por Redacción
Ante el inicio del proceso de vacunación, que será este martes a las 9, Fernández indicó que el Gobierno nacional acordó que se ponga en marcha de manera simultánea en todas las provincias, para que "no haya un primero en algún lugar".
"Tiene que ver con la Argentina que quiero que construyamos, donde todos son importantes, necesarios y tienen los mismos derechos", enfatizó en declaraciones al programa "Desiguales" de la TV Pública.
También indicó que "hay una disputa muy perversa, dura e infame" entre los distintos países, "donde los unos desacreditan a los otros", al advertir que "hay una guerra comercial desatada y, como el mundo anhela esa vacuna, también una disputa geopolítica por quién es el que impone su vacuna".
Para Fernández, "los sectores políticos y los que informan, o desinforman, que toman partido político, usan esta vacuna como parte de ese partido".
"La conclusión que tengo que sacar es que todas las vacunas tienen que ser buenas y tener entidad científica como para cumplir su objetivo. No me animaría a decir que una es mejor qué otra. ¿Con qué parámetro comparamos?", se preguntó.
Tras consignar que "la economía es el arte de administrar recursos limitados ante necesidades infinitas", el mandatario sostuvo que por ese motivo se preocupó tanto por "negociar con todos".
"Creo que la gente tiene mucha confianza en la vacuna, y hace bien. No le presta tanta atención a los cantos que intentan espantarla y alejarla de la vacuna", dijo y completó: "Ese es un dilema más de los que quieren, por algún interés, sembrar dudas. Pero todos los argentinos quieren vacunarse".
También volvió a expresar su convencimiento sobre la ley de legalización del aborto y dijo que es un "problema de salud pública". En ese punto alertó que hay una parte de la Argentina que es "hipócrita", porque "niega el aborto como antes negaba la homosexualidad".
Por otro lado, abogó por "trabajar con mucha prudencia" el año próximo para que Argentina "crezca, la inflación no se desmadre, el déficit fiscal baje y los ingresos, llámese jubilaciones o salarios, se recuperen en términos reales".
Sobre la renegociación de la deuda, señaló que el país "dejó este año de pagar 7 mil millones de dólares, y ese dinero pudo destinarse a otras cosas que la pandemia exigió".
"El año que viene estábamos obligados a pagar 12.500 millones de dólares, y no los vamos a pagar, y esos recursos los vamos a destinar al desarrollo y el crecimiento", enfatizó.
El jefe de Estado resaltó que todos sus esfuerzos están "encaminados a sacar del pozo de la pobreza a los argentinos que han caído en él. Esos son los primeros. A ellos tenemos que sacar de ese pozo y subirlos en el escenario social", ratificó.
Tras anticipar que el objetivo es "reducir 5 puntos por año de inflación", el Presidente reiteró: "Mientras yo sepa que hay un argentino en el pozo, no estoy tranquilo".
Por otro lado, el mandatario confirmó que Sabino Vaca Narvaja será el nuevo embajador en la República Popular China, en reemplazo de Luis María Kreckler.
"Me ha demostrado en estos meses ser un extraordinario ejecutor de las cosas que Argentina necesita en China", subrayó Fernández sobre Vaca Narvaja.
El Presidente atribuyó el cambio de embajador a una "cuestión de pragmatismo militante" porque "era más fácil hablar con Sabino para que me resolviera cosas".
"No es de carrera diplomática, pero es un 'chinólogo'", destacó sobre el flamante embajador, aludiendo a sus conocimientos acerca del gigante asiático.
El mandatario reiteró la necesidad de que el Congreso debata la reforma judicial porque, dijo, "la Justicia es uno de los tres poderes del Estado que tiene, tal vez, el poder más inmenso que tiene otro poder".
"Lo que quisiera es reabrir un debate para que la Justicia funcione mejor, porque está visto que funciona mal", aseveró.