por Redacción
A su vez, las personas más jóvenes sufrieron con más dureza las consecuencias de la pandemia. Tal es así que de acuerdo con el relevamiento de CIPPEC, los varones hasta 29 años fueron los que sufrieron una mayor baja en la tasa de empleo interanual, del 17%, seguido por las mujeres de esa misma franja etaria, con 11%. En adición, la caída del empleo afectó en mayor medida a los trabajadores de menores calificaciones. Quienes tienen estudios primarios incompletos redujeron su empleo en 28%, mientras que quienes tienen estudios universitarios lo hicieron en 7,6%, de manera interanual. Ante este panorama negativo, ¿Qué pueden hacer los jóvenes para aumentar sus posibilidades de empleo?
Las carreras con mayor salida laboral
Carlos Contino, socio de CONA RH, aporta el contexto para entender la problemática. Afirma que el Foro Económico Mundial ya había advertido que "el mundo atraviesa una revolución laboral que traerá la recalificación de los profesionales y técnicos”. Para el especialista en RRHH, “la mayoría de las personas que se matriculan en la educación primaria hoy terminarán trabajando en empleos que aún no se han creado”. Y señala que la “Industria del conocimiento requerirá nuevos y mejores competencias y un entendimiento más profundo del ser humano”.
En palabras de Contino, “las oportunidades laborales más cercanas están en el ámbito de la tecnología” y detalla que las búsquedas más relevantes son “diseñadores UX, testing automation, arquitectos IT, bussines strategy, desarrolladores de software, analistas de sistemas, orientados a los diferentes procesos socio económicos de la industria, comercio y servicios. También especialistas en Marketing Digital, Web Services, BI”. Este punto es compartido por Juan Bidondo, Co-Founder & COO en Agency CODA, para quien en este mundo VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo), “nos encontramos ante una paradoja nunca antes vista”. El especialista en desarrollo sostiene que si bien “tradicionalmente las carreras de grado son reconocidas y valoradas, hoy estamos en presencia de una customización de la demanda laboral que exige a los jóvenes una numerosa cantidad de skills y conocimientos prácticos en constante evolución, que las carreras largas no garantizan”. Es que para Bidondo, “el futuro está más asociado a las carreras cortas, enfocadas en la tecnología y posibilitadas por la misma tecnología y su poder de conectividad, más que las carreras tradicionales”. De su lado del mostrador, agrega que las principales búsquedas están orientadas a "Ecommerce analysts y managers, Chief Digital Officers, especialistas en Search Engine Optimization y Search Engine Marketing (SEO y SEM), analistas de CRM, analistas de ventas digital, Sr. y Jr. fullstack developers, diseñadores web, diseñadores mobile, maquetadores web y mobile”.
Diego Ortega vicepresidente de Pullmen, comparte lo antedicho en relación con las carreras, pero agrega que con conocimiento sólo no se es elegible. “Las competencias blandas también son importantes a la hora de ser elegible: principalmente el compromiso y las relaciones interpersonales entre las que el trabajo en equipo es clave”. Esto, en el marco de “comprender la importancia de entrar a una empresa, de ser elegido en primera instancia (compitiendo con muchos postulantes) y estar comprometido con dicha decisión y con los objetivos que el trabajo implique”.
Por su parte, Martín Yechua, director ejecutivo de Adiras (Asociación de Directorios Asociados) dice también que en el caso de muchas empresas pyme “han apostado o se han visto empujadas a desarrollar procesos de transformación digital, de lo que deriva un cambio en los perfiles de búsquedas en los últimos tiempos”. Y agrega que si bien “las que tienen una matriz industrial padecen la escasez de personal técnico, para búsquedas puntuales entran a competir en un mercado de mucha demanda y poca oferta, con sueldos muy por encima de la media”. Así y todo, dice Yechua que “las empresas pyme cada vez tienen más en cuenta la posibilidad de externalizar procesos en vistas de aumentar la competitividad y no sobrecargar la estructura propia”.
El dilema de las carreras cortas y las largas
Diego Ortega pone blanco sobre negro al afirmar que “las universidades hoy están sufriendo la falta de actualización de los programas de estudio ya no hay un correlato entre el aprendizaje áulico y el mercado laboral”. Según Ortega, hoy la norma indica que “para parte de los jóvenes el paso por la Universidad ha quedado relegado a ser un aspecto de rutina (tener un título de grado) antes que una instancia de formación real y enriquecimiento personal en sí mismo. Es en este contexto que se explica el surgimiento y furor de espacios de formación no – tradicionales, donde las carreras cortas gozan de gran aceptación”.
Para el socio de CONA RH, las oportunidades “seguirán el patrón de lo virtual y digital”. Es que si bien las carreras terciarias enmarcadas en procesos de apoyo como soporte técnico, programadores, asistentes comerciales y administrativos, enfermeros, técnicos están entre los más requeridos hoy, “las carreras asociadas al término STEM tendrán un largo recorrido por la brecha entre oferta y demanda”.
Juan Bidondo, por último, advierte que “las carreras cortas basadas en la tecnología aumentan los niveles de empleabilidad”. Así y todo, en el plano del comportamiento, “si bien la tendencia y el espíritu que se inculca a los jóvenes apunta a conseguir exactamente lo que cada uno busca, a estudiar aquello que los apasiona y a buscar el trabajo ideal y de sus sueños, no deberían perder de vista el potencial de la tecnología y el abanico de opciones que ofrece en las más diversas industrias”. Bidondo detalla, a su vez, que el informe “Jobs of Tomorrow sugiere que habrá una rápida afluencia de roles en la vanguardia de la economía de los datos y la IA, así como nuevos roles en la ingeniería, la computación en nube y el desarrollo de productos”.
¿Dónde está el quid de la cuestión? Para el socio de Agency CODA, “mientras las carreras vinculadas al desarrollo tecnológico son de por vida, como cualquier otra, y la curva de aprendizaje no se aplana, los cursos o carreras cortas permiten la precisión sobre el presente”. Y continúa: “son cortas justamente porque nadie puede empaquetar temáticas tecnológicas y garantizar la validez de su contenido durante tres, cuatro o cinco años”. “Lo que hoy es válido, quizás, en seis meses se vuelve obsoleto, dice Bidondo.