955

La Plata

La mirada de Jorge Joury

Un ajuste encubierto que puede dinamitar el triunfo del Gobierno

14/11/2020 | A la luz de las encuestas que por estas horas le dan en baja al oficialismo, el ala política ya mira con temor las elecciones legislativas del 2021. En esa dirección, le hicieron saber al ministro Martín Guzmán que no quieren que para cumplir con las metas propuestas del FMI, haya que hacer un ajuste y los jubilados tengan una poda de sus ingresos. También se condicionó una futura reforma laboral para no sembrar conflictividad gremial y calentar las calles.


por Jorge Joury *


Antes, Guzmán  debió escuchar cómo los emisarios del Fondo le sugerían reducir el déficit fiscal, que ven de un 10% este año, el más elevado desde 1985. La encrucijada ahora del economista platense es la teoría de la sábana corta, es decir no descuidar los pies de la política en un 2021 electoral para tapar la cabeza de la economía hasta 2023.

Se trata de eufemismos y voz baja para un paquete para bajar el déficit fiscal que borra las promesas electorales y trata de aterrizar en una realidad desastrosa. Un nuevo cálculo jubilatorio, una reducción de los subsidios sociales y la interrupción del IFE componen por ahora ese plan que desde enero se completará con los aumentos de transporte, electricidad, gas y agua.

Después de una ley de movilidad que aguarda aprobaciòn en el Congreso con más ajuste para el sector pasivo, a Guzmán las primeras espadas del FdT le golpearon la mesa: "Nosotros tenemos que ganar las elecciones. No podemos sacar leyes de ajuste. Hay que hay que darle un aumento fuerte a los jubilados antes de fin de año para que el empalme con la nueva fórmula no les saque nada del bolsillo. De otra manera vamos a tener que alambrar el gobierno hasta 2023. Y eso nos debilitaría mucho". 

Martin Guzman escuchó pacientemente durante una reunión en el Palacio de Hacienda las opiniones de Sergio Massa, Maximo Kirchner, Marcelo Casaretto y otros diputados del Frente de Todos, quienes explicaron algunas de las razones políticas que hacían inviable un ajuste.

"Tienen razón, Martin", afirmó el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Guzman entonces explicó otra vez lo que muchos deberán defender en el recinto de Diputados: que la nueva fórmula de movilidad enviada al congreso por el Poder Ejecutivo busca recuperar la misma evolución de los haberes que alcanzaron los jubilados en los 9 años entre 2009 y 2017, cuando aumentaron el poder de compra un 26%. Que se garantizaron vía aumentos por decreto el ingreso de los mayores, que  sumados a tres bonos extraordinarios permitió que las prestaciones mínimas recuperan un 5,4% su poder adquisitivo, que sumados al congelamiento de tarifas públicas y los medicamentos gratis, los dejó como ganadores a los de la tercera edad. Los diputados le pidieron una suba fuerte de las jubilaciones en el próximo decreto de aumento de diciembre (lo que denominan "empalme"), de manera que el año que viene, con una economía creciendo a más del 5% y la recaudación en aumento, los jubilados salgan ganadores.

No obstante, muchos legisladores del FDT desconfían de la ausencia de la "cláusula gatillo por inflación" en el nuevo cálculo jubilatorio, Hay que decir que la nueva fórmula se hace sumando en un 50% la evolución de los salarios y en otro 50% los recursos tributarios  y la evolución de los beneficios de la ANSES. Además, es un pedido del FMI para que en caso que la Argentina tenga un 10% más de inflación de lo que figura en el Presupuesto 2021, que prevé un crecimiento del 5,5% del Producto Bruto Interno, una inflación del 29 % y un dólar en torno a los $ 102,4 para el año que viene. Para los observadores, se trata de  una trampa de "letra chica" chica del FMI para que sean otra vez los  jubilados y pensionados los que paguen el ajuste.

En el entorno de Guzman creen que la visita fue una sutil advertencia de lo que se negocie con la misión oficial del FMI. Y es por eso que el martes, cuando el FMI escucho de los equipos técnicos argentinos las razones por las que un ajuste a los jubilados vía "desempalme inflacionario" durante el año 2020 no sería viable, ya que durante la administración de Mauricio Macri perdieron casi un 20% de capacidad de compra con respecto a la inflación. Los técnicos del FMI se mostraron molestos.  

En este contexto, las sonrisas de Martin Guzmán y el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos hacia la delegación del FMI que encabeza la directora adjunta del departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack; el jefe de la misión del FMI para Argentina, Luis Cubeddu y el representante residente del FMI en Argentina, Trevor Alleyne, acaso comiencen a escasear y se tornen más austeros. Casi tanto como los recortes que los técnicos del Fondo le piden a la Argentina.

Además, Sergio Massa recibió a la misión del FMI y les garantizó apoyo parlamentario si el nuevo acuerdo no contempla un ajuste.

La decisión de la nueva fórmula jubilatoria también despertó las iras de la CGT, que difundió un comunicado de alto voltaje. “Hoy con la pandemia en curso y la economía empezando a moverse, con muchos sectores de la actividad aún impedidos de funcionar y con la secuelas económicas y sociales a cuestas no es posible desarmar el andamiaje social y económico construido con tanto esfuerzo y garantizar que el cambio de fórmula de actualización jubilatoria perjudique a los beneficiarios del sistema previsional”, rezó el texto.

¿Fue un mensaje para el ministro de recorte, Martin Guzmán, o para el Fondo Monetario que pide menos gasto público?. En todo caso, en la sede de Azopardo dispararon contra ambos. Y se enojaron porque el  Gobierno no se sienta a dialogar antes de tomar medidas antipáticas porque la frazada será cada vez más corta.

El nuevo cálculo de jubilaciones, que dejará afuera la inflación, y que el Gobierno buscará aprobar en el Congreso levanta olas en otros frentes. No solo la oposición prometió no darle el voto, sino que  el proyecto fue duramente criticado por el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, que ya advirtió que esto terminará en una avalancha de juicios.

"Se va a judicializar. Este año por los ajustes a la baja van a haber muchos juicios de jubilaciones medias y altas que pierden entre 5 y 10 mil pesos por mes. La Corte algún día resolverá los amparos colectivos por la suspensión de la fórmula. Y también está el caso de los 6 puntos perdidos a fines del 2017. Termina en una maraña judicial. Si la nueva fórmula da menos de lo que ganarían con la otra, también terminan en juicios. Entramos en un escenario Badaro", aclaró Semino.   

"Actualmente, 4 millones de jubilados cobran $18.000 por mes y el resto, 2 millones, ganan un promedio de $26.000. Eso los deja fuera de una vida digna. Estamos hablando de un año donde el 80% de los fallecidos por COVID-19 fueron adultos mayores y donde los hijos no pueden ayudar a sus padres por la caída de sus ingresos”, recordó Semino.

Conviene recordar que en campaña Alberto Fernández se comprometió a aumentar desde el vamos un 20% los haberes y avanzar en mejoras. Veíamos por entonces exultante al Presidente durante los actos partidarios haciendo estos anuncios, mostrándose junto a la sonriente Mirta Tundis, una ex luchadora de los derechos previsionales, hoy cautivada por las bondades económicas de los vientos del oficialismo. AF no cumplió y ahora, la realidad macroeconómica no le deja otra alternativa al peronismo que jugar sus cartas por debajo de la mesa y ser más macrista que peronista. El objetivo es ordenar la caja, sobre todo porque es una exigencia del FMI.¿Lo harán aún a costa de que la clase pasiva vuelva a ser la perdedora y víctima de un golpe bajo desde el propio corazón del poder, que cosechó muchos de esos votos que difícilmente se vuelvan a rescatar?.  La moneda está en el aire.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.